En una década, ProMéxico, oficina creada en 2007 por Felipe Calderón para atraer inversiones, hizo compras por 3 mil 245 millones de pesos. El 52 por ciento de esos recursos cayó en los bolsillos de sólo cuatro empresas: dos del ramo del espectáculo, una de publicidad y una de outsourcing.
Las administraciones de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto fueron semilleros de fortunas para las cuatro compañías beneficiadas por ProMéxico. Las empresas son: Creatividad y Espectáculos, S.A. de C.V., filial de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE); Televisa, de la familia Azcárraga; Olabuenaga Chemistri, empresa de publicidad fundada por Ana María Olabuenaga y una de las favoritas del peñismo; y Negocios Universal TD2, un outsourcing acusado de no pagar sus cuotas obrero patronales y que fue inhabilitada recientemente para realizar contratos con el gobierno mexicano.
La contratación de estas empresas ayudaría a ProMéxico a cumplir la función para la que fue creada por medio de un decreto presidencial enviado por Calderón en 2007: fomentar la actividad exportadora y atraer inversión extranjera directa.
Tras diez años en activo, en mayo pasado Andrés Manuel López Obrador extinguió esta paraestatal, que tenía 46 oficinas en 31 países, por considerar que su campo de acción correspondía a la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la Secretaría de Economía. Su último director fue Paulo Carreño King, hijo del exvocero presidencial de Carlos Salinas de Gortari, José Carreño Carlón.
En el decreto de extinción, el presidente señala que pese a que la paraestatal debía durar 50 años, su existencia “ya no resulta conveniente desde el punto de vista de la economía nacional ni del interés público”. Como ejemplo, en el documento se menciona que en 2017 invirtió 24.9 millones de pesos en 616 apoyos para empresas, una inversión inferior al 2% respecto al presupuesto ejercido ese año. Para 2018, ProMéxico reportó ganancias por sólo 18 millones de pesos.
“Se mantenían oficinas muy costosas y lo mismo: puro recomendado, puro junior que se iban al extranjero a vivir a costillas del erario, puro fifí, con todo respeto, supuestamente a promover a México”, había dicho el presidente un mes antes de que el decreto de extinción entrara en vigor.
¿CUÁLES EMPRESAS SE BENEFICIARON?
La familia Azcárraga fue la más beneficiada durante el sexenio de Felipe Calderón. Por medio de Televisa S.A. de C.V., los Azcárraga se embolsaron 437 millones de pesos para realizar una serie de actividades denominadas “2011 Año de México en Francia” con la finalidad de “mostrar al pueblo francés la riqueza de la cultura mexicana, la modernidad y el dinamismo de una nación en crecimiento y desarrollo”, según el Anexo 1 de la Licitación.
Televisa sería la encargada de llevar durante un año obras de teatro, bailes, muestras de cine, conciertos y consorcios político-económicos a diversas ciudades francesas como París, Marsella, Toulouse, Burdeos, Metz, Brest, Rennes, Nantes, Lille, Lyon, entre otras.
Finalmente estos esfuerzos naufragaron por las tensiones diplomáticas derivadas del caso Florence Cassez, ciudadana francesa acusada de secuestro que fue liberada por fallas en el debido proceso.
El titular de la paraestatal en aquella época era Carlos Guzmán Bofill un ingeniero químico que aún presume en su currículum haber presidido este organismo que, durante su administración, fue reconocido por la ONU como la mejor agencia de promoción extranjera.
En la administración calderonista, la empresa Creatividad y Espectáculos, S.A. de C.V. (CREA) fue la segunda más beneficiada, esta empresa tiene, a su vez, vínculos con Televisa al ser filial de CIE. Televisa y CIE compartían en ese entonces acciones de OCESA.
Esta empresa obtuvo cuatro contratos en la administración del panista, pero el mayor fue el que ProMéxico le dio en 2010 para el desarrollar el pabellón de México en la Expo Universal Shanghai 2010 bajo el lema “Vivir Mejor”, con lo que el gobierno mexicano buscó “demostrar cómo afronta el país los retos globales del futuro en el marco de sus propias tradiciones culturales y sociales, a través de sus logros en el campo de los avances tecnológicos y de la investigación”. La empresa se embolsó 299 millones de pesos por desarrollar este evento en China.
Con el cambio de administración, la llave de recursos para CREA no cesó, por el contrario, la administración de Peña Nieto le asignó poco más de 500 millones de pesos en cinco contratos. El contrato que más sobresale es el que obtuvo por casi 388 millones de pesos para el desarrollo del Pabellón de México en la Expo Milán 2015.
La segunda empresa favorita de la paraestatal, durante la administración peñista, fue Olabuenaga Chemistri, S.A. de C.V. fundada por Ana María Olabuenaga, la creadora del famoso eslogan “Soy Totalmente Palacio”. En tan solo dos contratos por el concepto de “Servicios de planeación estratégica, creatividad, producción y administración de medios para las compañías publicitarias de ProMéxico”, esta empresa obtuvo casi 200 millones de pesos.
Olabuenaga y su empresa no sólo fueron beneficiados por ProMéxico en esa administración. Olabuenaga Chemistri fue la agencia de publicidad que trabajó en la imagen de Peña Nieto en la campaña por la Presidencia de 2012, por lo que a modo de agradecimiento, desde la Oficina de la Presidencia le otorgó 22 millones de pesos en contratos para asesoría especializada para la planeación estratégica, desarrollos creativos y supervisión de producción publicitaria, según una investigación de la periodista Linaloe R. Flores. Eso sin tomar en cuenta los casi 900 millones en contratos con el gobierno en general.
Por último, Negocios Universal TD2, S. de R.L. de C.V. obtuvo dos contratos por 143 millones de pesos por servicios outsourcing prestados a ProMéxico. Esta empresa fue una de las vetadas por la Secretaría de la Función Pública por no realizar el entero de cuotas obrero patronales al IMSS ni el de nómina ante el SAT, según el informe presentado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Aunque el 52% de los gastos por compras que realizó ProMéxico en una década beneficiaron sólo a cuatro empresas, la paraestatal otorgó un total de 567 contratos por un monto de 3 mil 245 millones de pesos.