EMEEQUIS.– Para la educadora Nadia Luna el juego no tiene género. Lleva 17 años dando clases y este ciclo escolar le tocó el grupo 1ºC en el Jardín de Niños Federico Froebel integrado por 19 estudiantes en lista a los que pone a jugar para su formación. Esta escuela de preescolar está en el municipio de Chilpancingo de los Bravo, capital de Guerrero.
“La educación no sexista brinda a los infantes la oportunidad de ser tal y como son, de crecer básicamente como deberíamos hacerlo todos: en libertad, sin tener que limitarles desde expresiones como ‘ay, es que tú no puedes jugar al fútbol porque eres niña’, o ‘no puedes jugar a la comidita porque eres niño’”, cuenta en entrevista la profesora Nadia Luna.
Ella considera que el juego es una forma de socializar. Sin embargo, lamenta que las actividades lúdicas estén atravesadas por el sexismo desde etapas como la niñez y en espacios como la escuela. “En todo momento está el sexismo, hasta para los juegos también. A la hora del recreo se les separa: los niños se van a jugar allá, las niñas acá”, señala.
En la educación no sexista no existe una división entre lo que se espera de hombres y mujeres de acuerdo con los estereotipos de género que existen en la sociedad, y donde se promueve el respeto y la diversidad.
En el documento Equidad de género y prevención de la violencia en primaria, editado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se habla de la importancia de diferenciar desde la más temprana edad el sexo y el género. “Si se reconoce que las ideas y los significados que atribuimos a lo femenino y lo masculino son construcciones sociales, podemos admitir que no son naturales. Esto significa que están determinadas histórica y culturalmente y que no tienen nada que ver con el sexo de las personas. Sin embargo, estamos tan acostumbradas y acostumbrados a pensar y a vivir de acuerdo con esas ideas y significados que resulta muy difícil separarlas de los cuerpos sexuados de las mujeres y los hombres. Esta dificultad plantea la necesidad de estudiar y analizar cómo es que, en distintas sociedades y a través de los tiempos, se construyen tales diferenciaciones y distinciones, y junto a ellas, graves desigualdades, exclusiones y desventajas para ambos sexos”.
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De ahí la necesidad de que sea indispensable que estos temas se incluyan en la formación y actualización docente, así como en la educación dirigida a las alumnas y alumnos de todos los niveles, apunta el documento que hace referencia a la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), marco en el cual se hizo una nueva propuesta para la educación primaria (2008-2009) que abrió la perspectiva para incorporar y entrelazar temas de género como propósito educativo central de ese plan de estudios.
Ya han pasado muchos años desde que este tipo de educación comenzó a adquirir mayor trascendencia, sin embargo, para la profesora Nadia Luna falta un largo camino por recorrer: “Tristemente ni siquiera las docentes estamos realmente preparadas ni convencidas de la importancia de este tema. Tengo muchas compañeras que cuando hay actividades de las feministas se quejan. Yo estoy a favor de todas sus acciones, de todas sus actividades y considero que necesitamos más de eso en nuestras vidas, pero no, ahí las ves (a algunas compañeras) quejándose de que ‘esas no son las formas’, que ‘por qué se tienen que manifestar así’, etc.”, lamenta.
La SEP también refiere que en América Latina y El Caribe se ha ido incorporando la perspectiva de género con el propósito de alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres. Pero la maestra en Educación Humanista, Nadia Luna, considera que en México los esfuerzos no han sido suficientes. “En nuestro país se tiene la intención, y considero que de la intención no hemos pasado. Lamentablemente, el machismo en nuestro país prevalece”, advierte, y para erradicarlo es necesaria una educación desde la niñez.
El análisis Desventajas de género que enfrentan las niñas en la educación en México de la Cámara de Diputados indica que los movimientos feministas han luchado por el derecho a la educación. Sin embargo, el acceso de las niñas y mujeres a la escuela formal no ha estado exento de discriminación por razones de género.
La educación formal tiene un papel fundamental para la sociedad y las y los maestros deben ser agentes de cambio. “El personal debe asumir un compromiso, ser ellos agentes de cambio en el aula para construir relaciones de respeto, de igualdad, de no discriminación y de no violencia. Sí es un reto para la educación no sexista en México, para las autoridades educativas, pero no es imposible”, indica la pedagoga María Luisa Garfias Marín.
No obstante, muchas veces las maestras y maestros tienen que ser autodidactas en cuanto a la impartición de clases no sexistas, como ahora que la pandemia de COVID-19 ha afectado sus capacitaciones.
“Si antes teníamos algunas capacitaciones de equidad de género, ahorita no hemos tenido absolutamente nada. Este es el tercer ciclo que estamos en pandemia, a finales del 2019 tuvimos una breve capacitación, pero no fue para todas las educadoras, únicamente fue una por jardín, eso en cuanto se refiere a la zona en la que estoy”, cuenta Nadia Luna sobre una medida que no se replicará hasta las clases presenciales sin contingencia sanitaria en la capital guerrerense.
La especialista Garfias Marín coincide en que la educación no sexista también depende mucho de la iniciativa que tengan las maestras y maestros para sensibilizar al alumnado. “¿Cómo romper con todo esto? Cuando las maestras y maestros que estamos por cambiar este paradigma podamos fomentar en la escuela y en nuestros centros de trabajo una educación de este tipo dando pláticas, conferencias, invitando a otras mujeres y también a hombres (a hablar) sobre las nuevas masculinidades (…) Las mujeres que también hablen sobre violencia, sobre derechos humanos, sobre perspectiva de género y sobre la importancia de la educación transversal», indica.
Nadia Luna piensa que una cosa es asistir a las aulas y otra muy distinta es que se garantice una educación no sexista que incluya a personal docente y también a madres y padres de familia. “Se debería tener algo así como una escuelita para padres, porque se tiene que trabajar en lo básico, crear círculos de estudio para orientarlos respecto a la educación no sexista, dar información, crear un poco de debate y también realizar convivencias con la finalidad de cimentar lazos como comunidad escolar no sexista”, propone.
Otro avance en el terreno de la igualdad se ha dado en las mediciones que realiza el gobierno. En la década de los noventa la Secretaría de Educación Pública (SEP) incorporó a sus registros administrativos la variable sexo, con el propósito de poder medir la brecha de género entre las mujeres y los hombres en el ámbito educativo.
En el documento La incorporación de la perspectiva de género en la estadística educativa, se señala que es indispensable contar con este tipo de información, ya que esto permite enfocar el diseño de políticas, planificar y evaluar el Sistema Educativo Nacional (SEN). Es por ello que se ha trabajado para presentar información desagregada por sexo y con mayor desglose geográfico.
GUERRERO Y EL PROGRAMA EDUCACIÓN CON IGUALDAD
México ha adquirido los compromisos internacionales establecidos en la Convención sobre todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, 1989), en la Plataforma de Acción de Beijing (1995) y en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (1994).
Pero específicamente sobre educación no sexista hay un convenio pionero a nivel nacional entre el Fondo de las Naciones Unidas (Unicef), la Secretaría de la Mujer y la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) gracias al cual existe desde 2019 el programa Educación con Igualdad, que tiene como objetivo implementar la perspectiva de género y promover los derechos humanos desde edades tempranas, sobre todo en educación preescolar, primaria y secundaria.
Heriberto Huicochea Vázquez, secretario de Educación en Guerrero, está consciente de que lo que necesitan las maestras y maestros de nivel básico para su profesionalización en educación no sexista es formación.
“Es muy importante insistir en la formación, es decir, en capacitación en temas de género y derechos humanos. Ofertar permanentemente capacitación a todo el profesorado. Es muy importante que todos, quienes laboramos en la secretaría, desde el personal administrativo, los maestros en todos los niveles, obviamente todos los directivos, todos se involucren en estos temas porque es la única manera en la que vamos a poder ampliar de forma progresiva la cobertura del programa de Educación con Igualdad”, afirma.
El funcionario indica que desde la Unidad de Igualdad de Género se tiene proyectado ampliar la capacitación a las escuelas normales, que son formadoras de maestras y maestros, para que sean ellas y ellos quienes puedan difundir los aprendizajes en las escuelas. Huicochea Vázquez tampoco descarta involucrar a las madres y padres de familia, y espera que para el nuevo gobierno esto sea una prioridad.
En el camino de la educación no sexista debe haber un involucramiento de la sociedad en su conjunto, tanto instituciones de gobierno, como madres, padres, y sin duda las maestras y los maestros ya que son modelos de referencia para las niñas y los niños, coinciden las especialistas.
@Scarlett_GA