EMEEQUIS.– El grito de las mujeres ha ratificado hoy a Norma Piña, en su puesto de ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). La abogada convoca las invectivas oficiales y la simpatía de los grupos organizados en defensa de los derechos de las mujeres. Pero ella no es apreciada en el gobierno federal.
En lo particular, AMLO acusa a la abogada de favorecer a delincuentes; el vocero presidencial, Jesús Ramírez, le exige a Piña “respeto”, tras no haberse puesto de pie ante el mandatario en el aniversario de la Constitución; las hordas digitales afines al gobierno la atacan por considerar que su gestión detendrá el Plan B del tabasqueño, que recorta las capacidades del Instituto Nacional Electoral (INE).
Incluso se filtró una amenaza de muerte en redes sociales.
De manera frecuente, AMLO se lanza contra las mujeres que no comulgan de su discurso. Ya en el contexto de la celebración del 8 de marzo, ya ante el reclamo que ellas le hacen de políticas públicas que atiendan sus múltiples problemáticas, entre otras cosas: falsas, conservadoras, infiltradas, manipuladas, simuladoras, hipócritas, violentas, importadas, neoliberales, autoritarias, provocadoras, utilizadas, tramposas, disfrazadas…
No en todos los casos ha lanzado el presidente sus improperios de frente. En su estilo indirecto, acude, unas veces con destreza, otras con contenido desfogue, a la alusión o a la insinuación. Por ejemplo, dice: “Ahora con la simulación sobre el feminismo…”.
Además, ha desmantelado una serie de políticas transversales de apoyo a las mujeres: desaparición de programas de asistencia materno infantil, suspensión de presupuesto para la atención de víctimas de violencia de género, récord histórico de feminicidios, cancelación de atención a la mayoría de pacientes con cáncer de mama, recorte a presupuesto que impacta a madres buscadoras desaparecidos…
Una estampa del apoyo que tiene se dio este simbólico 8 de marzo en la Suprema Corte. Fue recibida por decenas de sus colegas con aplausos y el grito de “¡Ministra presidenta, ministra presidenta!”.
Así la recibieron hoy en la Suprema Corte.
SÍ LLEVA PIÑA
En ese contexto, ella, Norma Lucía Piña Hernández, presidenta del Poder Judicial de la Federación –la primera mujer que encabeza la Corte en dos siglos de vida republicana–, dice hoy, 8 de septiembre de 2023, a ellas, las mujeres, que “es posible, e impostergable, detener, de una vez por todas, la discriminación y las violencias por razón de género, desde donde nos encontremos: ¡va por las que estamos, por las que se han ido, por las que vendrán!”.
Ellas, responden, con una simple, poderosa, reiteración, que es también ratificación política, resumida en un grito que satura la atmósfera de una especie de orgullo colectivo, el de todas ellas: “¡Ministra presidenta! ¡Ministra presidenta! ¡Ministra presidenta! ¡Ministra presidenta! ¡Ministra presidenta!…”.
Se quedó sentada en el aniversario de la Constitución y eso molestó al vocero presidencial. Foto: Cuartoscuro.com.
AQUÍ MANDA LA CONSTITUCIÓN
Sea como sea que acabe el sexenio, Norma Lucía Piña Hernández será una de las mujeres que marque el convulso, y eterno, en su brevedad histórica, periodo presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Contra la voluntad del tabasqueño, el 2 de enero de este año, el pleno de la SCJN eligió a Piña Hernández como presidenta de dicho órgano colegiado.
Terminaba así la presidencia de Arturo Zaldívar en dicho tribunal, un periodo marcado por la coincidencia mimética de posiciones de la Corte con los criterios prevalecientes en la oficina principal de Palacio Nacional; por los mimos del titular del Poder Ejecutivo a al presidente del Judicial; por los requiebros de este ante las deferencias del mandatario; por un protagonismo que llevó al magistrado a publicar videos en Tik-Tok para complacencia de sus fans entre las hordas digitales obradoristas; y por la inversión de la mayor parte de su ejercicio legal en litigios para prolongar el mismo.
Javier Cruz Angulo, catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y director de la Clínica de Interés Público dijo en una entrevista con el periódico El Universal que, más que hablar en medios, como Zaldívar, Piña estaba habituada a a “hablar a través de sus sentencias”.
La Suprema Corte se vio obligada a aclarar, desde enero pasado, que la ministra Norma Piña no tiene cuenta de Twitter.
La llegada de Norma Piña no hizo gracia en Palacio. Pero fue el 5 de febrero cuando colmó la paciencia del círculo de confianza de López Obrador, cuando, en el acto conmemorativo del aniversario de la Constitución, en Querétaro, la presidenta del Poder Judicial de la Federación no se puso en pie a la llegada del mandatario.
No quedó todo ahí. Piña Hernández hizo algo peor aún, a ojos de la nomenclatura obradorista. Exigió que se respete la independencia del Poder Judicial, “ya que en ello reside la garantía de imparcialidad”, e invocó la Constitución como única guía.
El primero en estallar fue el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, que reclamó “que no se haya respetado el protocolo”, un eufemismo para pedir respeto a su jefe. Fue el toque de ataque para las amplias redes virtuales oficialistas que estallaron contra la ministra.
AMLO buscó matizar, dijo: “Estaba cansada, o no quiso pararse la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero me dio muchísimo gusto porque eso no se veía antes. (…) ¿Cuándo se había visto que un ministro de la Corte se quedara sentado en un acto así? Eso me llena de orgullo, porque significa que estamos llevando a cabo cambios, es una transformación, ya no es el presidente el que le da órdenes a ministros”.
No obstante, un mes después, el primero de marzo, el tabasqueño destilaba nostalgia por su fiel Zaldívar, al tiempo que lanzaba su ataque contra la ministra, de quien sugirió complicidad delincuencial: “Apenas llegó la nueva presidenta y se desata una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes (…). Antes cuando estaba Arturo Zaldívar había un poquito más de vigilancia sobre los jueces, se respetaba su autonomía, pero se vigilaban desde el Consejo de la Judicatura, que esa es su función, vigilar el recto proceder de jueces, de magistrados, de ministros”.
Y tras la manifestación en defensa del INE, en la que numerosos manifestantes y usuarios de redes manifestaron su demanda y confianza en que la SCJN eche atrás el Plan B, por sus intrínsecas violaciones constitucionales, surgió una amenaza en redes: alguien posteó la foto de Norma Piña con la leyenda “El problema”, y la imagen de una bala con la frase “la solución”.
Las peticiones de homicidio contra la presidenta del Poder Judicial fueron condenadas por numerosos sectores, pero en especial por las mujeres, las mismas que ahora dan su respaldo a Norma Piña.
Mensaje de la ministra presidenta por el 8M.
PRIORIDAD A LAS MUJERES EN EL PODER JUDICIAL
En un mensaje videograbado, difundido en ocasión del 8M, Norma Piña dijo acompañar, desde su puesto, a las mujeres manifestantes: “En el Poder Judicial Federal nos toca guardar silencio y escuchar a las mujeres que marchan, que gritan en las calles, que dan voz a las que callan y nos recuerdan a las que hablaron por primera vez”.
Explicó: “Como cada año, hoy también marcho con ustedes, pero en silencio, desde otra trinchera, al frente del Poder Judicial federal, luchando por lo que creemos que es posible e impostergable: detener, de una vez por todas, la discriminación y las violencias por razón de género, desde donde nos encontremos: ¡va por las que estamos, por las que se han ido, por las que vendrán!”
Y ofreció empatía estructural de la SCJN con las vulnerabilidades de las mujeres: “En el Poder Judicial federal reconocemos las deudas históricas del sistema de justicia con las mujeres, las asumimos de frente a los problemas que persisten en la efectividad impartición de justicia”.
Ratificó su compromiso: “Al mismo tiempo hoy iniciaremos una escucha permanente y progresiva, de forma prioritaria, a mujeres en situaciones diversas de vulnerabilidad acrecentada, solo escuchando contaremos con evidencia clara que nos permita atender los principales problemas que enfrentamos las mujeres para acceder a la justicia en México, éste es mi compromiso, nuestro compromiso desde el Poder Judicial federal”.
Y reiteró su adhesión a la lucha de las mujeres: “Salimos a las calles, ocupamos los espacios públicos, reclamamos, legítimamente, un alto a las violencias que impiden a millones de mujeres, niñas, adolescentes, adultas mayores, vivir en paz que nos impiden a las mexicanas desarrollar nuestro proyecto de vida en igualdad, con tranquilidad, con alegría, con dignidad. Hoy, nos vemos a los ojos, nos fortalecemos, nos acordamos de que somos muchas, de que somos fuertes, de que nos tenemos, hoy, una vez más, nos reunimos para exigir: ¡ni una más!”.
@estedavid
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