EMEEQUIS.― Mientras los médicos residentes del sistema hospitalario de Petróleos Mexicanos (Pemex) se mantienen en paro desde el 16 de diciembre en protesta por el recorte de 86% a su aguinaldo, al director la paraestatal, Octavio Romero Oropeza, le tocaron 218 mil 101 pesos para sus posadas.
Esa fue la cifra autorizada para el director de la petrolera, de acuerdo con el decreto presidencial del 10 de noviembre pasado, a través del cual AMLO determinó 40 días de salario como aguinaldo para diversos servidores públicos, incluido “el personal de enlace y de mando de la dependencias y entidades”, pues, explica el documento, “debe ser congruente con los principios de austeridad republicana que se han establecido en la administración del Ejecutivo Federal a mi cargo”.
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De modo que el aguinaldo recibido por el director de la petrolera equivale al de 87 médicos residentes que obtuvieron como compensación anual solamente 2 mil 500 pesos, en promedio.
A dicho agravio se sumó uno más ominoso, si cabe, pues al pedir una explicación por el inesperado recorte a su compensación legal, los médicos recibieron, según refieren, el argumento de que no se les había recortado el aguinaldo, sino que les había distribuido en sus pagos regulares a lo largo del año, pues del presupuesto destinado a dicha compensación había salido “el 6% de aumento autorizado” por AMLO en febrero pasado.
EL ENGAÑO
Se trata de un grupo de alrededor de medio millar de médicos residentes de hospitales de Pemex en la Ciudad de México, así como de Reynosa y Ciudad Madero en Tamaulipas; Poza Rica y Minatitlán en Veracruz; Salamanca, Guanajuato; a quienes les habían prometido que su compensación legal anual sería de al menos 10 mil pesos.
Los afectados manifestaron su inconformidad el 15 de diciembre, a través de un escrito dirigido al subdirector de Servicios de Salud de Pemex, Rodolfo Lehmann Mendoza, y al jefe de de la Coordinación Nacional de Enseñanza de dicha instancia, Roberto Arturo Vázquez Dávila.
En el documento, los médicos expresaron su sorpresa ante la explicación de que el aguinaldo se los habían distribuido “en el ciclo anual previo (2021-2022)”, y ante “un aumento significativo del salario base, al someter a una disminución de prestaciones como (…) beca educacional, aguinaldo y prima vacacional”.
ABANDONADOS POR EL SINDICATO
El médico residente Javier Valdez, del Hospital de Pemex en Minatitlán, manifestó que el paro permanecerá hasta que la directiva de la petrolera resuelva el adeudo que tienen hasta el momento.
Entre otras agravantes está el hecho de que, desde el inicio del año, al menos en esa unidad laboral, los pagos del salario fueron otorgados a destiempo y sin que tuvieran derecho a recibir los comprobantes de pago y copias del recibo, según denunció Valdez.
Pero además, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM):
“Estamos muy vulnerables, no contamos con el apoyo del sindicato, ni de las autoridades, desde el inicio del año manifestamos nuestra inconformidad. En ocasiones pasaban hasta tres meses para que nos pagaran nuestro salario, sin justificación alguna y con la reducción del 75 por ciento del aguinaldo nos afecta demasiado”.
MÉDICOS MEXICANOS, OTRO GREMIO ATACADO POR AMLO
Desde los primeros meses de su gobierno, AMLO ha arremetido contra el gremio de médicos y paramédicos del sector público de salud del país, a quienes ha acusado reiteradamente, sin evidencias ni datos, de rechazar plazas en zonas rurales.
Por ello, los ha acusado de “fifís”, “neoliberales”, “coerruptos” y “retrógradas”. En mayo pasado, Médicos de sociedades, asociaciones y colegios de México reclamaron al presidente Andrés Manuel López Obrador por la contratación de extranjeros para atender a la población, en lugar de contratar a 52,000 doctores que aseveran hoy están desempleados o subcontratados en el país y negaron que sean “neoliberales” o “corruptos”.
Un batallón de por lo menos 18 mil miembros del personal médico y paramédico constituye el déficit que complica la batalla del Sistema Nacional de Salud contra la enfermedad de Covid-19. De ellos, más de 2 mil han fallecido tras ser contagiados por sus propios pacientes, y al menos de 15 mil fueron despedidos por el gobierno federal antes y durante la pandemia.
La mayor parte del boquete fue formado por los despidos que la autoridad federal ejecutó en 2019, presuntamente para combatir la corrupción. Pero incluso durante la pandemia, el gobierno obradorista siguió suprimiendo parte de esa plantilla, por denunciar el desabasto de medicamentos.
Las bajas por Covid-19 sumaban, hasta hace un año, 2 mil 179 miembros del personal médico y paramédico. En tanto, los recortes de 2019 afectaron a más 15 mil miembros del personal hospitalario: 10 mil médicos y enfermeras de la Secretaría de Salud e institutos nacionales de salud, sin contabilizar otras especialidades; y 5,641 integrantes del personal hospitalario del IMSS, entre ellos 2 mil médicos del Programa IMSS- Prospera.
Para tapar el boquete de personal, el gobierno federal, a través del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), trajo en abril de 2020 médicos cubanos mejor pagados que el personal local y con menores calificaciones. Y en diciembre siguiente, 500 más. El costo fue de 6.5 millones de dólares por esa “camada”.
Personal médico nacional llegó a denunciar que el personal médico cubano se negaba a cubrir guardias o “se desaparecía”, pero sobre todo carecía de capacitación y conocimientos de medicina e infraestructura médica contemporánea.
No obstante, según el periódico Milenio, en plazas como Nayarit, los médicos cubanos reciben hasta 38 mil pesos de salario mensual, el gobierno les otorga alojamiento en zonas de medianos ingresos, alimentación, y hasta cocinero.
@estedavid
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