EMEEQUIS.– El gobierno de Andrés Manuel López Obrador cuenta con un club de amigos en la oposición. Se trata de un puñado de senadores que con sus ausencias han ayudado a que los intereses oficiales prevalezcan sin mayores contratiempos en la Cámara Alta.
Ellos dan con frecuencia encendidos discursos y elaboradas declaraciones sobre el embate del gobierno de AMLO contra la democracia, el desmantelamiento de instituciones, la vulneración del estado de derecho.
Pero, a la hora de la verdad, bajo la premisa de que mucho ayuda el que no estorba, estos senadores se ausentan para hacer más cómodas las votaciones al morenismo.
El caso más reciente fue el pasado 15 de febrero, cuando se sometió al pleno de la Cámara de Senadores una iniciativa para que ese órgano legislativo solicitara a distintas instituciones que abrieran una investigación sobre las propiedades vinculadas a un proveedor de Pemex, que en Houston habitaban José Ramón López Beltrán y su esposa Carolyn Adams, hijo y nuera, respectivamente, de López Obrador.
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No estuvieron en esa esa votación Beatriz Paredes Rangel (PRI), Claudia Ruiz Massieu Salinas (PRI), Sylvana Beltrones (PRI), Josefina Vázquez Mota (PAN), José Alfredo Botello Montes (PAN), Marco Antonio Gama Basarte (PAN), Raúl Paz Alonzo (PAN), Gustavo Madero Muñoz (Grupo Plural), Mario Zamora (PRI) y Verónica Delgadillo García (MC).
Hasta el neoemecista José Luis Ramírez Pech, ahora candidato naranja al gobierno de Quintana Roo, ha resultado cuestionado, pues una pregunta frecuente entre los opositores es por qué votó contra la propuesta del punto de acuerdo en cuestión, si al cabo ya se iba.
Raúl Paz (PAN) y Claudia Ruiz Massieu, entre los que no votaron. Foto: Cuartoscuro.com.
OPOSITORES DISCURSIVOS, AMIGOS EN VOTACIONES
El punto de acuerdo para que se investigara la espinosa trama sobre la casa de Houston que habitaba el hijo de AMLO se fundó en la presunción de que podrían configurarse los delitos de conflicto de interés, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, asociación delictuosa y cohecho.
La intención era que el Senado pidiera a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), a la Fiscalía General de la República (FGR), a la Secretaría de la Función Pública (SFP) y a la Auditoría Superior de la Federación, que efectuaran “una investigación exhaustiva, en el ámbito de sus atribuciones, en torno a las casas en Houston, Texas, en las que ha vivido el hijo del presidente de la República que, de acuerdo con la información publicada, puede constituir los delitos de conflicto de interés, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, asociación delictuosa y cohecho”.
También pedían que “se investigue qué otros pagos, favores o contraprestaciones han recibido de la empresa Baker Hughes o de alguna otra empresa beneficiada por Pemex y el gobierno federal” el hijo de AMLO y su nuera.
La exgobernadora de Tlaxcala y expresidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, quien llegó a acusar alguna vez a Morena de “ser más priístas que el PRI”, no votó.
Tampoco se presentó la sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari y secretaria general del PRI, Claudia Ruiz Massieu, que en otra ocasiones ya se ha ausentado en votaciones polémicas.
También hay panistas que prefieren no meterse en líos con el obradorismo. Entre los que más destacan está la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota, que se mostraba muy combativa como opositora, pero eso fue cuando gobernaba el PRI. Ahora se cuida también de no dar pasos en falso con Morena.
Otros albiazules que tampoco asistieron a esa votación para no arriesgarse a que los de Morena los vean feo, fueron el potosino Marco Antonio Gama Basarte (PAN), el queretano José Alfredo Botello Montes (PAN) y el yucateco Raúl Paz Alonzo (PAN).
También está en el grupo de amigos el chihuahuense Gustavo Madero Muñoz, a quien su ingreso al grupo plural le ha servido para hacer mutis en temas espinosos bajo el argumento de que no puede pronunciarse sin el consenso de su fracción.
Y está también una integrante del Movimiento Naranja, la senadora jalisciense Verónica Delgadillo García, que tampoco se presentó a la votación de un asunto que implicaba tantos problemas para la familia presidencial.
Pech Várquez, el colmo, dicen. Foto: Cuartoscuro.com.
PECH VÁRGUEZ, EL COLMO
Pero el caso de mayor desconcierto es el del quintanarroense José Luis Pech Várguez. Era un obradorista furibundo hasta que el dedo del señor no le concedió la candidatura de Morena al gobierno de su estado.
Y mientras andaba negociando que MC lo postulara –previa caída del actor y empresario Roberto Palazuelos, que le resultó una apuesta insostenible al partido en cuestión– seguía apoyando las posturas de Morena.
Por eso apareció en la carta de senadores –tumbada por el INE– en la que juraron “incondicionalidad” a AMLO, difundida el 15 de febrero.
Y ese mismo día se efectuó la votación del dictamen. Pues resulta que Pech Várguez pasó a votar en contra del dictamen para investigar la posible corrupción de la familia presidencial. Eso sí, al otro día ya salió con declaraciones muy antimorenistas y para el viernes 18 se anunció su postulación a Quintana Roo.
@emeequis