EMEEQUIS.– La violencia feminicida no cesa en México. Casos como los de Debanhi, Luz Raquel, Ariadna e Yrma Lydya tomaron relevancia este 2022, luego de que cada una fuera víctima de este tipo de crimen que, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los últimos años ha presentado una tendencia al alza.
En los últimos cuatro años del sexenio de Enrique Peña Nieto, la cifra de feminicidios pasó de 412 en 2015, a 898 en 2018: un total de 2 mil 659. Mientras que en la gestión de López Obrador el ascenso fue de 942 en 2019 a 777 en lo que va de 2022. El acumulado hasta octubre de este año es de 3 mil 643.
Un incremento de 37% con respecto a los cuatro últimos años de EPN.
Rumbo al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), el panorama no es alentador, ya que si los casos eran elevados de 2015 a 2018, a partir de 2019 los feminicidios en el país repuntaron, dejando cada vez más casos emblemáticos.
La tendencia a nivel nacional.
Además, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio destaca que, en muchos casos, las cifras pueden variar de las oficiales y ser aún mayores, debido a que las fiscalías estatales se niegan a catalogar las muertes violentas de mujeres como feminicidio.
Dentro de los 788 casos de feminicidio clasificados en el país (en lo que va de 2022), algunos de los más emblemáticos se localizaron en tres de las metrópolis más grandes del país, cuya centralización favoreció al momento de difundir las historias.
NUEVO LEÓN
En el primer cuatrimestre del año, el nombre de Debanhi Escobar se viralizó luego de que fuera reportada como desaparecida en el kilómetro 15 de la carretera Monterrey – Nuevo Laredo.
La fotografía de la última vez que fue vista circuló en redes y fue hasta el 22 de abril que la Fiscalía estatal confirmó el hallazgo del cuerpo de la joven de 18 años en la cisterna del hotel Nueva Castilla, que había sido registrado cuatro veces antes.
El caso ilustra uno de los ejemplos más comunes de violencia institucional, pues de acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se trata del “los actos u omisiones de las y los servidores públicos de cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar, obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres”.
Es así como el feminicidio de la joven se sumó a los más de 81 registrados hasta octubre de 2022 en la entidad y que dan muestra de una clara tendencia al alza en este crimen con respecto a años anteriores, a pesar de los señalamientos y banderazos a protocolos por parte del gobernador Samuel García pues pasó de 1 carpeta de investigación en 2015 a 81 en 2022.
Mientras tanto, según han acusado los padres de Debanhi, la investigación del caso permanece estancada, tras una serie de omisiones por parte de la Fiscalía estatal, revictimización y filtración de información delicada.
CIUDAD DE MÉXICO
En los últimos meses se han registrado varios casos emblemáticos de violencia feminicida en la capital, a pesar de que el gobierno de la Ciudad aseguró desde hace unas semanas que las muertes violentas de mujeres han disminuido un 28% a la par del aumento en un 28% de personas agresoras.
Uno de estos casos ocurrió frente a varios testigos en un restaurante de la colonia Del Valle: Yrma Lydya, una joven cantante de 21 años, fue asesinada por su esposo Jesús Hernández Alcocer de 79 años el pasado 23 de junio.
Sin embargo, la Fiscalía capitalina contaba ya con antecedentes del caso de Yrma, pues la joven acudió a finales de 2021 a denunciar a su esposo por violencia familiar y agresiones, los cuales no fueron calificados como tentativa de feminicidio.
Su caso, aunque ocurrido en circunstancias distintas, refleja la similitud con el caso de Abril Pérez, quien llevaba un historial de denuncias en contra de su exesposo y al no contar con las medidas cautelares necesarias, los feminicidas tuvieron camino libre para cometer el crimen.
El feminicida de Yrma, Jesús Hernández Alcocer, fue detenido el día del crimen y cuatro meses después murió por causas naturales al interior del Reclusorio Norte, según confirmó la Fiscalía.
Otro caso que se sumó al de Yrma fue el de Ariadna, de 27 años, asesinada a finales de octubre de este año. Su caso estuvo lleno de irregularidades al inicio, puesto que su cuerpo fue localizado por una pareja de ciclistas en una carretera de Tepoztlán, Morelos.
Posteriormente, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Morelos informó que la muerte de Ariadna fue por broncoaspiración secundaria e intoxicación etílica, a lo que familiares y activistas se negaron rotundamente.
A partir de entonces, el caso se desarrolló en un ir y venir entre las autoridades de la Ciudad de México y de Morelos: se realizó una segunda necropsia, a petición de la familia de la joven, cuyo resultado indicó que la causa de muerte de Ariadna Fernanda fue en realidad un trauma múltiple por diversas lesiones y diversas evidencias señalaron a Rautel “N” y Vanessa “N”, conocidos de la víctima y la investigación se clasificó como feminicidio, por lo que ambos fueron detenidos.
Cifras del Secretariado Ejecutivo muestran un ligero descenso en los feminicidios registrados en la capital, sumando 56 casos de enero a octubre de 2022, sin embargo el mayor aumento se presentó desde 2018.
JALISCO
En agosto, Luz Raquel Padilla falleció a causa de las heridas del ataque donde fue quemada y agredida el 19 de julio en Zapopan, Jalisco. Tenía meses denunciando diversos actos de intimidación y amenazas de quemarla viva, la última frase fue pintada al interior de su edificio.
Sin embargo, aunque al inicio el caso fue señalado como feminicidio, días después la Fiscalía de Jalisco dio una conferencia de prensa en la que dio detalles sobre las últimas acciones de Luz Raquel, apuntándole como la culpable de su propia muerte y que ella misma se prendió fuego.
La reacción por parte de colectivos y activistas ante los dichos de la Fiscalía en el caso fue de indignación generalizada.
Pese a este caso y el avance de la violencia de género en el estado, las cifras del Secretariado dan muestra de un “repentino” y pronunciado descenso en los feminicidios cuando a partir de 2018 el aumento de los casos era constante.
VIOLENCIA INSTITUCIONAL E INOPERANCIA
Para el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, la mayor problemática continúa en las fiscalías que tratan cada caso pues se sigue culpabilizando a las mujeres víctimas y ocasiona una serie de descalificaciones desde las autoridades hasta la sociedad.
“Responsabilizar a las mujeres de sus propias muertes entonces si es grave y lo tenemos que parar y denunciar”, concluyó Luz Estrada, directora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).
@FridaMendoza_
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