EMEEQUIS.– La crisis en Perú ha rebasado fronteras, hasta afectar a los connacionales. Los vuelos cancelados y los aeropuertos cerrados imposibilitan la salida de cientos de mexicanos para regresar al país.
Algunos han tenido que resguardarse en terminales aéreas o en hoteles, pero los recursos económicos y posibilidades de conseguir alimento son escasos, principalmente en diversas ciudades de Perú que han mantenido días de protestas políticas por la detención y retiro de la presidencia de Pedro Castillo.
Fany Toledo tiene 19 años y es estudiante en México. Viajó a Perú desde el 29 de noviembre para realizar un voluntariado en la comunidad de Tancarpata, en Cusco, para dar clases de regularización a niños; sin embargo, no ha logrado regresar con su familia.
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Su vuelo de regreso a México estaba agendado para el lunes 12 de diciembre, pero debido a las violentas protestas, lo cancelaron sin previo aviso.
“Mi vuelo ya estaba por salir, empezaron a abordar las personas, pero de repente nos dijeron que no y empezaron a bajarlas (…) En la aerolínea nos dicen por el micrófono que, debido a la situación, todos los vuelos están cancelados y que teníamos que evacuar el aeropuerto, pero afuera había manifestaciones. Muchas personas empezamos a reclamar, porque no era seguro”, cuenta la joven desde Perú en entrevista con EMEEQUIS.
Su familia ha solicitado apoyo a las autoridades. A través de redes sociales piden la intervención del canciller Marcelo Ebrard y de Pablo Monroy Conesa, embajador de México en Perú, ya que la joven se encuentra sola resguardada en un hotel y temen por su seguridad.
Por dos días se quedó en el aeropuerto de Cusco, durmiendo en el piso y sin alimentos, posteriormente, pudo ser escoltada hacia un hotel, pero ha tenido que salir a las calles en busca de dinero y comida.
“Ayer tuve que salir porque ya no tenía soles para comprar comida. Tuve que ir hasta el centro, me tomó como dos horas caminando, porque no hay transporte. Me tocó una manifestación donde me rociaron con gas lacrimógeno. Fue una sensación muy fea, todavía siento ardor en la cara, garganta y en los ojos”, cuenta.
Al igual que ella, más de 450 mexicanos, de acuerdo con las más recientes estimaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se encuentran en Perú sin posibilidades de volver a casa.
El embajador Pablo Monroy ha referido que la instrucción para los connacionales es permanecer en los hoteles hasta esperar instrucciones de salida, ya que no se puede establecer un plan de traslados por el cierre de vías de transporte.
Fany fue a dar clases de regularización. Foto: Cortesía.
Este miércoles, el canciller Marcelo Ebrard aseguró que se mantiene en comunicación con los afectados, sin embargo, hasta ahora no tienen asegurada una ruta de salida por el cierre de carreteras y aeropuertos.
Los mexicanos en Perú temen por su seguridad ante las protestas, pero también por la falta de recursos económicos para mantener su estancia.
Alrededor de las 18 horas de este jueves en México el embajador Monroy actualizó la situación: “Al día de hoy tenemos en nuestro registro, en el registro que habilitamos en la embajada, a más de 450 personas, más de la mitad de ellas se encuentran en Cusco, en el departamento de Cusco, en diversas localidades. Se mantienen manifestaciones y bloqueos, se mantienen cerrados cinco aeropuertos”.
Las más recientes estimaciones del embajador Monroy hablan de más de 450 connacionales varados.
“TUVIMOS QUE CORRER PARA SALVAR NUESTRA VIDA”
La experiencia para Rafael González y su familia implicó un riesgo de fuga.
Desde el 6 de diciembre viajaron con él otras 10 personas a Perú. Fueron de vacaciones por turismo para conocer diversos pueblos y ciudades. Su boleto de regreso estaba pactado para martes 13 de diciembre, pero desde el lunes comenzaron las afectaciones a su viaje por las protestas armadas.
Después de un tour por Machu Picchu tenían planeado regresar a la ciudad de Cusco. Tomaron un tren desde el pueblo de Aguas Calientes en Perú con dirección a la Central Hidroeléctrica, donde los recogería un guía de turistas. Tras horas de espera, les informaron que las carreteras estaban cerradas, por lo que no sería posible ir a recogerlos.
“Cuando estábamos esperando nuestro traslado para regresar a Cusco nos notifican que están tomadas las carreteras. Nos informan que no iban a pasar por nosotros, que venía un contingente armado y que corríamos a escondernos. En un grupo de 40 extranjeros, éramos como 20 mexicanos, corrimos por la selva hasta resguardarnos en un cuartito”, cuenta el mexicano originario de Aguascalientes.
Rafael González cuenta su experiencia.
Por más de cuatro horas tuvieron que recorrer la selva y diversos pueblos en busca de resguardo y transporte para llegar a Cusco. Sortearon diversos puntos de manifestaciones, fueron perseguidos y tuvieron que esconderse.
“Tuvimos que correr en la selva para salvar nuestra vida. Correr, resguardarnos, escondernos. En mi grupo viene una niña y una persona de la tercera edad, fue algo muy difícil”, cuenta que entre el grupo de turistas extranjeros se organizaron para juntar el poco dinero que les quedaba y subir a un tren de local que los llevó a Cusco, donde ahora se encuentran.
Llevan dos días viviendo en un hotel donde sólo han salido por comida y en busca de apoyo de las autoridades consulares. “No tenemos dinero, no tenemos comida. En la noche vino la Cónsul a traernos un pollo para que pudiéramos comer. El hotel nos está dejando resguardarnos sin dinero, sin poderles pagar”, afirma Rafael.
La violencia de las manifestaciones también afectó al grupo al momento de salir a las calles. “Hemos intentado salir del hotel pero es complicadísimo, apedrearon a unos compañeros, los resguardaron en una tienda cuando fueron a comprar víveres”, asegura que la embajada les ha proporcionado algunos insumos, pero no tienen fecha de salida para regresar a México.
Personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores se ha mantenido en comunicación con algunos de los mexicanos varados a través de redes sociales. Les piden tener calma y aguardar indicaciones.
Escondidos en un pequeño cuarto. Foto: Cortesía Rafael González.
Hasta el día de hoy les solicitaron sus datos personales y fotografía de su pasaporte para abrir una posibilidad preliminar de salida, sin embargo, no es un acto seguro por el cierre de vialidades.
El Gobierno de Perú, a cargo de la recién nombrada presidenta, Dina Boluarte, decretó estado de emergencia por un periodo de 30 días, debido a las manifestaciones de la policía con ciudadanos que exigen la liberación del expresidente Pedro Castillo y convocar a nuevas elecciones. De acuerdo con información oficial del gobierno peruano, se estima que las violentas protestas han dejado un saldo de al menos siete personas fallecidas y decenas de heridos.
Mientras esto sucedía, el juez Juan Carlos Checkley dictó 18 meses de prisión preventiva contra el depuesto presidente Pedro Castillo. Un mes más de lo que duró su mandato.
@GloriaPE_
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