EMEEQUIS. La agencia calificadora Fitch confirmó el grado de inversión para México, pero advirtió de riesgos, como indicadores de gobernanza débiles, crecimiento moderado a largo plazo y los posibles pasivos contingentes de Pemex.
En su análisis difundido este viernes, la agencia calificadora ratificó la nota a México en ‘BBB-‘; con perspectiva estable, con lo cual reconoce un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas y una proyección de deuda pública/PIB estable.
Establece que el gobierno muestra una estable relación entre deuda y PIB, señalando que el presupuesto de 2023 proyecta un déficit del sector público del 3.6% del PIB, frente al 3% en 2022.
La Secretaría de Hacienda externó que: “Esta ratificación de la deuda soberana refrenda el compromiso del Gobierno de México con el buen manejo de las finanzas públicas, permitiendo continuar con un acceso favorable a los mercados internacionales y nacionales”.
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Sin embargo, no todo el panorama es positivo, pues también advierte que la calificación está restringida “por indicadores de gobernanza débiles, un desempeño de crecimiento a largo plazo moderado, una intervención de micropolítica que afecta las perspectivas de inversión en opinión de Fitch y los posibles pasivos contingentes de Pemex”.
Fitch estima que México tendrá un crecimiento de 2.5% este año, en línea con las estimaciones del gobierno, pero prevé una desaceleración en 2023 a 1.4%, una proyección un tanto optimista en contraste con el consenso, que está por debajo del 1%.
Considera que “el crecimiento sigue viéndose obstaculizado por la lentitud de la inversión, en parte relacionada con el ruido político continuo y la incertidumbre regulatoria, particularmente en el sector energético“, además de que en su escenario central ubica una “leve” recesión a mediados del año próximo en Estados Unidos, lo que ve como “un riesgo clave a la baja para la economía mexicana”.
Pone también en consideración las presiones de gasto, al registrar que para 2023 se presupuestó un aumento al gasto público en 11.6% en términos reales en 2023 en comparación con el presupuesto de 2022, debido a mayores costos de intereses y mayores gastos de capital por mayores costos de insumos.
“La administración de AMLO busca culminar sus proyectos prioritarios de infraestructura (los trenes Maya e Istmo y la refinería Dos Bocas) antes de las elecciones de julio de 2024. El presupuesto, por lo tanto, proyecta una fuerte caída en el gasto de capital en 2024. Un gran aumento en las pensiones ( 8.4% en términos reales) y el programa de transferencias sociales prioritarias de la administración para las personas mayores (Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, 34.3% en términos reales), junto con los bajos ingresos del gobierno, indican una reducción del espacio fiscal a mediano plazo en”, según Fitch.
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Otro elemento en el que coinciden las calificadoras es sobre el compromiso del gobierno de apoyar financieramente a Pemex, aunque Fitch considera que no llegará a un compromiso sostenido y dependerá también del desempeño de la petrolera.
En julio, Moody’s y Standard and Poor’s también revisaron la calificación de México. En el caso de la primera la acción fue más dura, pues bajó la nota para México y con ello, la de Pemex y CFE, aunque mejoró la perspectiva; algo que también hizo la segunda calificadora, aunque esta ratificó su nota en BBB para el soberano.
@emeequis
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