Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y Claudia Shenbaum, presidenta electa, encabezaron la ceremonia con motivo del Bicentenario de la Federación de Chiapas a México
EMEEQUIS.– En la recta final del gobierno de López Obrador, no podía faltar Palenque en sus giras de fin de semana. Este sábado saludó a sus paisanos y les recordó que esta ciudad chiapaneca será su refugió a partir del 1 de octubre cuando deje el poder.
“Ya es bastante trabajo. Estoy aflojado en terracería y el motor anda muy bien, pero ya la carrocería ya no anda bien, entonces ya cierro el ciclo. Sobre todo tengo un problema de una enfermedad cardíaca porque me dio un infarto y ya no puedo forzar más mi pobre corazón, que me ha ayudado mucho”, dijo en compañía de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Les recordó que no podrá recibir a nadie porque se retira como figura pública y ahora estará dedicado a la investigación histórica del México prehispánico, pero le pasó la estafeta a Claudia Sheinbaum, quien cumple su gira número 12 con el todavía presidente, antes de asumir el 1 de octubre como la primera mandataria de México.
Ante el grito de “¡Presidente, presidente!”, el mandatario federal aseguró que está orgulloso porque termina su mandato, al tiempo que recibía no sólo cariño de sus paisanos sino hasta un guajolote.
“Me siento muy contento y muy orgulloso de haber encabezado este movimiento de transformación que hicimos entre todos los hombres mexicanos, mujeres, que participamos en la Cuarta Transformación”, señaló.
“Y lo hicimos desde abajo, nada de que fue con alianzas con oligarcas con los que se sentían dueños de México no, lo hizo el pueblo por eso este es un movimiento democrático”, destacó.
Se despidió temporalmente de sus paisanos, porque tras retirarse de Palacio Nacional su rancho “La Chingada”, en Palenque, Chiapas, será su nuevo refugio, alejado de los reflectores.
Se confesó reacia a las apariciones públicas y recordó que desde antes que ganara la presidencia López Obrador decidió que no iba a cumplir el rol de “primera dama”, por su temor a los reflectores, pero también porque lo considera costumbre “rancia” de sus predecesoras, además de poner en claro que México votó por AMLO y no por su familia.
Se esforzó en explicar cómo es que López Obrador emigrará a Palenque, Chiapas, a 900 kilómetros de distancia de Ciudad de México, pero continuarán casados y al pendiente de su hijo mejor, Jesús Ernesto.
“Somos una pareja, creo que, felizmente casada”. Y volteó a ver al presidente entre sonrisas cómplices. “Lo que cambia es que él se va a Palenque y yo lo he apoyado, porque debe estar donde quiera estar, si fuera el corazón de África, yo lo apoyo, porque se merece todo”.
En julio pasado AMLO ya había mencionado que se mantendrán en contacto pero que evitará viajar en avión para evitar fotos indiscretas. EMEEQUIS verificó corridas de autobuses entre Palenque y Ciudad de México y obtuvo el dato que son 17 horas de viaje, en vista de que anteriormente AMLO dijo que evitaría los aeropuertos por las miradas indiscretas.
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