EMEEQUIS.– “Hay quien se llevó unas cien cajas”, señala un trabajador de Farmacias Benavides en la Ciudad de México que prefiere mantener su identidad en anonimato. En Morelos y Guadalajara también reportan estas prácticas.
Mientras crece el desabasto de la cloroquina e hidroxicloroquina y aumenta la distribución de estos medicamentos en mercado negro, la sociedad civil toma de nuevo la batuta ante una emergencia.
En medio de la pandemia y el distanciamiento social para reducir el contagio por el nuevo coronavirus, organizaciones denuncian acaparamiento y alza de precios en farmacias y documentan que por redes sociales y WhatsApp se mueve el mercado negro que lucra con la necesidad de enfermos autoinmunes, sin que hasta ahora la Profeco o Cofepris, ni ninguna otra autoridad se haya pronunciado al respecto.
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Y demandan urgentemente que se atienda el desabasto de dosis de cloroquina e hidroxicloroquina para pacientes con artritis, lupus, síndromes antifosfolipídico y de Sjogren, entre otros padecimientos, para quienes es vital.
“Me quedé sin Plaquenil y tengo lupus”; “¡ayuda solo me quedan tres pastillas y tomo una y media diario!”, “busco hidroxicloroquina para mi mamá que tiene artritis”, son los gritos de ayuda que pacientes reumáticos lanzan desde hace dos semanas en México ante la imposibilidad de encontrar sus medicinas.
EL INICIO DEL DESABASTO
Estudios experimentales refirieron a la cloroquina e hidroxicloroquina como una opción en el tratamiento para enfermos con COVID-19 y el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, las señaló como la vía para combatir la pandemia en conferencia de prensa el pasado 19 de marzo, lo que marcó el inicio del desabasto. Luego de que el médico francés Didier Raoult publicó el protocolo experimental que realizó a un muestreo de 25 pacientes, quienes reaccionaron positivamente. Entonces se reportó que personas cruzaban de El Paso a Ciudad Juárez para adquirir las existencias en farmacias de la frontera.
Dos días más tarde, por Twitter, el magnate republicano dijo que la hidroxicloroquina y azitromicina tomadas juntas pueden cambiar la historia de la medicina, aunque la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) precisó ese día que aún estaban en revisión.
Este lunes 30 de marzo, la FDA informó que validó su uso. Por una Autorización de Uso de Emergencia (EUA) el sulfato de hidroxicloroquina y el fosfato de cloroquina pueden ahora prescribirse con receta a pacientes jóvenes y adultos hospitalizados con COVID-19 en EU.
Un día después, el gobierno de México anunció que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó el uso de la hidroxicloroquina en ensayos clínicos para tratar este padecimiento.
“No significa que la población pueda asumir éstos como medicamentos útiles para tratar el virus SARS-COV2. Es investigación clínica. No hay aún autorización sanitaria para su uso”, aclaró el subsecretario Hugo López-Gatell en la conferencia vespertina del 31 de marzo.
LA LUCHA CONTRA EL MONSTRUO
Un grupo de asociaciones y fundaciones que atienden a pacientes con enfermedades autoinmunes y que son parte de la Fundación Mexicana para Enfermos Reumáticos (Fumerac), levantan desde el fin de semana un padrón para cuantificar el medicamento que requieren quienes padecen estas enfermedades autoinmunes. Esperan hacer un primer corte esta misma semana y entregarlo a las autoridades federales, de ser posible al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Es difícil, porque uno lucha contra el monstruo que es una declaración de Trump”, asegura Vania Gutiérrez de 31 años, paciente con lupus desde hace 14, trasplantada de riñón y vicepresidenta de El despertar de la Mariposa AC. Fue ante esos llamados de auxilio que en un chat que comparten organizaciones como colectivo #LupusAtenciónYa surgieron ideas para apoyar a su comunidad a conseguir sus medicamentos y evitar que puedan agravarse de sus padecimientos, para algunos es necesario para sobrevivir. “Nos empezamos a mover para ver quien lo toma, quien lo necesita”.
Desde sus redes sociales, Fundación Proayuda Lupus Morelos, Lupus en Yucatán, Lupus Oaxaca, Lupus Mariposas Chimalli en Estado de México, entre otras en el ámbito local y Asociación de Pacientes Reumáticos de México (APARMAC) y El despertar de la Mariposa, a nivel nacional, recaban datos y llaman a más pacientes que requieren estas medicinas a sumarse a su iniciativa.
Piden les envíen de forma privada su nombre, datos de contacto, diagnóstico, cuánto y desde cuándo toman el medicamento y de ser posible una foto de su receta. “El fin es generar este censo ciudadano, unir voces para ser escuchados y pedir a las autoridades sanitarias, de derechos humanos y las que resulten competentes, y a la farmacéutica que nos provean de estas sustancias”, explica Marta Ligia Ramírez Lacayo, paciente con artritis reumatoide, reumatóloga y presidenta de APARMAC.
Aunque todavía no se aprueba su uso para COVID-19 en México, las compras de pánico provocaron escasez de Plaquenil.
ACAPARAMIENTO Y SOBRECOSTOS
Aunque los reportes se han dirigido a que los medicamentos se agotaron por compras de pánico masivas en las últimas dos semanas ante la falsa creencia de que cura o previene el nuevo coronavirus, en mostradores de distintas farmacias los vendedores coinciden en señalar que hubo un “modus operandi” en que una persona adquirió toda la existencia en sucursal y regresaba a repetir la misma operación cuando la tienda había sido reabastecida.
Al crecer la escasez, las denuncias por alzas de precios sin justificación en distintas cadenas de farmacias proliferan. Los consumidores reportan aumentos de más de 40% en el precio del Plaquenil y hasta 300% en la versión genérica. Las últimas dosis existentes en ambas presentaciones se ofertaban en más de 820 pesos en el mercado formal.
Y esto aún puede escalar, pues el laboratorio Sanofi-Aventis de México informó a EMEEQUIS que será hasta la segunda quincena de abril cuando tenga su nueva producción del fármaco para poder abastecer en tiendas.
Enrique Caballero, del municipio de Coacalco, Estado de México, un hombre de 55 años con lupus desde hace ocho y artritis reumatoide desde los 37, sufrió para comprar hidroxicloroquina, consiguió apenas para tres semanas. Él toma dos pastillas al día de 200 miligramos.
“Pude conseguir dos cajitas pero en 840 pesos cada una en Farmacias Guadalajara el 26 de marzo, cuando su valor comercial días antes era de unos 550 pesos”, dice. Le vendieron sin receta, pero días después que quiso conseguir más en todas las farmacias que recorrió le dijeron que no hay en inventarios y que en adelante se la pedirán para poder surtirle. Jubilado del servicio público y paciente del ISSSTE debe siempre costear este fármaco que no está incluido en el cuadro básico. Lo mismo pasa a todos los pacientes del IMSS que la toman.
En su línea de atención al cliente, laboratorio Sanofi señaló que el precio máximo al público de la medicina es de 840 pesos, sin embargo en cajas adquiridas por pacientes la semana pasada del Lote: 9MXA008 con caducidad en agosto de 2022 se fija en $808.02 pesos.
El mismo jueves 26, las líneas de atención de Farmacia San Pablo, Farmacias del Ahorro, Farmacias Guadalajara y Farmacias Benavides reportaron que ambos medicamentos estaban agotados y que no tenían fecha para tenerlo nuevamente.
Pero DaniCc de Ciudad de México compartió en el grupo de Fundación Mexicana de Lupus, A.C. en Facebook que el domingo 29 en Farmacia San Pablo le informaron que les habían surtido y en una sucursal de la alcaldía Magdalena Contreras consiguió Plaquenil en 825 pesos por caja cuando cuatro días atrás costaba 584.50 pesos en esa misma cadena. Le pidieron receta y limitan la venta a dos cajas por persona.
A ello se suma que Plaquenil quedó fuera del programa de lealtad “En equilibrio” de Farmacia San Pablo, por el que al acumular la compra de tres cajas se obsequia una cuarta.
Desde el 25 de marzo un operador de la línea de atención contactado por un vendedor en tienda informó a esta reportera, quien también tiene prescrito Plaquenil desde hace más de 15 años, que el medicamento salió del programa días antes por decisión del laboratorio, aunque su vigencia era al 31 de mayo según su catálogo.
Sanofi dijo a EMEEQUIS que su promoción en Farmacia San Pablo terminó en el mes de marzo y no respondió a la pregunta de si volverá a incluirlo una vez que pase la contingencia.
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María Guadalupe Torres reportó en el muro de Fumerac este 31 de marzo que en Farmacias iSana, que tienen presencia en León, Guanajuato, e Ixmiquilpan, Hidalgo, se vende la presentación de patente en 1,100 pesos. “¡Casi un 100% más!. No tenemos más alternativas quienes necesitamos el medicamento”, lamentó.
En tanto, al 31 de marzo el sitio para comparar precios byprice.com refiere que cadenas más pequeñas como Farmatodo venden Plaquenil en 604 pesos, Superama y Walmart a 623, Farmalisto en 637.50 y Farmacias Especializadas en 795.63.
EL MERCADO NEGRO
La venta ilegal de estos fármacos no se ha hecho esperar y es en redes sociales y WhatsApp donde personas que se identifican como distribuidores de medicinas ofrecen a los enfermos “ayudarles” a conseguir el fármaco pero a precios exorbitantes.
La doctora Donají Domínguez, presidenta de Fundación Proayuda Lupus Morelos y paciente de esta enfermedad desde hace 16 años, recibió ofertas para adquirir el medicamento tras publicar un video en sus redes sociales sumándose a la campaña #NoMeDejesSinMedicinas el pasado 25 de marzo.
Una persona que distribuye medicinas a médicos la contactó vía WhatsApp para ofrecerle una caja de Plasmodín con mil tabletas de cloroquina en 32,500 mil pesos. Equivalente a adquirir 50 cajas de Aralen a un costo de 650 pesos, cuando el precio comercial es de menos 300. Posteriormente le ofreció dos tiras de 10 tabletas de Plaquenil, sin caja, en 3 mil pesos.
Y en grupos de ventas por Facebook en Cuernavaca detectó que a quienes preguntaban en que farmacia podían conseguir hidroxicloroquina hubo quien respondió que contaba con cuatro cajas y las vendía en 1,200 pesos cada una. En su comentario ella se identificó como parte de una asociación sin fines de lucro y señaló que eso era una venta ilegal y entonces la mujer que anunció el fármaco borró su oferta.
Al señor Gallardo un conocido le dijo que sabía de un distribuidor farmacéutico que podía conseguirla a 1,500 pesos por caja de 20 tabletas. “Decidí no comprarlo, ni siquiera contactarlo. Me apena que busquen aprovecharse de esa manera de los enfermos para ganar dinero”. No descarta que haya distribuidores que hicieron “un guardadito” para sacarlo a un precio más elevado y pide que las autoridades no dejen en el olvido a los pacientes autoinmunes que son uno de los sectores más vulnerables de esta nueva pandemia.
En el muro del Facebook de Fundación Mexicana de Lupus, A.C. sus integrantes denunciaron que un miembro identificado como Alejandra Ayala, que se había unido dos días antes al grupo, ofrecía en los comentarios de las publicaciones la venta de Plaquenil y por inbox daba un costo de 1,100 pesos por caja. A unos les dijo que un contacto era quien la tenía y a otros que su yerno la consiguió y le sobraba. Pidieron la bloquearan y denunciaran por lucrar con su necesidad.
DONACIONES, LAS MENOS
En Guadalajara, Hatsumi Nonaka ha utilizado sus cuentas de redes sociales para ayudar a conseguir Plaquenil a pacientes que lo necesitan. Su búsqueda por encontrar medicamento inició porque la hija de una amiga con lupus la requería y recibió mensajes de gente de todo el país para ayudar. Así pudo contactar a un paciente que la necesitaba con una mujer de Tabasco que las tenía porque eran parte del tratamiento de su esposo, quien había fallecido. “Ella las regaló y solo pidió que se pagara el envío”.
Vía Twitter, una mujer que se identificó como empleada de un distribuidor autorizado en la capital tapatía le ofreció a su amiga un stock de 11 cajas a un costo de 1,960 pesos por unidad. La amiga acudió a la cita pero acorraló a la vendedora. Le dijo que iba a denunciar pues por una conocida que era influencer y tenía contactos en la AFI y con la policía cibernética, tenía sus datos y su IP. Al sentirse amenazada la mujer le vendió las cajas a precio regular.
Recuerda que también mucha gente empezó a quejarse y decir que estaba en la misma situación: sin medicina y sin poder conseguirla. En el grupo Lady Multitask Gdl en Facebook detectó que muchas mujeres, muchas con lupus, preguntaban si alguien sabía dónde podían encontrarla.
PRODUCCIÓN EN PROCESO
Plaquenil es el nombre comercial de la hidroxicloroquina, un fármaco que se diseñó como antimalárico pero que con el tiempo se validó para diferentes enfermedades autoinmunes. En el mismo caso está Aralen, como se llama a la cloroquina de patente, un antipalúdico. Hasta hace unas semanas su demanda no era elevada. Nunca se había reportado un desabasto como este, señalan pacientes.
El laboratorio Sanofi-Aventis es el único que produce las versiones de patente y genéricas en México de acuerdo al Listado actualizado de medicamentos de referencia 2020/01 de Cofepris.
Adriana Valdés, directora de comunicación de Sanofi, señala a EMEEQUIS que actualmente están produciendo en su planta de Ocoyoacac, en el Estado de México, nuevas dosis de hidroxicloroquina de patente y genérica, las cuales estarán listas después del 15 de abril. “Con toda seguridad tendremos plenamente cubierta la necesidad de los pacientes que históricamente han usado este fármaco”, detalla.
En su línea de atención, desde el 27 de marzo Sanofi reporta que no cuenta con existencias. Dos días antes ayudaban a ubicar sucursales en donde aún hubiera el fármaco.
Cuánta hidroxicloroquina y con qué periodicidad se produce es un dato confidencial, informa Valdés. A la pregunta de si prevén elevar la producción ante su posible uso para la contingencia, explican que aún es insuficiente la evidencia clínica para que Plaquenil se use de forma segura y eficaz para tratar a los pacientes con COVID-19.
“Ese manejo está fuera de indicación”, añade, aunque reconoce que trabajan con las autoridades de salud locales y científicos de distintos países en explorar si puede ser efectiva para ello, así como otros de sus fármacos y también avanzan en el desarrollo de una vacuna.
La filial mexicana de la farmacéutica de origen francés explicó que atenderá toda solicitud oficial que reciba de las autoridades sanitarias o de los gobiernos para que provea el producto caso por caso.
“Se evaluará el número de dosis que podría proporcionar progresivamente en función de los suministros y la capacidad de producción actual disponible localmente, preservando las existencias necesarias para garantizar el suministro en las indicaciones actualmente aprobadas”.
El laboratorio señala que examina las solicitudes de estudios patrocinados por investigadores (ISS por sus siglas en inglés) de diferentes países, tanto para el tratamiento como para la prevención de COVID-19. A los que sean aprobados, dijo, se les proporcionarán dosis o ingrediente farmacéutico activo (API) de hidroxicloroquina gratis.
Las compras impulsivas dejaron a pacientes reumáticos sin su medicamento.
EL RECLAMO DE LAS MARIPOSAS
Las organizaciones de pacientes se sumaron a la campaña #NoMeDejesSinMedicinas, que el 24 de marzo lanzó la conductora de televisión Erika Kaiser, paciente con lupus trasplantada, para hacer conciencia entre quienes compraron de forma impulsiva estas sustancias en fase de prueba y que dejaron a pacientes sin su medicamento. En la que piden a quienes no lo necesitan devolverlo por venta al costo o donarlo a las asociaciones sin fines de lucro, para que estas lo repartan entre quienes no lo tienen.
Hasta ahora ya han documentado donaciones de gente que la compró por miedo al COVID-19, de personas que fue su tratamiento y ya no lo toman, e incluso de quienes si la necesitan pero tenían tres cajas y donan una, aunque ellos también la tomen a diario. Hasta ahora ha habido entregas de esas donaciones a pacientes en Ciudad de México, Querétaro, Monterrey, Puebla y Yucatán, detalla Erika Kaiser a EMEEQUIS.
Ese mismo día, las activistas y pacientes reumáticas lanzaron una petición en la plataforma change.org para urgir al secretario de Salud, Jorge Alcocer, que la hidroxicloroquina se venda solo con receta médica a nivel nacional, y con ello asegurar el abasto de los pacientes que la requieren. Reúnen ya 20 mil 645 firmas hasta la noche del 2 de abril. Su meta son 25 mil.
En la Ciudad de México y su zona metropolitana desde el 21 de marzo algunas farmacias empezaron a solicitar la receta, pero cuando los clientes las presentaban los vendedores la niegan por estar “vieja”. La solución que dan es “vaya a su médico” y cuando les explican que son pacientes del sector público y que por ahora no hay consultas pues algunos de los hospitales están abocados a la atención del COVID-19 responden: “vaya a un médico privado”.
Ante esta situación, el departamento de Reumatología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, que ofrece desde el pasado 23 de marzo atención a sus pacientes vía telefónica al 54870900 ext. 2610 y por correo [email protected] de lunes a viernes de 9 a 12 horas, refirió que pueden generar la nueva receta y el paciente debe ir a recogerla en la entrada de la UPA, ya que no hay acceso para ellos en el hospital. A la par, el departamento de Reumatología del Hospital General de México “Eduardo Liceaga” ofrece esta alternativa si se comunican a las líneas 50043849 y 27892000 ext. 1353 o escriben a [email protected].
Sin embargo, ante las medidas de distanciamiento social que prevalecen en el país recomiendan acudir al médico general más cercano a su domicilio y presentar carnet y última receta que los acredite como pacientes reumáticos del sistema público y pidan les actualicen la prescripción. Para los pacientes foráneos esta es la única opción que dan.
La reumatóloga Ramírez Lacayo considera que en estos momentos las autoridades deben permitir la emisión de recetas digitales. “En otros países funciona. Ahora tiene que hacerse para que los pacientes no tengan que salir en esta “Sana Distancia”. No nos podemos exponer”.
Los médicos Iván Hernández Galarza y Rita Pineda Sic, profesores del servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Monterrey, perteneciente de la Universidad Autónoma de Nuevo León, realizaron una presentación que difundieron a través de su página en Facebook para que los pacientes puedan identificar, de acuerdo al tratamiento que toman, si son personas de alto, medio o bajo riesgo para el COVID-19. Reiteran que ningún paciente debe suspender su medicación.
Aquí el VIDEO: https://www.facebook.com/reumatologiaHU/videos/607781823135515/
Las personas con lupus y artritis advierten que un peor escenario, que deben considerar los gobiernos estatales y federal, es que ante la falta de medicina los pacientes inmunosuprimidos empiecen a llegar a los hospitales en estado crítico donde el riesgo para su salud aumenta al convivir con pacientes con COVID19. “Ayúdenos a pacientes a no ser doblemente vulnerables pues ya lo somos”, dice la médico y paciente lúpica Donají Domínguez.
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Y este es un tema lo conoce bien el subsecretario Hugo López-Gatell, epidemiólogo estandarte de la estrategia federal para contener el nuevo coronavirus, pues la tesis que presentó para convertirse en maestro en Ciencias Médicas ante la UNAM y el Instituto Nacional de Nutrición la enfocó en pacientes con lupus y las infecciones a las que estos estaban expuestos, principalmente neumonías.
El trabajo titulado “Factores de riesgo para el desarrollo de infecciones en pacientes con Lupus Eritematoso Generalizado (neumonías)” fue guiado y avalado por el actual secretario Jorge Alcocer Varela, investigador emérito en Ciencias Médicas del Departamento de Inmunología y Reumatología del INCMNSZ.
La interrupción abrupta de cloroquina e hidroxicloroquina en pacientes con lupus puede derivar en recaídas e inflamación de articulaciones y daños en órganos mayores, como inflamación del corazón, riñón, hígado, cerebro, pulmones o la muerte, enfatiza la reumatóloga Ramírez Lacayo.
La doctora Domínguez Zúñiga añade que Plaquenil aumenta la sobrevida a pacientes con lupus y artritis reumatoide. “Este fármaco nos ayuda a disminuir los brotes de la enfermedad, reduce las crisis graves y nos permite bajar dosis de otros medicamentos. Llamamos a la farmacéutica y a las farmacias a tener ética, porque en los lugares que aún se ha encontrado han subido el precio. Para nosotros representa vida o muerte”.
@tanggerine