EMEEQUIS.– En el primer día de alegatos en el juicio que se sigue contra el exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, en Nueva York, la Fiscalía enfocó sus baterías en mostrar al exfuncionario como un hombre de doble rostro, por un lado, en la “nómina” del cártel de Sinaloa al que brindaba protección, y por el otro, un “héroe” frente a la opinión pública.
“El acusado trabajó en el más alto nivel de inteligencia, tenía miles de policías a su cargo en aeropuertos, calles y puertos”, planteó el fiscal federal asistente Philip Pilmar al jurado para describir el poderío de García Luna.
“¿Cómo lograron miembros del cártel de Sinaloa como El Chapo Guzmán y El Mayo Zambada tener una industria de millones dólares?” se preguntó Pilmar. “Pues pagando a oficiales de la Policía Federal, de los de más bajo hasta lo de alto rango” se respondió él mismo.
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El primer testigo de la Fiscalía fue Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, exintegrante del grupo criminal de Los Beltrán Leyva, cuya detención ocurrió el 12 de septiembre de 2010.
En contraste, César de Castro, abogado de García Luna, presentó un panorama totalmente diferente, en el que mostró imágenes del “superpolicía” con el expresidente Barack Obama, la exsenadora Hillary Clinton, el excandidato republicano John McCain y Erick Holder, exfiscal general de Estados Unidos.
La cobertura del periodista Keegan Hamilton, a unas cuantas horas de haber iniciado la primera jornada, estableció que la defensa aseguró que los testigos del gobierno no cuentan con pruebas suficientes para inculpar al señalado y testificarán en contra al no haber obtenido los beneficios por los que supuestamente pagaron.
“De Castro dice que el caso de la fiscalía se basa en ‘rumores, especulaciones y las palabras de los criminales más grandes del mundo, muchos de los cuales fueron arrestados y extraditados por el señor García Luna’”, dijo el abogado.
“No hay una foto, un video, mensaje, correo que pruebe las acusaciones”, dijo el abogado César de Castro, quien además señaló que el caso de la Fiscalía se sostiene en testimonios de “criminales confesos”.
LA PASARELA DE TESTIGOS
El juicio que ha creado grandes expectativas de conocer otros datos sobre la corrupción en el gobierno de Felipe Calderón, arrancó este lunes a las 9:00 horas, tiempo de Nueva York, Estados Unidos.
A lo largo del proceso de ocho semanas, se presentarán pruebas para demostrar la inocencia o culpabilidad del exsecretario de seguridad, acusado de cinco cargos y de haber recibido sobornos millonarios por parte del Cártel de Sinaloa a cambio de proteger a sus integrantes.
Se espera que 70 personas testifiquen en contra García Luna, entre ellas narcotraficantes detenidos en Estados Unidos que a cambio de sus dichos recibirán beneficios procesales.
En la sala del Tribunal Federal del Distrito Este, en Manhattan, también están presentes la esposa y la hija del exsecretario de Seguridad.
“García Luna lanzó en varias ocasiones besos a su esposa y a su hija”, reportó la agencia EFE.
Precisamente César de Castro aprovechó y dijo: “no envíen por favor a este padre de familia a prisión”.
Presentación de Sergio Villarreal en las instalaciones de la Marina el 13 de septiembre de 2010. Foto: Saúl López / Cuartoscuro.com.
EL TESTIMONIO DE “EL GRANDE”
El primer testigo colaborador en asistir este lunes es Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, lugarteniente de la organización criminal de los Beltrán-Leyva.
“El Grande” fue capturado el 12 de septiembre de 2010 junto con dos supuestos cómplices cuando salía de una residencia en la ciudad de Puebla, a poco más de 100 kilómetros al este de la CDMX.
Villarreal contaba con siete investigaciones penales y existía una orden de captura en su contra por delincuencia organizada, narcotráfico y atentado contra la vida.
Figuraba en una lista de los más buscados por la justicia mexicana y por él se ofrecía una recompensa de poco más de dos millones de dólares.
La captura de “El Grande” fue después de la muerte de Arturo Beltrán el 16 de diciembre de 2009, a la cual siguió la de Ignacio “Nacho” Coronel, abatido por soldados el 29 de julio del 2010; y el 30 de agosto la Policía Federal capturó a “La Barbie”.
En su aparición, Villareal afirmó que estuvo presente en algunos momentos cuando Arturo Beltrán Leyva sobornó personalmente a García Luna y que integrantes del cártel (él incluido), recibieron credenciales falsas para hacerse pasar por miembros de la Agencia Federal de Investigación (AFI) cuando Genaro estaba a cargo, de 2001 a 2005. Incluso contaban con uniformes falsos y camionetas blindadas que parecían vehículos de la agencia.
“Él nos daba información sobre operaciones contra el cártel… Nos ayudaba a poner y sacar agentes en cualquier parte de México y nos compartía información para que pudiéramos golpear a nuestros rivales”, según Villarreal.
Villarreal Barragán, que se declaró culpable de narcotráfico en Estados Unidos y cumple una condena rebajada, aseguró que desde su grupo criminal se fomentaba la corrupción de los funcionarios del Ejército y del Gobierno, tanto municipal como estatal y federal de dos formas.
“Hay dos tipos de corrupción, el que se voltea para un lado y deja pasar, y otra, la de los funcionarios forman parte de las actividades de la organización”, dijo “El Grande”, antes de aclarar, a instancias de la fiscal, que García Luna era del segundo tipo.
Agregó que les daba información sobre operativos de seguridad e investigaciones en contra de miembros del grupo, facilitaba el nombramiento y el cese de agentes en cualquier parte de México y compartía información para golpear a los grupos enemigos.
Preguntado sobre si la colaboración de García Luna había servido a los fines de su agrupación criminal, el testigo declaró: “Era de gran ayuda porque pudimos crecer y minimizar a nuestros rivales”.
El narcotraficante detalló que cuando comenzó a trabajar para el clan de los Leyva en 2001, García Luna ya estaba en la nómina del cártel y se le siguió pagando hasta la muerte de Arturo Beltrán Leyva (2009).
Entre 2001 y 2004, García Luna recibía pagos de entre un millón y millón y medio de dólares cada mes (equivalente a más de 20 millones de pesos). En ocasiones, el dinero era enviado a través de un sujeto identificado como “Comandante Domingo”, refirió El Grande.
Los pagos se realizaban en billetes de 100 dólares ocultos en cajas de cartón. Sergio Villarreal hizo referencia a Luis Cárdenas Palomino (exmando de la Policía Federal) e indicó que en una ocasión le pagaron a él y García Luna cerca de 16 millones de dólares, equivalente a la mitad de un cargamento de dos toneladas de cocaína.
Villarreal Barragán indicó a los fiscales estadounidenses que en 2001, el Cártel de Sinaloa controlaba principalmente Chihuahua, Sinaloa, Durango y Sonora.
Al cabo de nueve años, ya tenía presencia en otros 15 estados de la República: Baja California, Baja California Sur, Colima, Chiapas, Guerrero, Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, parte de Yucatán y Zacatecas.
Lo anterior, dijo, no podría haber sido posible sin la participación de García Luna y distintas corporaciones de seguridad.
Durante sus declaraciones, Sergio Villarreal sostuvo que los sobornos a García Luna se efectuaron entre 2001 y 2008. Indicó que los acuerdos no solamente consistían en que el exsecretario de Seguridad permitiera operar al Cártel de Sinaloa sin represalias, sino que también aportaba información clave que contribuyó a su expansión territorial.
El Departamento de Justicia estadounidense afirmó que el ex funcionario colaboró con el Cártel de Sinaloa y es responsable del traslado ilegal a Estados Unidos de por lo menos 52 toneladas de cocaína.
García Luna fue detenido en Dallas, Texas, el 10 de diciembre de 2019, pero su juicio se ha aplazado en varias ocasiones por motivos diversos como la pandemia y la ampliación de la carpeta de investigación de los fiscales de Estados Unidos.
“La Barbie” podría testificar. Foto: Cuartoscuro.com.
“LA BARBIE”, OTRO DE LOS POSIBLES TESTIGOS COLABORADORES
Es muy posible que entre los testigos que colaborarán en la corte contra García Luna haya narcotraficantes y exfuncionarios de gobierno. Uno de los que más se especula es Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, quien a finales de noviembre dejó de figurar en los registros de la Oficina Federal de Prisión de EEUU.
Aunque las autoridades del país vecino se han reservado los verdaderos motivos, uno de los exabogados del narcotraficante advirtió que el cambio de estado de su excliente en los registros de prisiones estadounidenses probablemente se deba a que “La Barbie” fue trasladado a Nueva York para testificar en contra de García Luna.
Los antecedentes de otros casos de capos mexicanos que enfrentaron a la justicia en Estados Unidos, como el del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado, parecen sugerir que se trata de una hipótesis muy probable.
@emeequis
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