SOBRE EL AUTOR
Artista que también figuró en los escenarios del poder. Foto: ANDA.
EMEEQUIS.- Murió Silvia Pinal, la actriz que marcó una época del cine mexicano, y en general en el cine de habla hispana. Fue multifacética: actriz, productora, conductora y política. Todo lo hizo a grandes alturas, trabajando codo a codo con personalidades como Luis Buñuel y Anthony Quinn; protagonizando obras de teatro prácticamente hasta el final de su vida y conduciendo programas como el famoso Mujer: casos de la vida real, que a la fecha sigue siendo mencionado en redes sociales.
Estando siempre en el ojo de la vida pública (como pilar de una familia llena de personas famosas), Pinal también fue cercana al poder.
SILVIA PINAL Y LA POLÍTICA
Pinal fue esposa de Tulio Hernández, un político del viejo PRI, abogado y que fue gobernador del estado de Tlaxcala entre 1981 y 1987. En ese momento, Pinal fue presidenta del DIF estatal y primera dama de la entidad.
Por varios años, Pinal fue militante del tricolor. Gracias a eso, tuvo cargos federales: diputada en 1991 y senadora en 1997, así como integrante de la Asamblea del Distrito Federal.
La propia Asamblea Legislativa del Distrito Federal reconoció que Pinal fue importante para impulsar “leyes importantes para la Ciudad de México, en materia turística, cinematográfica y cultural”.
Su muerte fue lamentada por políticos desde la presidenta Claudia Sheinbaum y otros, además, en el Senado le rindieron un minuto de silencio y otro de aplausos.
La actriz fue especialmente influyente en los cambios que sufrió la Ley Federal de Cinematografía a nivel federal. En 1992, Pinal decía en la Cámara de Diputados: “Nuestro cine está en crisis. Hay asomos de que resurja, pero aún no es suficiente. Nuestro cine como arte, como industria, como un importante vehículo de entretenimiento, de educación y de comunicación social, requiere de normas dinámicas acordes con la realidad tecnológica que vivimos. Ya era enorme el reclamo de los cinematografistas sobre una nueva legislación cinematográfica, y hoy ese reclamo, ese anhelo, se cristaliza en este cuerpo normativo que se presenta a su consideración”.
En el plano político, fue defensora de la industria cinematográfica ante la falta de recursos asignados por el estado. En la sesión del año 1992, dijo: “Quiero decirles que casi mi vida entera ha estado entregada al cine. Me tocaron grandes épocas; trabajar con inolvidables compañeros, como fueron: Pedro Infante, Germán Valdéz, Mario Moreno “Cantinflas”, los hermanos Soler, Joaquín Pardavé, y muchos otros, así como grandes directores y guionistas”.
“Soy gente de cine y como gente de cine he vivido la vigencia de una ley cinematográfica que surgió a principio de los años cincuenta. En ese entonces nuestro cine tenía una amplia proyección nacional e internacional. Lejos estaban entonces de pensar que el cine pudiera tener otros medios de comunicación pública que no fueran las salas cinematográficas”, agregó.
Con estas iniciativas, logró que la Secretaría de Hacienda bajara los impuestos a los teatros, entre otras reformas que aligeraron la carga sobre la industria cultural en México.
Incluso quiso llegar a las esferas más altas del poder. En una entrevista con Venga la Alegría expresó que alguna vez quiso ser presidenta de la República:
“Sí, ¿cómo no?, ¿por qué no? La política todos sabemos lo que es, pero cuando la vives, es mucho más importante; no sabes de dónde sales, a dónde van, a dónde quieren llegar, por qué sí o por qué no, o sea, la política es una cosa muy linda”.
PINAL, CON LOS MEJORES DEL ARTE
Antes de despuntar como una de las actrices más talentosas de su generación, estuvo bajo la tutela de nombres como Salvador Novo, Xavier Villaurrutia y Carlos Pellicer, tres figuras muy influyentes en la historia de la intelectualidad mexicana. Con ellos, aprendió actuación en la escuela de Bellas Artes, lo que la prepararía para llegar a las grandes ligas, incluso para los estándares de hoy.
Asimismo, formó parte de una línea de actores que han marcado profundamente, como Germán Valdés, Tulio Demicheli, Pedro Infante y María Félix. También actuó en películas como Emilio “El Indio” Fernández. Además, fue pintada por Diego Rivera.
En el cine, fue la piedra angular de una de las trilogías cinematográficas más famosas del siglo XX, compuesta por las películas Viridiana, El ángel exterminador y Simón en el desierto de Luis Buñuel, prácticamente grabadas al hilo en menos de 10 años. Además, personificó papeles en películas como Pubis angelical, basada en la controversial novela de Manuel Puig, y la película de terror Mariposas disecadas, que es un referente del género a nivel nacional.
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