EMEEQUIS.– De Mancera en adelante no hay culpables. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) concentró la responsabilidad por el colapso de la estructura elevada de la Línea 12 del Metro, que causó la muerte de 28 personas y más de 80 heridos el 3 de mayo pasado, en la etapa de construcción de la misma.
Excluidas las responsabilidades relacionadas con el mantenimiento, la supervisión y la operación subsecuente, queda fuera de la culpa la gestión del exjefe de gobierno Miguel Ángel Mancera.
Pero también quedan libres de culpa la actual jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, y su amiga y responsable administrativa directa durante la tragedia, Florencia Serranía, directora del Metro al momento de la tragedia.
De acuerdo con las conclusiones de la indagatoria de la FGJ, el accidente fue ocasionado por la instalación insuficiente e inadecuada de pernos, el diseño inadecuado de la conexión inferior de los atizadores verticales en zonas de diafragmas y mala calidad de las soldaduras de la obra.
La fiscal general de la capital mexicana, Ernestina Godoy Ramos, anunció que en las próximas horas serán presentadas formalmente las imputaciones contra individuos y empresas implicadas en la construcción.
Aunque no detalló si entre los imputados hay exfuncionarios del gobierno capitalino, las conclusiones de la indagatoria oficial fueron interpretadas en redes sociales como un señalamiento contra el secretario de Relaciones Exteriores y exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubón, bajo cuya administración se efectuó la obra, cuya entrada en operación apresuró, según documentaciones periodísticas.
También se ha señalado al exsecretario de Finanzas de esa administración, que era el actual dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien coordinó, liberó y transfirió los recursos destinados a la ejecución de la obra.
SERRANÍA, LA PROTEGIDA
Tras una gestión desastrosa al frente del Metro, marcada por al menos 13 fallas graves 28 meses previos a la tragedia, Serranía todavía sorteó la tormenta mediática derivada del colapso.
Cuando se incendió el Puesto Central de Control I, Serranía trató de desmarcarse con la famosa frase: “Yo soy sólo la directora del Metro”.
La tragedia fue precedida por varias auditorías internas que señalan deficiencias técnicas y quebrantos financieros; numerosos reportes e imágenes posteados por usuarios en redes sociales, desde el año pasado, sobre el deterioro de las columnas que acabaron por desplomarse; inspecciones técnicas que no acabaron en nada.
Claudia Sheinbaum y el gobierno federal la protegieron cuanto pudieron. La noche de la tragedia Sheinbaum declaró: “Se le da mantenimiento todos los días a las Línea 12… Vamos a decir la verdad como siempre”.
Serranía renunció por la presión mediática, hasta el 30 de junio, casi dos meses después del colapso. Pero no sufrirá mayores consecuencias. Ella sigue haciendo negocios.
Marcelo Ebrard en 2012 durante la inauguración de la Línea 12 del Metro. Foto: Saúl López / Cuartoscuro.com.
CANDIL DE LA CALLE, OSCURIDAD DE SU CASA
A pesar de sus tropiezos como funcionaria pública, Serranía es la estrella ejecutiva de un grupo de empresas de la industria ferroviaria. Ha sido considerada una destacada arquitecta financiera, certera consultora técnica, experta en operación de vías, creadora de software de tráfico, autoridad en transporte masivo, logístico, intermodal… Y “una gran inteligencia para trabajos de misión crítica”, según una de sus validaciones de aptitudes en su perfil de Linkedin.
Y aunque las calificaciones de Serranía Soto en el sector privado contrastan con el desempeño que tuvo como directora del Metro de la Ciudad de México, lo cierto es que su éxito financiero es innegable.
De acuerdo con documentos patrimoniales consultados por EMEEQUIS, Serranía es dueña de Urban Travel Logistic (UTL), controla la mitad del capital accionario de Operadora de Trenes Mercurio, es socia de ejecutivos y consejeros de experimentadas firmas del sector como Mercurio Leasing, Audingmex, Adingtraesa, Didimex, Grupo Prodi, y hasta de la multinacional empresa energética Poyry.
Serranía los agrupó bajo un organigrama cuya cúspide estaba reservada para su nombre. De modo que no, no era “solamente” la directora general del Metro .
Todo comenzó cuando Claudia Sheinbaum invitó a Serranía a incorporarse al gobierno capitalino, que también por coincidencia era su vecina de departamento, y se encontraban diariamente en el elevador, según relata la estrella ferroviaria.
UN 378% DE SOBREPRECIO
El jefe de gobierno era Marcelo Ebrard. El secretario de Finanzas era Mario Delgado, quien diseñó la estrategia financiera del proyecto.
La Línea 12, llamada Línea Dorada, nació con problemas. El proyecto estructural fue elaborado por Consultoría Riobóo, propiedad de José María Riobóo, un personaje cercano a AMLO desde los tiempos en que este fue jefe de Gobierno.
Actualmente, Riobóo es asesor económico del presidente, y se atribuye a su influencia el nombramiento de su esposa, Yasmín Esquivel, como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en 2019.
El contrato de compra de 30 vagones se asignó a la empresa española CAF, por una adjudicación directa de más de 1,500 millones de dólares, bajo autorización firmada por Mario Delgado (actual líder de Morena) en 2009. Una investigación de la periodista Guadalupe Lizárraga detectó que se trataba de una operación con 378% de sobreprecio.
En 2014, el entonces director del Metro, Joel Ortega, suspendió el servicio entre las estaciones Tláhuac y Culhuacán debido a graves fallas del tramo elevado que podían causar descarrilamientos, explicó.
NEGOCIOS DE LA MANO DE PEÑA NIETO
En 2000, Florencia Serranía fue directora de Planificación en la Secretaría de Transportes y Vialidad (actualmente Secretaría de Movilidad), y dirigió el Metro por primera vez de 2004 a 2006, bajo las gestiones de AMLO y de Alejandro Encinas.
Poco después pisaría fuerte dentro de la industria privada ferroviaria. Como CEO y confundadora de Urban Travel Logistics obtuvo la operación del Tren Turístico Puebla-Cholula; de la Etram Ciudad Azteca y de la Etram Cuatro Caminos. Serranía también ha formado parte del proyecto Smart Passenger, un sistema de prepago electrónico para transporte público, y de Smart Parking, un sistema electrónico de pago para estacionamientos públicos de manos libres, con la Plataforma IAVE.
La página web de la compañía de Florencia Serranía detalla que UTL “estuvo a cargo de todos los aspectos relacionados con la movilidad, incluida la consulta sobre el diseño arquitectónico del área de transferencia, negociaciones con proveedores de servicios de transporte privado, negociaciones con agencias gubernamentales relevantes, y el diseño y desarrollo de la plataforma de software para el sistema de operación y pago automático para el sistema de operación y pago automático”.
UTL, que fue fundada por Serranía el 18 de agosto de 2010, de acuerdo con su acta constitutiva, especifica que ejecutó los trabajos referidos durante el periodo “2010-2014”.
Aunque el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, inauguró el Mexipuerto en diciembre de 2010, sólo cuatro meses después de que UTL se integrara al proyecto de la terminal.
Serranía había emprendido su carrera en los negocios con el pie derecho. Se había sumado a un proyecto en el que estaba implicado José Miguel Bejos, uno de los empresarios más favorecidos durante el sexenio de Peña Nieto.
EL REENCUENTRO
Florencia Serranía era una de las piezas más relevantes del grupo político de Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México. Otra de ellas es Manuel Santiago Quijano, director de Gestión Estratégica y Enlace del Fondo Nacional de Turismo (FONATUR), y en los hechos, de acuerdo con una fuente interna de esa dependencia, administrador principal de los contratos del Tren Maya.
Santiago Quijano fue director de Obras y Desarrollo Urbano de la Delegación Tlalpan durante la administración de Carlos Ímaz, cuando este era aún el esposo de Sheinbaum.
De ahí, Santiago Quijano saltó a la titularidad de la SETRAVI, en el gabinete de Alejandro Encinas, que en agosto de 2005 sustituyó a López Obrador en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Santiago quedó así en el mismo círculo de la administración en el que se hallaba Serranía, entonces directora del Metro y, de hecho, como parte de la expansión del grupo de influencia de Claudia Sheinbaum.
La página web de la empresa de Serranía Soto señala que, por cierto, fue aquella época en que se proyectó la terminal del Metro Ciudad Azteca, que fue uno de sus primeros grandes negocios: “La Estación de Transferencia Modal Ciudad Azteca se concibió por primera vez en 2005”.
Cuando Claudia Sheinbaum asumió la jefatura delegacional de Tlalpan, en el periodo 2015-2017, nombró como asesor a Manuel Santiago Quijano.
Ahora, la historia los ha vuelto a reunir en las alturas del poder obradorista: Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México; Serranía, directora del Metro por segunda vez (ahora ya cesada pero en libertad para seguir haciendo sus negocios); Manuel Santiago, el señor de los los contratos en el desarrollo del proyecto férreo en el Mayab…
Y José Miguel Bejos, fundador del Grupo Prodi y de Mota Engil México, dueño de un contrato de 13 mil 394 millones de pesos para la construcción del Tramo 2 del Tren Maya, que ganó en abril del año pasado.
@estedavid