Fue condenado por corrupción en torno a Odebrecht y desvío de fondos para una reconstrucción. En la imagen es escoltado para la audiencia del primer caso. Foto: Especial.
EMEEQUIS.– Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, actualmente preso en el penal de máxima seguridad conocido como La Roca, en Guayaquil, tras ser extraído de forma violenta de la embajada de México en Quito, enfrenta varios cargos de corrupción desde 2017.
Fue condenado por los delitos de asociación ilícita (2017) y cohecho agravado (2020) en relación a la trama Odebrecht que se dio en varios países de Latinoamérica, México incluido, que involucra sobornos a legisladores por contratos petroleros.
Por el primer cargo fue sentenciado a seis años de prisión y por el segundo a ocho años. En noviembre de 2022, Glas salió de prisión después de cuatro años y medio de cárcel. Obtuvo la libertad provisional por cumplimiento parcial de su condena.
Fue acusado de malversar recursos destinados a reconstruir la región de Manabí, tras el terremoto de 7.8 que sufrió la población en 2016. Mediante recortes salariales y alza de impuestos, el gobierno recaudó cerca de mil 600 millones de dólares, pero en los hechos no fueron destinados a la mencionada reconstrucción, sino a otros proyectos. La investigación “determinó que existiría un abuso de dinero público en beneficio de terceras personas”, señaló la Fiscalía.
Glas llegó a la embajada mexicana en Quito en diciembre del año pasado en busca de asilo, mismo que le fue concedido ayer, poco antes de la irrupción violenta de las autoridades de Ecuador, que transgredieron la Convención de Viena en lo referente a la inviolabilidad de las embajadas.
Sin embargo, también se acusa al gobierno mexicano de incumplir la Convención de Caracas por dar asilo a un criminal que ya recibió sentencia, como es el caso de Jorge Glas.
Jorge Glas fue mano derecha del expresidente Rafael Correa (2007-2017). Fue detenido nuevamente este viernes por la noche, en otro capítulo de sus enfrentamientos legales relacionados con corrupción, aunque él alega persecución política del gobierno actual liderado por Daniel Noboa.
Tras su nuevo arresto, el gobierno mexicano rompió relaciones con Ecuador al violarse de manera ilegal la embajada en Quito.
“Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México, por lo cual le he instruido a nuestra canciller que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”, señaló el mandatario en un mensaje de X.
TODO INICIÓ POR UN COMENTARIO DE AMLO
Las tensiones iniciaron el 3 de abril luego de un comentario emitido por el presidente mexicano López Obrador, en el que ponía en tela de juicio el triunfo de Noboa.
AMLO manifestó que en los comicios ecuatorianos del año pasado “de manera muy extraña” la candidata del correísmo, Luisa González (no la mencionó por su nombre), llevaba las de ganar, hasta que Fernando Villavicencio fue asesinado, el pasado 9 de agosto de 2023. Daniel Noboa terminó superándola y conquistando el poder en Ecuador. Asumió la Presidencia el 23 de noviembre pasado.
NO ES UN PERSEGUIDO: ECUADOR
Este sábado, la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld negó que Glas sea un perseguido político. En conferencia de prensa, dijo que “Ecuador agotó el diálogo diplomático con México” y que nuestro país “contravino el principio de no intervención”.
Aseguró que antes de la irrupción pidieron a México que entregara a Glas y que no le concediera asilo. “Ecuador expresó a la embajada de México, a través de comunicaciones y reuniones que no procede la concesión de asilo diplomático”.
Argumentó que la decisión del presidente Noboa se tomó “ante un riesgo inminente y real de fuga”.
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