EMEEQUIS.– Aunque la intervención del crimen organizado en las distintas etapas de los procesos electorales ha sido más intensa desde el año pasado, el gobierno obradorista ha declarado que no existen focos rojos en las seis entidades que el próximo domingo acudirán a las urnas.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, descartó focos rojos: “Hay tranquilidad, desde luego la expectativa que genera un proceso electoral, pero hasta ahora, el proceso electoral se desarrolla sin incidentes mayores. No, no hay (focos rojos) en este momento, ninguno”.
Ayer señaló que la autoridad electoral no ha dado ningún reporte sobre “la posibilidad de que grupos delictivos estuvieran incidiendo en los comicios”, y que el gobierno federal se mantiene en alerta y en coordinación con las entidades para garantizar la seguridad.
Pero en tierra llana el panorama se ve diferente. Además de 106 políticos asesinados, las elecciones intermedias de 2021 dejaron numerosos testimonios de la intervención de grupos delictivos en operaciones electorales. Especialmente fue señalado el Cártel de Sinaloa, que presuntamente habría desplegado sus fuerzas para favorecer a Morena, de acuerdo con la oposición.
Justo en Sinaloa, se denunciaron secuestros por parte de grupos armados representantes de casillas y operadores políticos del PRI, incluidos dirigentes. De manera inopinada, al cierre de la jornada electoral el presidente Andrés Manuel López Obrador dio una declaración insólita: “La gente se portó muy bien. Los que pertenecen a la delincuencia organizada, en general, bien”.
Pero además de azoro, el proceso 2021 dejó una geografía electoral que luce frágil ante el poderío y la expansión que la violencia criminal ha alcanzado en este sexenio.
EMEEQUIS presenta aquí, a partir de una revisión hemerográfica, la memoria inmediata de regiones de alta volatilidad en Aguascalientes, Hidalgo, Durango, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo, las entidades que tendrán elecciones el 5 de junio, y que acaso no han sido detectadas por el radar oficial.
TAMAULIPAS
Distrito VII
Altamira – Ciudad Madero
¡ARRIBA EL CÁRTEL DEL GOLFO, PUTOS!
A Sergio Carmona Angulo, un empresario ligado a la nomenclatura morenista de Tamaulipas, lo liquidaron al estilo de escuela clásica del hampa, en noviembre del año pasado: le metieron dos tiros mientras lo acicalaban en una barbería de Garza García, Nuevo León.
Como su hermano César, Sergio Carmona era investigado por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y por la Fiscalía de la Unidad de Inteligencia Financiera, del gobierno de Tamaulipas, por hechos relacionados con contrabando de hidrocarburos y extorsión a transportistas en inmediaciones de la frontera con los Estados Unidos.
En 2018 y 2021, los Carmona apoyaron las campañas de la mayoría de los hoy representantes populares de Morena, en su mayoría con dotación de unidades de transporte.
Tras el asesinato, la políticos morenistas más cercanos a Sergio Carmona se desmarcaron de posibles relaciones con este. Pero los vínculos eran demasiado conocidos. Los más evidentes eran con el alcalde de Ciudad Victoria, Eduardo Gattas Báez, el diputado federal, Erasmo González Robledo, y el alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion.
Osegura Kernion es un empresario constructor, nieto de Abel Oseguera, un exsenador por Tamaulipas en tiempos del general Lázaro Cárdenas. Sin otros antecedentes, en 2018 surgió como candidato de Morena a la alcaldía de Ciudad Madero, que ganó; y refrendó en 2021.
En 2018, cuando era candidato a la presidencia municipal, apareció información sobre sus propiedades en Texas: una residencia en Sharyland Plantation, en San Rafael Mission, Texas, donde también poseía una constructora. Él sólo admite ser asesor financiero de K.O. Concretos S.A., que fundó Altamira en 2008.
Apenas en abril, la filtración de un audio a la prensa detonó un conflicto entre Oseguera y su correligionario Eduardo Gattás, alcalde de Ciudad Victoria. La grabación se presentaba como una conversación entre Gattás y Sergio Carmona.
En ella se escucha la voz del alcalde victorense: “Amigo. Buenas tardes. Oye, fíjate que tengo un buen amigo en SEDENA y me están pasando ahí lo que vienen siendo el transporte para SEDENA, de diesel. ¿Con quién puedo ver de tu empresa el tema ese?”.
Tras el escándalo desatado por el audio, Gattas salió a defenderse. Dijo que era un mensaje de voz de Whatsapp que databa de 2019, y que no lo había enviado a Carmona, sino al propio Adrián Oseguera, “por ser la única persona que conozco en Tamaulipas que tiene –reveló– transporte de camiones de diesel”.
La alusión al transporte parecía pretender confirmar la versión de que Oseguera era socio de los hermanos Carmona. Aunque han corrido acusaciones semejantes sobre otros personajes de Morena, en los que incluyen al candidato a la gubernatura, Américo Villarreal.
Lo cierto es que en el equipo original de Oseguera Kernion abrió las puertas de la política morenista a un personaje singular, llamado Gastón Arriaga Lacorte.
Arriaga Lacorte formaba parte del equipo original de Oseguera en el ayuntamiento maderense, donde lo nombró director de Prospera y Consejos Vecinales, en 2018.
A pesar de la modestia de la posición, le fue suficiente a Gastón Arriaga Lacorte para poder, muy pronto, codearse con figuras locales y nacionales del morenismo, con quienes ha presumido fotografías en sus cuentas de redes sociales.
Por ejemplo ha compartido imágenes en las que aparece abrazando a la presidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján, o al asesor presidencial Pedro Salmerón.
También se ubica a Gastón Arriaga Lacorte como cercano al exalcalde de Ciudad Madero y diputado federal por el Distrito VII a Erasmo González Robledo, quien sí tenía relaciones claras con Sergio Carmona, al punto que usaba sin rubor las camionetas lujosas camionetas del Grupo Empresarial Permart, de los hermanos Carmona.
El caso es que Arriaga Lacorte apareció en octubre de 2019 como candidato a Delegado del Distrito VII al Consejo Estatal de Morena, y ganó, por lo que s e integró a ese cuerpo colegiado.
Sólo un año más tarde, en noviembre de 2020, apareció al Consejo Consultivo Estatal de Morena en Tamaulipas, que preside José Jaime Oyervides Martínez, un profesor que fue dirigente interino de dicho partido político en 2029, tras el fallecimiento del titular, José Antonio Leal Doria.
Fue un mes después cuando se difundió el video en el que Arriaga Lacorte apareció celebrando con música de mariachi como fondo, y gritando a todo pulmón: “¡Viva el Cártel del Golfo, putos!”.
Su exjefe, el alcalde Adrián Oseguera, salió de inmediato, antes de que le preguntarán, a reconocer que Arriaga Lacorte era su amigo, pero que no podía hacerse cargo “de lo que dice en sus borracheras”.
También el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas, Armando Zertuche Zuani, admitió que lo recibía en reuniones de la Legislatura “porque es un personaje importante del partido”, pero todo en términos “institucionales”. Fue más lejos: pidió una investigación contra Arriaga Lacorte.
Y es que por entonces ya habían salido más detalles sobre el origen concreto del personaje: es hijo de Gastón Arriaga Barragán, preso en Estados Unidos por tráfico de drogas, detenido en agosto de 2013 en la garita de Nogales, Arizona, cuando intentaba pasar, ocultos en su auto, 27 paquetes de cocaína.
Era demasiado. Los gobiernos de Tamaulipas mantenían una cercanía con los capos del narcotráfico que no distinguió partidos.
Por ejemplo, la gestión (1987-93) del priísta Américo Villarreal Guerra ―padre del actual candidato de Morena― fue vinculada con sospechas de estar ligada a Juan Nepomunceno Guerra, capo fundador del Cártel del Golfo.
Villarreal Guerra no sólo tenía lazos familiares con Juan Nepomuceno Guerra, fundador del Cártel del Golfo –según se refiere J. Jesús Lemus en su libro El último infierno: más historias negras desde Puente Grande–, sino que además, de acuerdo con insistentes denuncias de prensa de aquella época, dicha organización alcanzó su mayor expansión gracias a la protección de su gobierno.
Era una relación que venía de una generación atrás. Villarreal Guerra nombró como subprocurador a Raúl Morales Cadena, hijo Raúl Morales Farías, quien era el abogado de Juan Nepomuceno Guerra –fundador del Cártel del Golfo– y de su familia.
Fueron los años en que la estructura criminal se asoció con la jerarquía policíaca, al punto de tener en su nómina a destacados narcotraficantes, que incluso eran galardonados.
Américo Villarreal ha explotado la prosapia política que le heredó su padre. En el sexenio de Ismael Hernández Flores ingresó al sector salud estatal como director hospitalario, y en el sexenio de Egidio Torre Cantú (2011-2016) se desempeñó como subsecretario de Salud.
Villarreal, Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington, Ismael Hernández. Todos señalados o investigados por nexos con el crimen.
Incluso el gobernador en funciones, el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, fue señalado cuando era candidato a alcalde de Reynosa, en 2004, de haber integrado a su equipo a un excomandante ligado al narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo; ya en funciones, fue acusado de prestar instalaciones municipales a Osiel Cárdenas, líder del Cártel del Golfo en ese entonces, para repartir juguetes un 6 de enero, aunque fue el propio ayuntamiento denunció los hechos.
En todos esos años, los políticos se empeñaban en negar vínculos con el crimen. Ahora la situación ha cambiado.
El titular de Sedena, Luis Cresencio Sandoval, en un reporte reciente de seguridad. Foto: Cuartoscuro.com.
HIDALGO
Distrito XII
Pachuca-Zapotlán
“10 MIL PESOS SI TE LO ECHAS”
El jueves 11 de junio de 2021 mataron a Manuel Aguilar García, alcalde de Zapotlán de Juárez, un municipio limítrofe con Pachuca, capital del estado de Hidalgo. De unos cincuenta y tantos años, regordete y alegre según las crónicas de prensa, militante de Movimiento Ciudadano (MC), había sido elegido en comicios extraordinarios de octubre de 2020, que habían sido aplazados debido a la pandemia de Covid -19.
En diciembre asumió el cargo y seis meses después, ya en 2021, cuando llegaba por la noche a su casa en el paraje La Cañada, en la comunidad de Acayuca, le metieron una tanda de balazos desde una motocicleta que rugió a sus espaldas y que ya no pudo ver.
La luz roja de la motocicleta se perdió en la oscuridad y la distancia, y una cuadrilla de elementos de las policías municipal y estatal, así como de la Guardia Nacional (GN), salieron en operativo relámpago para buscar a los homicidas, pues se dijo que eran dos los hombres que huyeron en la moto. Pero no encontraron a nadie.
Manuel quedó tendido entre varios cartuchos percutidos de calibre 22, bajo el pálido halo de una luminaria, a las puertas de su casa, donde había vivido con su esposa y sus dos hijos.
Como es habitual, las autoridades judiciales prometieron una investigación a fondo. Pero no pasó nada durante semanas, hasta que un día de septiembre, una semana después de las fiestas patrias, un muchacho de 17 años llamado Irving se presentó a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) a rogar que lo detuvieran, porque, aseguró, él había matado al presidente municipal de Zapotlán.
Dijo que un desconocido le había hecho la oferta: “10 mil pesos si te lo hechas”. El maleante fue presentado ante el Ministerio Público y fue procesado por homicidio, pero nadie quedó con la sensación de que se había hecho justicia.
Los meses sepultaron aquellos acontecimientos, pero había sido como el preludio de una era de mayor violencia en la región. En la última semana de 2021 fueron hallados tres cadáveres en la región. El primero en Zapotitlán y dos más en los límites de Pachuca con Zempoala. Todos tenían un letrero con la firma de los presuntos ejecutores: “Cártel de Hidalgo”.
Según reportes de prensa. (“Surge el Cártel Hidalgo; se disputa el territorio con ejecuciones y amenazas”, Áxel Chávez, Proceso, 5 de enero de 2022), la nueva célula criminal de la zona metropolitana de Pachuca buscaba disputar mercado a un grupo delictivo conocido como Los Pepes. También mantienen áreas de control en la región el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y “Zetas Vieja Escuela”.
DURANGO
Distrito V – Canelas
LA GENTE BUENA DEL MAYO
Canelas es uno de los municipios que abre el abanico del “Triángulo Dorado” sobre tierras duranguenses. El triángulo es esa zona que comprende Sinaloa, desde la región de Badiraguato, y que se extiende sobre Durango y Chihuahua. Una amplísima región montañosa que alcanza la frontera con Estados Unidos, en la que el cultivo y trasiego de drogas es dominado por el Cártel de Sinaloa.
La misma zona que el presidente López Obrador quiere rebautizar como “el triángulo de la gente buena y trabajadora”. Una región donde el sanguinario criminal Ismael “Mayo” Zambada es el amo de las montañas.
Ahí, en Canelas, “El Mayo” tenía muchos amigos. Uno de ellos, según documentó en 2015 la revista Proceso, era el presidente municipal, Santiago Cháidez Jiménez. Lo malo es que, con frecuencia, Zambada se va quedando sin amigos porque se los matan.
El 20 de enero de 2018, Cháidez Jiménez, de 42 años, fue asesinado a balazos junto con otro hombre, quien fue identificado como Fidel Coronel Coronel, cuando se encontraban platicando animadamente en el parque de Canelas.
Son situaciones habituales en la región, hasta para los que no andan en la política. Por eso en Canelas causan mucha angustia las visitas de AMLO a sus vecinos de Sinaloa.
QUINTANA ROO
Distritos II, III y IV
Puerto Morelos – Cancún, Benito Juárez
MORTÍFEROS MENSAJES
Ignacio Sánchez Cordero quería ser presidente municipal de Puerto Morelos, un municipio costero vecino a Cancún, Quintana Roo. Y casi lo consigue. A principios de 2021 estaba por renunciar al cargo de secretario de Desarrollo Social que desempeñaba en el ayuntamiento de ese municipio para ser el abanderado de la coalición formada por Morena-PVEM y PT.
Pero la mañana del 24 de febrero, cuando Ignacio se hallaba tomando café con algunos acompañantes en un establecimiento de la colonia Pescadores, un individuo entró al lugar y le descargó su pistola por la espalda.
La tragedia ensombreció a la familia. Pero los dirigentes partidistas instaron a la viuda, Blanca Merari, a ocupar la candidatura. Ganó.
Pero exactamente un año después, el 25 de febrero pasado, el hermano de Ignacio, Darío Sánchez Cordero, fue asesinado a tiros junto con su hijo menor de edad, Darío Fermín, cuando se hallaban en un predio de la colonia Leona Vicario.
La clase política vive bajo asedio en la región. El lunes 28 de enero de 2019, las partes desmembradas de un hombre aparecieron dispersas a un costado de la avenida Cancún, a la altura de la colonia El Pedregal, en el poniente del municipio de Benito Juárez.
OAXACA
Distrito XIX
Ocotlán de Morelos
ELECCIONES Y ORFANDAD
La mañana del sábado 20 de marzo de 2021, la exdiputada y candidata del PAN a la presidencia municipal de Ocotlán de Morelos, Ivonne Gallegos, viajaba en su camioneta por una carretera de la región, acompañada de su chofer. De pronto, un automóvil en el que viajaban hombres armados les dio alcance y abrieron fuego.
Apenas un día antes, Ivonne había presentado una denuncia por violencia política, pues unos audios presuntamente falsos buscaban implicarla con el crimen organizado.
Su amiga, Eufrosina Cruz, lideresa de Pueblos Indígenas de Oaxaca, relató a l periódico español El País: “Tuve que vestirla, cerrarle los ojos, y explicarle a su niño de 10 años lo inexplicable, por qué le habían arrebatado a su mamá, una mujer buena con un único sueño, ser la presidenta municipal de Ocotlán”.
El niño perdió en realidad a sus dos progenitores. Seis años antes, el 5 de marzo de 2015, el esposo de Ivonne, José Luis Méndez Lara, también fue asesinado a tiros en Ocotlán.
AGUASCALIENTES
Distrito IV y IX
San Francisco de los Romo – Asientos
RENCORES VIVOS
La madrugada del 30 de junio de 2018, Octavio Ramírez Gallegos, coordinador de campaña distrital del PRI, salió en su camioneta a la zona de San Francisco de los Romo, a 22 kilómetro de la capital, para verificar que no hubiera propaganda negra que en aquellas fechas se venía distribuyendo en el estado.
El operador priísta tuvo un altercado con presuntos morenistas, y resultó lesionado (“Asesinan a tres personas más en vísperas de los comicios”, El Universal, 1° de Julio de 2018).
Ramírez Gallegos sobrevivió y no solo asumió como regidor del ayuntamiento, sino que se convirtió, en 2019, en coordinador estatal de los regidores del tricolor.
Pero los rencores se mantuvieron vivos. En el municipio de Asientos, ya en 2021, Diana Vázquez, candidata a la alcaldía de la coalición PAN-PRD, denunció que le borraron bardas y más de 200 lonas de su propaganda.
Y que un grupo de sus promotores fue directamente atacado por integrantes de Morena. “El incidente se desató luego de que un joven en la comunidad de Ciénega Grande grabó con su teléfono la forma en que el regidor de Morena y ex delegado en el municipio, Ricardo Esquivel Esquivel y su equipo borraban nuestra propaganda (…) hemos recibido amenazas cuando andamos recorriendo las calles, gente de Morena nos intimidan, tratan de provocarnos”.
@estedavid