SOBRE EL AUTOR
EMEEQUIS.― Elementos de la Guardia Nacional (GN) y agentes de la Fiscalía de Guerrero persiguieron, detuvieron y torturaron a un repartidor de tacos en el municipio de Tetipac, a quien obligaron a declarse “halcón”, es decir, informante de grupos criminales.
La víctima se hallaba en el centro cívico de dicha demarcación, vecina del municipio de Taxco y colindante con la zona sur del estado de México, cuando advirtió que elementos de la GN perseguían a un grupo de civiles armados que corrían hacia donde él se encontraba, por lo que corrió a refugiarse a de la presidencia municipal.
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Los persecutores lo siguieron, lo hallaron en los baños de la alcaldía, lo derribaron a golpes, fue inmovilizado en el piso, con la bota de uno de los militares sobre el pecho, mientras otros de los gendarmes paramilitares cubrieron el rostro del taquero con una franela y vertían agua en ella para ahogarlo a intervalos.
Luego lo detuvieron, lo trasladaron a Taxco, le indicaron que tenía que declarar que era “halcón”, y lo entregaron al Ministerio Público, en instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del estado de Guerrero (FGJG), donde agentes de esta dependencia sometieron de nuevo al repartidor a tortura, quien finalmente fue vinculado a proceso y recluido en un penal de la entidad.
Hoy, a un año de haber recibido una denuncia por dichos atropellos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 91VG/2023 a la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez Velázquez; al comisario general de la Guardia Nacional (GN), David Córdova Campos, y la fiscal general del estado de Guerrero, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, por violaciones graves a los derechos humanos a la integridad personal y al trato digno por actos de tortura en agravio de una víctima, atribuibles a elementos de la GN y de la Fiscalía estatal en Chilpancingo, Guerrero.
EN EL LUGAR EQUIVOCADO
Los hechos ocurrieron el 18 de febrero de 2022, cuando la víctima se encontraba realizando labores como repartidor de tacos en la cabecera municipal de Tetipac. Vio que corrían varias personas, las cuales eran perseguidas por efectivos de la Guardia Nacional, por lo que apresuró el paso y se refugió en los sanitarios de la alcaldía.
El Palacio Municipal de Tetipac, Guerrero. (Especial)
Los gendarmes lo sacaron y, en las puertas del ayuntamiento, lo golpearon repetidamente en diversas partes del cuerpo, lo tiraron al piso, lo patearon, lo colocaron boca arriba y le cubrieron la cara con una franela a la que le echaron agua para asfixiarlo mientras le preguntaban los nombres de los “halcones”.
Uno de los militares dijo al otro: “pásame el garrafón del agua”. Después, cuatro elementos lo sujetaron y vertieron la cara el agua del bidón, sobre la franela que le cubría la nariz y la boca.
“Cuando se acabaron el garrafón con agua dijo el militar que se la estuvo echando: ‘Este cabrón no va a hablar, tráiganse la bolsa”. Lo colocaron de rodillas, le pusieron una bolsa transparente tapándole la cabeza y encima de ésta una bolsa de color negro, con las cuales le provocaban asfixia, jalándola contra su cara, cuando le faltaba el aire y daba bocanadas para respirar por la boca, lo golpeaban en las costillas los elementos de la GN, los mismos que lo habían mantenido sometido contra el piso”.
La víctima aceptó inculparse cuando lo amenazaron con matar a su hermana y a su familia, y así terminó esa primera tortura.
LOS ANGELITOS DE LA FISCALÍA
De acuerdo con la CNDH, la madrugada del 19 de febrero la víctima fue trasladada a las instalaciones de la Fiscalía del estado en Taxco. Antes de entregarlo, los efectivos de la GN le advirtieron de nuevo que tenía que inculparse como “halcón” si quería que su familia viviera, mencionar los alias de personas que no conocía.
Pero la víctima tuvo la mala fortuna de olvidar los nombres. Alrededor de las 2 de la mañana lo metieron a los separos, llegó una camioneta cerrada “como con 6 civiles, tipo combi con barandillas”. Llegaron a la oficina con un garrafón y una bolsa de agua, ahí en los separos le metieron la cabeza en la taza del baño, “sucia y llena de orines”, para obligarlo a darles “información de los Halcones que había en Tetipac”.
La víctima indica que al parecer eran de la [FGEG], “la camioneta que usaron era de allí, esa tortura duró como 15 minutos y dijeron ‘vámonos este güey no va a hablar’, lo sacaron de la celda le tomaron sus huellas digitales y lo trasladaron a la [FGR] de Chilpancingo…”, según consta en las actas circunstanciadas de la CNDH.
@emeequis
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