EMEEQUIS.– En un operativo rodeado de un silencio inquietante, las fuerzas de seguridad mexicanas lograron una captura que pocos veían venir: Zhi Dong Zhang, un misterioso ciudadano chino de 50 años y pieza esencial en el narcotráfico internacional, fue detenido sin un solo disparo en una de las zonas más exclusivas de Ciudad de México, Lomas de Santa Fe.
Zhang, conocido solo en ciertos círculos como un “broker” oscuro y reservado, garantizaba el flujo de precursores químicos que alimentan los laboratorios de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero su perfil y operaciones estaban envueltos en sombras, casi invisibles para el mundo exterior.
EL PODER EN LAS SOMBRAS: EL PERFIL DE ZHANG
El periodista Óscar Balderas, experto en temas de seguridad comparó la captura con los arrestos de figuras como Joaquín “El Chapo” Guzmán. Pero, a diferencia de los capos que dominan las portadas, Zhang era un personaje fantasmal, operando en silencio desde la logística global que conecta continentes.
Sin los lujos que suelen acompañar a los grandes líderes del narco, él se movía en las sombras y manejaba rutas críticas para asegurar que toneladas de precursores llegaran de China y Bangladesh hasta los laboratorios de México.
“Estos brokers son el verdadero poder en el narcotráfico moderno”, aseguró Balderas en entrevista radiofónica con Jaime Núñez, comparándolo con el invisible engranaje de una maquinaria letal.
UN OPERATIVO COREOGRAFÍADO EN LA PENUMBRA
El operativo para capturarlo fue ejecutado por las principales fuerzas de seguridad mexicanas—la SSPC, la Semar, la Sedena y la FGR—trabajando en una extraña y rara armonía de precisión y secreto. Durante días, agentes rastrearon los pasos de Zhang entre el Estado de México y la Ciudad de México, siguiendo pistas efímeras y datos que aparecían y se desvanecían en los registros de movilidad.
Finalmente, el 30 de octubre, con un despliegue que parecía coreografiado en la penumbra, los agentes irrumpieron en su residencia sin que él ofreciera resistencia alguna. No hubo violencia, solo un silencio que dejaba espacio a las preguntas sin responder.
EL CAMINO A LA EXTRADICIÓN: ZHANG FRENTE A LA JUSTICIA
Con la orden de extradición ya en proceso, Zhang será enviado a Estados Unidos, donde se le acusa de manejar una red que distribuyó más de mil kilogramos de cocaína, mil 800 kilogramos de fentanilo y 600 kilogramos de metanfetaminas, además de lavar cientos de millones de dólares en transacciones que nunca tocaron la superficie visible de la economía.
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Operando bajo seudónimos que suenan a leyenda—‘Li Gong Sun Chang, ‘Brother Wang’, ‘Summor Ownor’— Zhang tenía la habilidad de tejer redes discretas que cruzaban fronteras y extendían las operaciones de los cárteles en Estados Unidos, Centroamérica, Sudamérica, Europa y Asia, pero siempre como una sombra, un nombre sin rostro.
UN VACÍO EN EL SUBMUNDO DEL NARCOTRÁFICO
La captura de Zhang abre una grieta en el sistema de distribución de drogas sintéticas hacia Estados Unidos y otras partes del mundo. Para el público, sigue siendo un nombre casi desconocido, pero para los cárteles mexicanos, su ausencia marca una sacudida en los cimientos logísticos de un negocio que depende de estas figuras invisibles para prosperar.
Ahora, con Zhang en manos de la justicia, queda la pregunta en el aire: ¿quién más habita en el submundo de los brokers que, lejos de los reflectores, sostienen el imperio del narcotráfico?
@emeequis