EMEEQUIS.– La cohesión ha sido un reto para el grupo que arribó al poder en 2018. Figuras destacadas del gabinete obradorista y de la jerarquía partidista de Morena han sido protagonistas de rudas disputas y confrontaciones de poder, desde el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México.
A lo largo de cuatro años, secretarios, subsecretarios, gobernadores, legisladores, dirigentes partidistas, candidatos, precandidatos, directores, voceros extrainstitucionales o “ministros sin cartera”, se trenzaron en pleitos con sus pares, con sus compañeros, con sus subalternos o con jefes inmediatos.
Lo mismo personajes con alta visibilidad pública que aquellos más habituados a las penumbras de los círculos superiores, no pudieron evitar la lucha de egos en las rencillas por parcelas de poder.
Al parecer no han funcionado las convocatorias al entendimiento por parte de López Obrador. Todavía el 14 de febrero de 2020, el mandatario había dicho en su emisión cotidiana: “Felicidades a todas y a todos amigos, hoy es día de la amistad y hay que cultivar la amistad, nada de pleitos y de enemistades ni confrontaciones”.
En junio de 2021, el tabasqueño tuvo que desmentir rumores sobre las luchas intestinas en su gobierno: “Todos estamos trabajando juntos. Todos juntos. No hay confrontaciones, ni en el gabinete de seguridad ni en el gobierno”.
No obstante, en 2022 las querellas continuaron: la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, exprimió la bilis de sus antecesora, Tatiana Clouthier; los presidenciables Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, y el canciller Marcelo Ebrard, protagonizaron también sordas luchas que cuidaron de no llevar a la diatriba pública; y los exaspirantes a la candidatura al gobierno del estado de México, Delfina Gómez e Higinio Martínez.
Pero las peleas estelares fueron, sin duda, las protagonizadas por el senador Ricardo Monreal: fue atacado por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García; resistió la embestida del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y hasta de su compañero de bancada, César Cravioto; y afrontó los ataques de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
EMEEQUIS presenta una reseña de los pleitos más taquilleros de 2022 dentro del grupo obradorista, los cuales preludian la temporada de los combates estelares: la recta final de la designación del candidato presidencial por parte de AMLO.
CUITLÁHUAC Y ADÁN, CONTRA MONREAL
Una de las grandes pugnas del año y de la era obradorista, fue la querella entre el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, y su correligionario, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, por el encarcelamiento de José Manuel del Río Virgen, colaborador del zacatecano en la Junta de Coordinación Política del Senado.
En febrero de 2021, García Jiménez mandó reformar el Código Penal del estado de Veracruz para endurecer el delito de “ultrajes a la autoridad”, el cual castiga las “amenazas” o agresiones contra servidores públicos. La mayoría morenista de la legislatura local obedeció.
Desde entonces, a la autoridad no se le podría ofender en Veracruz, y menos al señor gobernador. Quienes desobedecieron pagaron su atrevimiento con sentencias ―impugnadas― de hasta siete años de prisión.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sentó un precedente de inconstitucionalidad contra la figura delictiva de “ultrajes a la autoridad” en 2016, por su aplicación en la Ciudad de México, donde el Código Penal local también incluye dicho instrumento en su catálogo de crímenes.
No obstante, aquellos que el gobernador consideraba sus enemigos fueron cayendo en prisión gracias a ese delito: Yolli García, expresidenta del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, año y medio presa; Tito Delfín, candidato a la dirigencia estatal del PAN, detenido el 18 de noviembre de 2021; Gregorio Gómez Martínez, excandidato del PRD a la alcaldía de Tihuatlán, detenido en abril; Eduardo Mario Casares, vocero de la Unión de Concesionarios de Centros de Verificación de Veracruz, detenido en abril cuando encabezaba una manifestación frente a la Secretaría de Medio Ambiente del estado; Fabián Cárdenas, alcalde electo de Lerdo de Tejada, por Morena; su acompañante, Adriana Bichi, a quien de nada sirvió mostrar su credencial de Jefa de la Unidad de Género de la Fiscalía.
La organización no gubernamental Resistencia Ciudadana Xalapeña, que ofrece asesoría jurídica, denunció a principios de diciembre del año pasado que cada semana recibía entre 150 y 200 reportes de detenciones bajo la imputación de “ultraje a la autoridad” en todo Veracruz.
Monreal asumió la representación de un grupo de víctimas. Como respuesta, García Jiménez ordenó la detención y encarcelamiento del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, José Manuel del Río Virgen, bajo una inconsistente imputación de homicidio.
El conflicto escaló. Monreal impulsó, junto con el líder de MC en el Senado, Dante Delgado, la creación de una Comisión Especial para averiguar los abusos de Cuitláhuac García en Veracruz y el fin último de someter a desaparecer poderes en Veracruz, destituir al gobernador y someterlo a juicio político.
Pero AMLO mandó parar en seco la maniobra. Intervino el secretario de Gobernación, Adan Augusto López, y la Comisión Veracruz desapareció de inmediato.
El litigio continuó. En marzo de este año, la Sala Superior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que la redacción del articulado respectivo en el Código Penal de Veracruz violentaba los derechos a la libertad de expresión, legalidad y el principio de taxatividad.
Es decir, es artificioso y permite interpretaciones diversas, no precisa qué tipo de conductas se tipifican como prohibidas y qué tipo de sanciones serán aplicables en los términos legales: “Cualquier palabra, tono de voz, gesto, burla podría ser una amenaza o agresión contra un funcionario”.
Aún así, confiado en el respaldo de Palacio Nacional, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez subió su apuesta frente a sus adversarios para preservar, a través de un cambio de nombre, su instrumento penal de persecución política en Veracruz: el delito de “ultrajes a la autoridad”.
Ante la declaración de inconstitucionalidad del supuesto “delito”, que anulaba su aplicación, el mandatario veracruzano anunció una “corrección de estilo” a la redacción del Código Penal estatal, que busca básicamente cambiar el nombre de la figura sancionatoria.
“Vamos a hacerlo más textual, vamos a cambiar el tipo, ya no son ultrajes. Tendremos que hacer el análisis para que se siga protegiendo. Lo analizaré, la redacción es importante (…) Ya tomamos nota de qué palabras no puedes usar, qué términos no pueden ser, y qué tipos penales deben usarse”, dijo al día siguiente Cuitláhuac García.
Y anunció que enviaría de inmediato la propuesta de reforma a la Legislatura de Veracruz, donde tiene mayoría la coalición encabezada por Morena, su partido.
Hasta el cierre de enero, mil 033 personas se hallaban en prisiones veracruzanas por “ultrajes a la autoridad”, de acuerdo con la propia Fiscalía General de la entidad.
Fue hasta junio cuando el conflicto bajó de nivel, al menos al nivel público, luego de que José Manuel del Río Virgen salió de prisión, luego de 178 días de ilegal cautiverio.
Cuitláhuac, con el respaldo presidencial. Foto: Archivo.
ADÁN Y CRAVIOTO VS. MONREAL: LA LUCHA POR LA MESA DIRECTIVA
Pero la lucha de un sector del gobierno no terminó ahí. En septiembre, al arranque de la actual legislatura, el proceso de definición de la propuesta de Morena para la presidencia de la Mesa Directiva del Senado expuso fuertes tensiones al interior del partido en el poder entre dos grupos.
Por un lado estaba un grupo de senadores considerados “radicales”, quienes pugnaban por la obediencia acrítica a las directrices del presidente López Obrador, cuyos dirigentes visibles son César Cravioto, Antares Vázquez y Olga Sánchez Cordero, y por el otro, el grupo que reivindicaba la autonomía respecto de las posturas del Poder Ejecutivo, cuyo líder es Ricardo Monreal.
Un día antes, durante la Reunión Plenaria de Morena en el Senado, el nivel de fractura quedó evidenciado cuando Cravioto culpó a Monreal por la ausencia de los representantes “del señor presidente”.
Y es que los miembros del gabinete obradorista buscaron hacer vacío al evento. Aunque estaban invitados y algunos incluso habían confirmado asistencia a la plenaria, no asistieron el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el titular de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González; el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, y la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez.
Fue por ello que Cravioto acusó: “Necesitamos encabezando la mesa directiva a alguien que nos acerque al presidente de la República y que también genere contrapesos en este Senado de la República. No quiero estar en otro informe de presidente de la Mesa Directiva donde ni siquiera se menciona el presidente de la República. Ni siquiera una foto con el presidente de la República. ¿Queremos desterrar del senado de la República a Andrés Manuel López Obrador? ¿Queremos seguirnos alejando del Presidente de la República?”.
Tras las acusaciones de Cravioto, Monreal respondió: “A mí la abyección no se me da; soy hombre libre, con criterio propio y autonomía; tengo mi propia vida y mi propia historia, y quizá tenga más adversidades en el movimiento que todos ustedes con el presidente de la República, en los peores momentos”.
Cravioto todavía reviró: “No somos abyectos, respaldar al presidente del República no estar de rodillas ante el otro poder, estar en un proyecto. Tal vez no todos coincidan con mi punto de vista. Y si hay quiere decir que las cosas no son así, pues para eso está la oposición”.
Y a manera de venganza, posteó en su cuenta de Twitter: “La ausencia de personajes fundamentales de la 4T es un claro mensaje. Nuestro deber como grupo parlamentario de Morena es respaldar el proyecto encabezado por el presidente López Obrador”.
Ya desde un principio, el senador José Antonio Álvarez Lima reclamó durante la reunión: “Me extraña la ausencia del secretario de Gobernación, si hemos cumplido, ¿por qué no está aquí el secretario de Gobernación? Ojalá esto no signifique un distanciamiento entre nuestra fracción y el gobierno de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador”
Lamentó las versiones de que hay “un grupo de duros y radicales, por un lado, y quisiera suponer que hay otro grupo de superficiales y blandengues, que es lo contrario a los radicales y los duros”.
Y aseguró que se equivocaban, dentro del grupo, quienes creen que AMLO está edificando un régimen dictatorial, pues, aseguró, “construye una democracia y no una dictadura”.
Por su parte, Monreal explicó más tarde: “Es la sucesión presidencial anticipada la que ha generado este ambiente y el intento de la imposición”.
Al final, Armenta obtuvo 65 votos a favor, en tercera ronda y en una votación que incluyó 55 votos de la oposición para Ricardo Monreal, que no estaba registrado. Juntos reunieron 117 votos, de 128 senadores que conforman el Senado.
LAYDA TAMBIÉN
Ya en diciembre, durante la discusión del Plan B electoral de AMLO, consistente en reformas a leyes secundarias para suprimir las capacidades técnicas, legales y presupuestales del Instituto Nacional Electoral (INE), Monreal fue objeto de nuevos ataques de sus correligionarios.
Pero el ambiente había sido precalentado por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que en su programa “Martes del Jaguar” difundió presuntas conversaciones entre el senador Ricardo Monreal y el dirigente priísta Alejandro Moreno, alias “Alito”, exhiben al morenista como factor decisivo dentro de las definiciones del PRI, y al campechano como un asustado dirigente dispuesto a complacer al zacatecano.
En torno al Plan B, se esperó largamente la postura de Ricardo Monreal, quien finalmente anunció su voto en contra de esta forma:
“Creo que se vulnera la Constitución, con seriedad, atendiendo la doctrina, la jurisprudencia, los principios generales del derecho”, dijo Monreal Ávila al presentar su voto particular en contra del dictamen de la minuta aprobada por la aplanadora obradorista en San Lázaro, en medio de críticas ante lo que se consideró un proceso viciado y violatorio de los procedimientos parlamentarios.
Se le vino una andanada en contra por parte de sus propios correligionarios.
Monreal se declaró en contra del Plan B. Foto: Cuartoscuro.com.
BUENROSTRO VS. TATIANA
A principios de noviembre, luego de su polémica salida de la Secretaría de Economía (SE), Tatiana Clouthier protagonizó un desencuentro con su sucesora, la exdirectora del Sistema de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro.
La nueva secretaria de Economía compareció ante el Senado de la República, donde fue cuestionada por haber despedido al equipo que venía trabajando con Clouthier en las negociaciones por las querellas dentro del T-MEC por la Ley de la Industria Eléctrica, violatoria del capítulo energético de ese acuerdo.
Buenrostro respondió que justamente había despedido sólo a los encargados de ese tema: “Es para tener un mejor entendimiento con el sector energético”. La nueva titular de Economía presumió además que había retomado las negociaciones, es decir, sugirió que estaban paradas.
Ante ello, Tatina Clouthier respondió en Twitter: “La parte de la coordinación me parece que es facciosa y es mentira, se citó, lo hice personalmente, y cuando no tuve la respuesta que requerí acudí al ejecutivo para que me apoyara y que decidiera quién y cómo se atendía este tema.
“Habría que aclarar donde dice que la coordinación no se citaba al sector energético, lo cual es totalmente falso. Personalmente atendí todo lo que tenía que ver con el sector energético vinculado a las consultas, con el abogado Orlando Pérez y el abogado que puso la Secretaría de Economía, con quien estuvimos teniendo las reuniones”.
Cabe señalar que Tatiana Clouthier había salido del gobierno apenas en octubre, en una circunstancia que fue considerada como una humillación.
Excoordinadora de la campaña presidencial de AMLO en 2018, sonaba para ser secretaria de Gobernación, pero se quedó de diputada federal. En enero de 2021 fue integrada al gabinete, como secretaria de Economía.
Aludió en su carta del adiós a dos desencuentros con AMLO, los cuales, se especuló en columnas de prensa, se debían a dos razones principales: su rechazo a la militarización impulsada por el tabasqueño y la falta de apoyo del mandatario en compromisos contraídos por la exfuncionaria con el gobierno de los Estados Unidos, a propósito del TMEC y los litigios por la Ley de la Industria Eléctrica.
Clouthier buscó salir del gobierno con la dignidad de una aliada que está por encima de las posiciones públicas. Pero López Obrador le negó un último gesto de amistad.
AMLO la invitó a su presentación mañanera, y dijo en su estilo marrullero: “Recibí un documento de Tatiana en el que me comunica que desea retirarse del gobierno, no así de la lucha por la transformación del país y respetamos su decisión. Insistimos para que se quedara, pero es una mujer con convicciones, con criterio y ha tomado esta decisión de dejar la Secretaría de Economía, quisimos hacerlo aquí para agradecerle mucho por su contribución, por su apoyo. No puede ella salir por la puerta de atrás. Nos ha apoyado y, repito, vamos a sentir su ausencia (…). Ella va a continuar siempre con sus convicciones, defendiendo la justicia e impulsando el desarrollo político democrático de nuestro país”.
Tatiana se negó a pensar que las palabras del tabasqueño eran sólo ironía, y leyó su carta de renuncia: “Estimado presidente, aprovecho esta nota para agradecer la gran oportunidad que me has dado para caminar contigo en la cuarta transformación. Si hago un símil con el béisbol, me tocó ser invitada a jugar con las Ligas Mayores, conocer el país, representarlo, jugar en distintas posiciones sudando la camiseta al mil y nunca dejando de hacer lo que me correspondía con tal de meter una carrera a favor de México. No obstante uno debe saber en el juego cuándo retirarse. (…) Estoy segura de que no hay posición menos importante que otra, pues tanto en el público y la porra, uno tiene un papel fundamental para animar siempre a los jugadores. Como lo platicamos desde el 26 de julio, y lo reiteré el 9 de septiembre, mi oportunidad de sumarle al equipo está agotada, me paso a la porra, desde donde seguiré con ánimo al equipo, o como decimos, desde el espacio común. A ser una más que trabaja por la patria, ya que la revolución de las conciencias no permite dejar de involucrarnos en el quehacer del país”.
Abundó Clouthier: “Gracias por dejarme poner mis capacidades al servicio de la patria y, sobre todo, por mostrarme que cuando de servir se trata no hay cansancio, enfermedad o barrera que no se pueda superar. (…) Me voy con la mano tendida, la puerta de mi casa siempre abierta”.
El abrazo que no fue recíproco entre Tatiana y AMLO. Foto: Archivo.
Luego se lanzó a los brazos de AMLO. Pero el tabasqueño sonrió con un dejo de fastidio, apretó los codos y con un aplauso de coreografía se libró del abrazo de Tatiana, quien luego de apenas un instante abrazada a ese monolito, desapareció tras la mampara que enmarca las presentaciones presidenciales, en la más enorme soledad.
Buenrostro empezó la pelea, por tanto, con el marcador arriba. Clouthier no fue su primer nocaut.
El 21 de mayo de 2019, Germán Martínez Cázares, director del IMSS, dejó el cargo en medio del inicio de la mayor crisis de desabasto de medicamentos que ha enfrentado México en la era moderna, y entre presiones de otros funcionarios de la administración.
Anunció su renuncia tres días después de que la entonces Oficial Mayor de la SHCP, Raquel Buenrostro, pidió a la dirección de Administración del IMSS una propuesta de “red institucional de distribución de medicamentos”. Fue como quitar el tronco que apuntalaba el dique.
Germán Martínez renunció a la dirección del instituto, con una advertencia pública: “el abasto pende de un hilo”. Denunció que había un ejercicio irracional de los recursos e interferencia de la secretaría de Hacienda en las decisiones de la dependencia.
Otro que se fue del gobierno confrontado con Raquel Buenrostro fue Ricardo Ahued Bardahuil, exadministrador General de Aduanas. Buenrostro ya estaba a cargo del Sistema de Administración Tributaria (SAT) pero con un amplio margen de poder en la estructura hacendaria.
Según trascendió en medios, Buenrostro cumplía la encomienda de abrir paso a la llegada del texcocano Horacio Duarte a la administración aduanera, y en el desempeño de tales oficios intentó “enfermar” de Covid-19 al entonces aún titular de aduanas, Ricardo Ahued.
El 15 de abril de 2020, Buenrostro compartió un oficio dirigido a Ahued con las ocho oficinas centrales de operación aduanera y con todas las administraciones generales del SAT, en el que recomendaba al funcionario resguardarse hasta el 30 de abril en “referencia a su manifestación expresa realizada el día de ayer en el sentido de presentar síntomas de enfermedad respiratoria”.
Ahued respondió que estaba en perfecto estado de salud y trabajando, como desde el inicio de la contingencia sanitaria, en modalidad home office. Pero Ahued sabía que Buenrostro cumplía órdenes. Pidió audiencia en Palacio y presentó su renuncia el 24 de abril de 2020.
Germán Martínez y Ricardo Ahued regresaron en su momento al Senado y juraron lealtad al presidente, pero el primero ha continuado en actitud crítica de la política oficial y el segundo se regresó a la política veracruzana.
SHEINBAUM – EBRARD: GUERRA DE BAJA INTENSIDAD
En territorio corcholatero se desató la pugna entre seguidores de Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum a lo largo de 2022. Apenas a inicios de noviembre se difundió una videograbación en la que aparece personal del gobierno de la Ciudad de México borrando pintas que promocionan al canciller.
El video muestra una toma nocturna en la que aparecen tres trabajadores con sus chalecos amarillos y extensiones de brocha entre las manos, cubriendo con pintura blanca promocionales trazados en la barda de la rampa de un puente vehicular de la capital, en los que se leía: “Con Marcelo… ¡Sí!”, que es la leyenda con la que el secretario de Relaciones Exteriores promociona su imagen de aspirante presidencial obradorista, para 2024.
Indirectas en campaña entre las corcholatas. Foto: Archivo.
En respuesta, el gobierno de Sheinbaum respondió en su cuenta de Twitter con otro video en el que aparecen más trabajadores de la administración capitalina a borrando la leyenda #EsClaudia, inscrita también en un puente peatonal.
Dicha leyenda es el slogan de la campaña de promoción de la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaun, que también aspira a la nominación morenista a la presidencia en 2024.
Después de esa primera imagen, la secuencia muestra a trabajadores borrando pintas semejantes y de otras promociones y campañas políticas estampadas en diferentes inmuebles de distintas zonas de la ciudad. A manera de respuesta, se muestra cómo los empleados borran una propaganda que reza “La Cuarta transformación avanza con AMLO”.
La Dirección General de Servicios Urbanos acompañó el video con un comentario en el que asegura que “limpia a diario espacios públicos con grafitis o publicidad no autorizada, para evitar contaminación visual en calles, en beneficio de habitantes de #CDMX. Este año limpió 1.4 millones de m2 en bardas y espacios públicos”.
Pero la maniobra no había sido un modelo de sutileza como para que alguien se bebiera esa explicación, y menos el puntilloso cardumen del canciller.
De hecho, de ahí derivó la propuesta de Ebrard para sostener un debate con Sheinbaum, pero la jefa del gobierno la rechazó apenas hace un par de semanas, luego de que el canciller pusiera, entre las condiciones para efectuar el encuentro, la renuncia de los aspirantes a sus cargos públicos.
Sheimbaum declinó, no sólo porque ponía como requisito que el debate fuera organizado por Morena, sino también por el tema de la renuncia: “No lo creo necesario. Yo, a diferencia de mis compañeros, soy electa y tengo una responsabilidad que cumplir”
De hecho, ya en agosto habían comenzado los desencuentros. Luz María Rodríguez Pérez, asesora de la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología (SECTEI), denunció que fue despedida por manifestar simpatía política por el secretario de Relaciones Exteriores.
Rodríguez Pérez comentó en redes que tras cuatro años fue despedida: “La causa es mi simpatía hacia Marcelo Ebrard, ésta es de décadas, él me motivó e inspiró a ayudar en la Ciudad. Grandes amigas y amigos quedan de este paso, nos veremos pronto”.
El canciller aprovechó para responder por la misma vía: “Abrazo amiga querida. Respetar simpatías debiera ser ya costumbre’’,
La dependencia a la que estaba adscrita la funcionaria salió a aclarar que no se trataba de “un tema político”, sino de errores de registro de la planta laboral después de la pandemia.
HIGINIO – DELFINA: GUERRA DE EGOS
Otro pleito de antología fue el protagonizado por Delfina Gómez, precandidata de Morena al gobierno del estado de México, y el senador Higinio Martínez, exaspirante a la misma nominación.
Y es que Delfina ganó la postulación ―el gobierno le llama “presidencia del comité de defensa de la 4T” del estado de México― en una de esas encuestas que coinciden con la voluntad presidencial.
Higinio reconoció su derrota pero dejó entrever su desacuerdo en Edomex. Foto: Archivo.
El exalcalde texcocano y primer padrino político de Delfina Gómez subió el tono de su discurso luego de que el 4 de agosto se confirmara que la exsecretaria de Educación Pública fue la elegida por AMLO para contender por el gobierno mexiquense.
Martínez Miranda señaló esa mañana, en una entrevista con Ciro Gómez Leyva, que contaba con el apoyo de toda la estructura morenista del estado de México, razón de sobra por la que debía ser el candidato. Y difundió un video en el que indicaba que había luchado 47 años por esa postulación.
Después se filtró la versión de que Higinio amagó con revelar una versión extendida sobre el expediente del “diezmo” de Delfina; hasta que de plano comenzó a reunir a sus grupos, pidió a AMLO que Delfina “saque las manos” del proceso de renovación de la dirigencia estatal mexiquense.
Y es que entre las contrariadas huestes morenistas del Edomex, dos mensajes calaron hasta las bases municipales y distritales: por un lado, que el proyecto de Delfina consiste en hacer de Toluca, desde la campaña, una sucursal de la oficina de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, su asesora principal, lo que implica injustos desplazamientos de cuadros morenistas locales.
Y por otro lado, que “la estructura no es gratuita, ni pertenece a Delfina”, por lo que todos los liderazgos locales deben obtener garantías. Por lo pronto, Higinio va ganando, y está cerca de la presidencia de la cámara alta.
El endurecimiento de su postura sienta un precedente al enfrentar la verticalidad dentro del obradorismo. También exhibe la fragilidad del apoyo de los liderazgos morenistas locales a Delfina y la prevalencia de un encono irresuelto entre Higinio y su antigua pupila política.
Apenas después de la difusión de la encuesta, el senador texcocano desplegó su músculo, el sábado 27 de agosto: convocó en su municipio a todos los Consejeros Nacionales mexiquenses de Morena que le son fieles. Logró reunir 235 de los 410 que tiene la entidad.
Ahí, Higinio arengó a su huestes. Dijo que el grupo reunido era mucha pieza y está para ganar cualquier cosa, y desde luego el Comité Estatal de Morena: “Nos alcanza para ganar la presidencia del consejo político, y la presidencia y la secretaría general (del comité estatal)”.
Dijo que sí, que efectivamente darían su apoyo a Delfina Gómez, pero exigió que se efectúe ya la renovación de la dirigencia del comité estatal, aplazada “absurdamente” desde 2019 sin interferencias federales. A cada propuesta, las huestes de Higinio daban alaridos de confirmación.
Al cabo exhortó al presidente nacional de Morena, Mario Delgado, y a “quien pretende gobernar la entidad” a no vetar a nadie y a no posponer más la realización del Consejo Estatal de Morena, en el que se elegirán las posiciones mencionadas.
A su lado se hallaba una de sus fieles, la delegada nacional de Morena en Edomex, Martha Guerrero Sánchez, senadora suplente en funciones de Delfina Gómez. También estaba el líder de la bancada morenista en la Legislatura estatal Maurilio Hernández, quien reclamó respeto al grupo de Higinio por parte de la dirigencia nacional, pues “representa más de 400 mil votos emanados de las 41 asambleas distritales que acumularon más de 12 500 sufragios cada una, en promedio”.
@estedavid
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