Siguen las dudas en torno al ataque. Foto: Especial.
EMEEQUIS.- “Hay un detenido e iban por una persona, pero mañana les pueden dar información”,dijo la presidenta Claudia Sheinbaum para insinuar más que revelar detalles sobre el sangriento ataque en el bar “Los Cantaritos” de Querétaro, donde 10 personas perdieron la vida y 13 más resultaron heridas.
La tragedia, ocurrida en el corazón de la ciudad, ha desatado temores y especulaciones sobre las verdaderas intenciones detrás de esta violencia generada.
Desde el primer momento, Sheinbaum asegura que el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, tuvo comunicación con el gobernador Mauricio Kuri, y junto a las fuerzas armadas han estado brindando apoyo total a Querétaro.
“Hoy se dio el inicio de la información, pero mañana viene todo el gabinete de Seguridad para brindar más detalles de lo que conocen”, adelantó la presidenta, dejando entrever que aún queda mucho por descubrir sobre la naturaleza y los responsables de este acto atroz.
¿UN ATAQUE DIRIGIDO O UN ACTO ALEATORIO DE TERROR?
En medio de la conmoción, el alcalde de Querétaro, Felipe Fernando Macías, dio una declaración que deja más preguntas que respuestas: “El ataque fue dirigido a delincuentes,” afirmó, aunque en los videos se observa a los atacantes disparando sin un blanco claro. “Hechos insólitos como el de ayer nos ponen en máxima alerta. Nos preocupa, nos indigna y nos duele”, expresó el alcalde, haciendo eco de la confusión y el dolor que ha invadido a la comunidad.
LA SOMBRA DEL CRIMEN ORGANIZADO
El especialista en seguridad, David Saucedo, ofrece una teoría más escalofriante: dos cárteles se disputan el control del estado. “Este ataque no fue dirigido a un objetivo específico,” explica, “es una estrategia de ‘calentar la plaza’, propia de los grupos criminales que buscan consolidar su presencia en la región.”
En entrevista con Radio Fórmula, Saucedo apuntó al Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), cuyo aparente objetivo es expulsar al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de Querétaro, una región que antes había logrado mantenerse al margen de la guerra de los cárteles.
Los sicarios, según Saucedo, no buscaban un líder o un objetivo puntual: “No había un anillo de protección en torno a ningún comensal, tampoco había seguridad en el exterior que pudiera blindar frente a cualquier embestida… no había un ataque directo en contra de alguien”.
Con estas palabras, el experto pinta un cuadro desolador de la creciente violencia: un acto pensado para sembrar el terror en la población y obligar a las fuerzas de seguridad a intervenir.
El uso de vehículos quemados para borrar evidencias es otra táctica que Saucedo asocia con el CSRL.
“La manera en que disparan y hacen detonaciones de manera aleatoria es con el objeto de generar el mayor número de víctimas […] quemaron el vehículo para borrar huellas dactilares, cabello, casquillos, cualquier cosa que en el vehículo los pudiera inculpar”, añade, describiendo una operación meticulosamente ejecutada para evitar rastros.
QUERÉTARO: DE “PAX NARCA” A ZONA DE CONFLICTO
Querétaro, un estado que hasta hace poco había mantenido una “pax narca”, ve ahora esta calma rota con la llegada del CJNG, que busca expandirse en territorios del Bajío, generando fricciones con el CSRL.
La llegada del CJNG a Querétaro se da en un contexto de debilitamiento del CSRL en Guanajuato, su bastión tradicional, y esta pugna por el control del tráfico de drogas y el cobro de piso ha desencadenado una ola de violencia que, según Saucedo, era cuestión de tiempo antes de estallar.
La táctica de “calentar la plaza” —violencia aleatoria que busca atraer la atención de las fuerzas de seguridad y desestabilizar el control de un cártel rival— parece haber llegado a Querétaro. El ataque en “Los Cantaritos” es la señal de alerta: “Este tipo de violencia responde a una táctica común entre los cárteles para consolidar su influencia en una región”.
Querétaro, en donde la “pax narca” alguna vez fue un acuerdo tácito, se encuentra ahora bajo el fuego cruzado de dos poderosos cárteles que buscan expandir su dominio.
@emeequis