EMEEQUIS.– Tras darse a conocer más casos de personas infectadas con coronavirus en México, Moody’s y Barclays coincidieron en que la propagación de la enfermedad tendrá un impacto negativo en la economía de México.
La agencia calificadora de riesgo crediticio (Moody’s) indicó que su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el país es de una contracción de -1.5%. La compañía de servicios financieros, Barclays, dijo que será de -2% para este año.
La economía mexicana no escapará de otra recesión durante el segundo trimestre del año, si la pandemia del coronavirus empeora e escala mundial, dice Moody’s.
Si bien reconoce que otros países del sur de América Latina se verán afectados por la relación comercial con China, los riesgos de México son mayores, pues no sólo se observa que tiene una limitada flexibilidad en su política monetaria, también por falta de preparación del sistema público de salud que puede acelerar el contagio.
Mientras que Barclays señala que hasta ahora el gobierno mexicano no ha podido rastrear el número real de casos de COVID-19, debido a la falta de equipos y pruebas, por lo que podría reaccionar demasiado tarde para frenar la tasa de contagio.
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Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México (Banxico), dijo que habrá un un impacto en las cadenas de suministro nacionales e internacionales. “La pandemia del virus COVID-19 ha impuesto retos significativos para la economía mundial y nacional. La economía mundial enfrenta un choque sin precedentes, sus efectos serán especialmente adversos en el corto plazo y los estamos viendo”, declaró en la Convención Bancaria de Acapulco.
Esta mañana, en conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, dijo que se tienen disponibles 9 mil 100 pruebas en México.
“Hay una reserva importante de pruebas en cada sitio y obviamente vienen nuevos insumos que llegarán oportunamente para seguir haciendo tantas pruebas como sea necesario de acuerdo a la fase epidémica de la enfermedad”, aseguró López Gatell.
Barclays comenta que, una vez que el gobierno tenga una medición más exacta del impacto potencial, probablemente implementará los protocolos recomendados, “lo que implicaría una reducción de las actividades sociales, afectando significativamente al sector de servicios”.
El impacto se prevé que sea similar al de H1N1 en 2009, cuando el sector de servicios disminuyó 1.6% en el segundo trimestre de ese año, esto en medio de la interrupción de las actividades sociales durante una semana.
@ptcervantes