EMEEQUIS.– Kamala Harris asumió el mando del gobierno de los Estados Unidos por una hora con 25 minutos. El presidente Joe Biden reanudó sus funciones a las 11:35 a.m, tiempo del este, según la notificación de la Casa Blanca al Senado, después de someterse a un procedimiento médico de rutina.
Por formalidad legal, la vicepresidenta, Kamala Harris asumió poderes presidenciales, convirtiéndose así en la primera mujer que ha tenido esa responsabilidad política en sus manos.
Anteriores presidentes de los Estados Unidos ya se han sometido a procedimientos médicos por los que se ha cumplido el mismo protocolo de transferencia efímera del poder, pero esta vez ha causado gran expectativa, acaso por la edad avanzada de Joe Biden y por el carisma de la vicepresidenta.
Cumplido el protocolo, el poder volvió a Biden, quien incluso encabezó la ceremonia tradicional de perdón a uno de los pavos, ante la proximidad de la celebración del Día de Acción de Gracias.
EL PAPEL DE KAMALA
Desde que fue seleccionada por Biden como su compañera de fórmula en la campaña electoral hacia la Casa Blanca, en el verano del año pasado, Kamala Harris fue considerada como un “seguro” ante la posibilidad de que la salud del hoy mandatario pudiera verse comprometida en algún momento.
Después de todo, para nadie era un secreto que Biden es un hombre cercano a la octava década. Y, simultáneamente, al sumar a Kamala, Biden estaba también “ungiéndola como la líder de facto del partido en los próximos cuatro u ocho años”, según vislumbró entonces The New York Times.
El rotativo neoyorquino consideró que Harris era “una pragmática moderada”.
Así lo ha demostrado. Para ejemplificar con su relación con México, Harris ha sido la encargada de mover con todo carisma las palancas necesarias para que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador contenga el flujo migratorio de Centroamérica, tema en el que se ha desvivido el gobierno del tabasqueño.
Kamala es la primera afrodescendiente y con sangre india en alcanzar el segundo cargo del gobierno más poderoso del mundo. Y lo valora:
“Si bien soy la primera mujer en ocupar este cargo, no seré la última, porque cada niña que nos esté mirando verá que este es un país de posibilidades”, dijo en su primer discurso tras la victoria electoral de 2020.
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Ahora ha sido ya la primera mujer con poderes presidenciales. Y en caso de que Biden viera menguada sus fuerzas y Kamala tuviese que asumir definitivamente el mando, la exfiscal estaría cumpliendo con el papel que estaba previsto desde un inicio.
LA SALUD DE BIDEN
Biden se sometió esta mañana a un examen físico anual de rutina en el Centro Médico Walter Reed. Es el primero que se practica dentro de su ejercicio como presidente.
Biden cumple 79 años este sábado. Nació el 20 de noviembre de 1942, cuando el ejército nazi tomaba el control total de Stalingrado, y se avecinaba la contraofensiva soviética.
Es el mandatario de más edad en su primer término en la historia de Estados Unidos. Es decir, otros alcanzaron la edad que tiene el actual presidente, pero al asumir un segundo periodo.
No puede decirse que su salud sea débil, pero tampoco tan robusta como la de un roble. En 1988 sufrió dos aneurismas cerebrales y se sometió a una cirugía para reparar los vasos sanguíneos reventados. En comparación con su actual edad, en aquel entonces Biden era punto menos que un mozalbete, pues contaba 56 años.
Siendo ya presidente electo, Biden sufrió dos fracturas de pie, unas semanas después de su elección. Las lesiones ocurrieron, según ha dicho el mandatario, cuando resbaló sobre una alfombra al jugar con su perro, Major.
Se trató de fracturas capilares que le obligaron al uso temporal de bota médica. Después de una radiografía a principios de febrero, se dijo que el presidente se había recuperado por completo.
En 2019, Kévin O’Connor, médico de cabecera del mandatario estadounidense, emitió un informe sobre la salud de Biden, en el que consignó que tiene un latido cardiaco irregular, altos niveles de grasa en la sangre, reflujo estomacal y alergias estacionales.
Al menos el problema cardiaco y el reflujo no parecían nada anormal para un militante demócrata promedio después de los años de gobierno de Donald Trump.
Pero O’Connor decidió de todos modos darle un coctel vivificante a Biden: Eliquis y Crestor para sus problemas cardíacos y sanguíneos, y Dymista para las alergias, más dos medicamentos de venta libre, Nexium para el reflujo ácido y Allegra para las alergias.
@emeequis