La compra de predios para el desarrollo de vivienda en la Ciudad de México se disparó en la recta final del gobierno de Miguel Ángel Mancera y el inicio de quien lo suplió tras su renuncia, José Ramón Amieva.
Mientras que en 2016 el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI) gastó casi 32 millones de pesos para la compra de propiedades, en 2018 invirtió 710 millones de pesos, lo que significa un incremento de más de 2,000%.
*Entonces eran delegaciones.
En total, en esos tres años del gobierno perredista, la administración que privilegió el boom inmobiliario en la CDMX gastó mil 257 millones de pesos en la adquisición de predios en toda la ciudad.
De acuerdo con información obtenida por EMEEQUIS vía transparencia, la administración pasada compró 234 predios, repartidos en 13 alcaldías (fueron delegaciones hasta septiembre de 2018), aunque el 64% de los recursos se concentró en la adquisición de terrenos en cinco de ellas: Álvaro Obregón, Iztapalapa, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero y Tlalpan.
EL HOMBRE Y LA MUJER DETRÁS DEL INVI
En esa época, el INVI era dirigido por Raymundo Collins Flores, un funcionario cercano tanto a Mancera como a Marcelo Ebrard Casaubon, quien ahora es secretario de Relaciones Exteriores.
En 2002, cuando Andres Manuel López Obrador era jefe de gobierno de la CDMX, Collins era subsecretario de Seguridad Pública y, según denunciaron publicaciones periodísticas, existían averiguaciones previas contra él.
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Tras la detención de Delia Patricia Buendía, alias Ma Baker, presunta aliada de un grupo delictivo de la CDMX, uno de sus cómplices involucró al subsecretario Collins en la venta de protección a delincuentes. En esa época, Ebrard era Secretario de Seguridad Pública, y ordenó una investigación interna para esclarecer las acusaciones en contra del subsecretario. No hay registros de en qué terminaron las investigaciones, pero Collins, aquel 2002, renunció al cargo.
Para entonces en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) había acumulado tres quejas en su contra, todas por el ejercicio indebido del servicio público.
Tras un breve exilio de la administración pública, Collins Flores, ingeniero mecánico naval de profesión, resurgió cuando Ebrard tomó el mando de la CDMX, pues lo nombró director de la Central de Abasto, cargo que ocupó durante toda la administración. En esa época, el entonces jefe de gobierno dijo que Collins sería la persona ideal para salvaguardar la seguridad de los visitantes.
Durante la administración de Miguel Ángel Mancera, Collins se convirtió en el titular del Instituto de Vivienda e inmediatamente empezaron los señalamientos en su contra. En 2013, por ejemplo, desarrolladores de vivienda denunciaron que funcionarios del INVI les pedían 10 millones de pesos para poder trabajar en algún proyecto de la dependencia más el 10% de sus contratos, todo esto a seis meses de que Collins Flores tomara el cargo.
En la CDHDF se acumularon durante su gestión en el Instituto 21 expedientes por quejas a violaciones de Derechos Humanos entre los principales: derecho a la vivienda adecuada, al trabajo, al acceso a la justicia y a la libertad personal.
En agosto de 2018, Collins renuncia al INVI y se vuelve el Secretario de Seguridad Pública de José Ramón Amieva, suplente de Miguel Ángel Mancera. Al recordarle a Nashieli Ramírez, comisionada de Derechos Humanos de la ciudad, las quejas en contra del funcionario, dijo: “Ya no tenemos ninguna abierta”.
El lugar que Collins dejó en el INVI fue ocupado por Itzel Arizabalo Priego, con ella el Instituto cerró la inversión de propiedades con broche de oro.
Arizabalo Priego había fungido como directora ejecutiva de Asuntos Jurídicos e Inmobiliarios en la gestión de Collins, asimismo había sido directora jurídica de la Central de Abasto.
Dos años antes, esta funcionaria fue señalada por la Contraloría capitalina de causar un daño al patrimonio del INVI, por realizar pagos a empresas por más de 500 mil pesos sin que constara un contrato de por medio.
LAS PROPIEDADES ADQUIRIDAS
La feria de compras de propiedades fluyó, principalmente, en Álvaro Obregón. En la demarcación gobernada por la perredista María Antonieta Hidalgo en 2017 y 2018 se compraron ocho predios por 254 millones de pesos.
En la cerrada Colonias de Tarango, colonia Colinas de Tarango, se adquirieron dos terrenos que en conjunto suman 14 mil 598 metros cuadrados. El INVI pagó por ellos 144 millones de pesos.
El tercer predio más caro también se encuentra en esta demarcación. El terreno de la calle Industria, en el Pueblo Axotla, costó 45 millones de pesos. Este espacio, que es custodiado por una reja verde, tienen en su interior una construcción gris que luce en abandono; el terreno tiene una superficie de 2 mil 37 metros cuadrados.
Iztapalapa es la segunda Alcaldía (entonces Delegación) que recibió más inversión: 165 millones de pesos. En Culhuacán, por ejemplo, Calle Jacobo Watt, el INVI compró en 2017 un predio por casi 28 millones de pesos.
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Le sigue Azcapotzalco, con 155 millones de pesos. La compra más elevada ocurrió en la colonia Nueva España, Avenida Real de San Martín, con un desembolso de 26 millones de pesos.
En el top 5, aparecen también Gustavo A. Madero y Tlalpan. Sin embargo hay más Alcaldías donde se compraron terrenos, zonas en donde la plusvalía de la vivienda es alta: Coyoacán, Cuauhtémoc, Benito Juárez.
@AleCrail