EMEEQUIS.– “Es un sentimiento agridulce, estoy contenta pero voy a tener que seguir cuidándome, no me voy a sentir segura pero me siento bien, porque esto pone un ejemplo, sé que es un proceso horrible y tarda mucho pero da un poquito de esperanza que no sea solo mi caso el que se resuelva”, confía Irene, víctima de amenazas y agresiones por parte de Jorge Arturo Said, mejor conocido como #LordGolpeador, quien este 28 de abril fue declarado culpable por un juez.
El caso de #LordGolpeador, que ha sido ampliamente documentado por la propia Irene en sus redes sociales a lo largo de casi cuatro años, es una muestra de la impunidad con la que buscan conducirse los agresores de mujeres, así como de los procesos maratónicos que lleva el acceder a la justicia cuando una víctima decide denunciar.
LOS GRITOS
El parteaguas de la pesadilla se remonta a mayo de 2018, cuando Irene, habitante de la alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México, escuchó gritos en un área común de su edificio. Al salir descubrió a Jorge Arturo Said agrediendo a una mujer, por lo que decidió confrontarlo, pedirle que dejara de violentar a la mujer que estaba con él y grabarlo.
El video que se hizo viral de Lord Golpeador.
En aquel momento el hombre la amenazó con “romperle la madre” si se metía con él y, lamenta Irene, cumplió esa promesa, pues la joven no accedió a bajar los videos de Twitter.
Ante las amenazas decidió tomar cartas en el asunto, presentando una primera denuncia, sin embargo, durante el levantamiento de la carpeta de investigación, hubo negligencia e irregularidades.
“En 2018, con la administración de Mancera, nunca me avisaron nada del proceso y la carpeta desapareció”, explica, pues fue hasta septiembre cuando se llevó a cabo la primera audiencia y aunque Jorge Arturo Said fue vinculado a proceso, no se le imputó prisión preventiva y llevó todo el proceso en libertad.
Al año siguiente, un nuevo incidente ocurrió y la agresión verbal pasó a ser física: Irene fue golpeada a patadas por Jorge y otros dos sujetos que lo acompañaban; fue cuando la joven interpuso una segunda y tercera denuncia y las audiencias iniciaron.
Con la llegada de la pandemia de Covid, las audiencias de 2020 se entorpecieron y retrasaron, en febrero de ese año tuvo que solicitarse el cambio de Ministerio Público debido a que éste tomó partido a favor del agresor y llamaba a Irene “la imputada”. “Con la pausa por la pandemia fue cuando se reanudó el acoso. En abril de 2020 hubo una vez que me bloqueó la entrada a mi edificio”.
Irene platica con EMEEQUIS que hasta que no escaló la violencia fue que las autoridades tomaron cartas en el asunto “¿hasta cuándo actuarán? ¿hasta que #LordGolpeador me mate?”, llegó a publicar en Twitter.
Irene denunciaba las agresiones en su cuenta de Twitter.
En el segundo semestre de 2020 fue cuando el proceso comenzó a tomar forma, sin embargo, en ese lapso, la intimidación verbal y acciones como cortarle la luz continuaron, además, recuerda lo difícil del proceso.
“El proceso en general es revictimizante, porque toda la carga de probar lo que te pasó depende de ti, entonces tú vas enojada, golpeada, triste, porque pues a mí me había
tocado un proceso muy feo de de ver cómo habían perdido la carpeta anterior, etc., y entonces la verdad yo iba con el ánimo en el piso y pues de pronto vi que sí que le echaron ganas, que ya me trataban como un ser humano que merece dignidad que no merecía lo que le pasó”, recuerda.
El periodo que Irene se refirió como “ser tratada humanamente” fue el de 2021 y lo que va de este 2022 puesto que el juicio inició formalmente y éste culminó con la declaración de culpabilidad de este 28 de abril. El próximo 2 de mayo se definirá la sentencia.
“Me enfrenté a un proceso muy largo en el que esta violencia de género no tenía una agravante pues no era mi pareja, ni mi familiar, era mi vecino. Era horrible, violencia de género a unos metros de mi casa”, recalca.
VIVIR AMENAZADA
El delito de amenazar a alguien, que consiste en anunciar una agresión o daño hacia alguna persona, sus bienes o derechos, no es considerado un delito grave, pero éste se incluye en el artículo 209 del Código Penal de la Ciudad de México, así como en el 282 del Código Penal Federal.
Sin embargo, el delito por el que Jorge Arturo fue señalado penalmente responsable fue por las agresiones y, debido a que los golpes que éste le dio a Irene sanaron en menos de 15 días, se prevé que la sentencia sea menor y pase un breve periodo en prisión.
“No sé qué vaya a pasar con la sentencia así como pues la decisión que tome el juez porque es un delito no grave; no espero una sentencia muy fuerte, pues claramente no es el caso, pero yo creo que el consuelo que yo tengo es que el tipo se va a quedar con antecedentes y va a ayudar a futuras víctimas a evitar tener que pasar todo lo que yo pasé”, admite Irene.
De acuerdo con cifras presentadas por el Reporte de Incidencia Delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros tres meses de 2022 se registraron 4 mil 040 carpetas de investigación por el delito de amenazas y mil 164 por lesiones dolosas.
Comparado con el mismo periodo de 2021, hubo un aumento, pues se registraron 3 mil 939 carpetas por amenazas y mil 043 por lesiones dolosas.
¿SIGUEN LAS AMENAZAS?
Pocas horas después de que Irene hablara en entrevista con EMEEQUIS, la joven posteó en sus redes sociales que una elemento de la policía apareció en la puerta de su casa sin ninguna invitación.
Irene denunció que una oficial acudió a su edificio este jueves.
En respuesta, la Unidad de Contacto del secretario Omar García Harfuch tuiteó que agradecía el reporte y darían seguimiento al caso.
@toxiicpriinces1