EMEEQUIS.– La alcaldía Cuauhtémoc y Sandra Cuevas nuevamente han estado en el centro del debate tras la decisión de la alcaldesa de prohibir la instalación del sonidero Sincelejo en la Alameda de la colonia Santa María la Ribera, el episodio de choque ocurrido el pasado domingo y la posterior visita de inspección a una librería que resguardó a músicos.
Todo esto es, según explican activistas, una violación a derechos humanos y constitucionales.
¿QUÉ PASÓ EN SANTA MARÍA LA RIBERA?
El conflicto inició el primer domingo de febrero, cuando personal de la alcaldía Cuauhtémoc prohibió que Sonido Sincelejo, organizado por Joel García en uno de los pasillos de la Alameda de Santa María la Ribera que lleva al Kiosco Morisco, coloque sus bocinas y reproduzca de 12 a 6 pm las cumbias que ponen a bailar a más de una pareja, bajo el argumento de que existen quejas vecinales por el ruido.
La alcaldía señaló que Sonido Sincelejo podría instalarse en la Casa de la Cultura que está frente a la Alameda o en el Deportivo Cuauhtémoc, que está localizado cerca de la alcaldía en la colonia Buenavista, pero tanto la agrupación como las y los cumbiancheros se niegan a ser desplazados de un parque público y no poder bailar, por lo que decidieron manifestarse.
El lugar de los hechos. Foto: Frida Mendoza.
La primera protesta fue un baile a pie de calle bloqueando la entrada de Santa María la Ribera con la calle de Salvador Díaz Mirón el pasado 12 de febrero. Enfundados en sus guayaberas, sombreros y zapatos de baile, las y los vecinos reclamaron su derecho a bailar. La segunda fue convocada y replicada por colectivos vecinales el 19 de febrero, esta vez frente al 180 de la calle Jaime Torres Bodet, junto al Museo de Geología y ahora conocido como el edificio donde vive la alcaldesa Sandra Cuevas.
En esta segunda protesta vecinal acompañada por un grupo de músicos y personas con bocinas, personal de la alcaldía vestido de civil arremetió contra algunos manifestantes quedando de registro varias fotografías, lo cual la propia Sandra Cuevas más tarde lo calificó como “pleito de vecinas” en sus redes sociales.
“Pleito de vecinas”, lo categorizó Sandra Cuevas.
EMEEQUIS habló con vecinos y empleados de locales cercanos que presenciaron el incidente y éstos confirmaron que la protesta inició de manera pacífica y en búsqueda de diálogo.
Al mismo tiempo, Cuevas convocó a un grupo de medios a que entraran a su departamento, donde informó que la decisión estaba tomada y el sonidero no regresaría a la Alameda de Santa María la Ribera.
Además, algunos de los músicos que acudieron a la manifestación fueron resguardados en la Librería Volcana / Lugar Común, localizada en contraesquina al domicilio de Cuevas, en la calle de Manuel Carpio 117.
Dos horas después, la Librería recibió un citatorio para una inspección aleatoria.
Fue este lunes 20 a las 11:30 horas cuando funcionarias de la alcaldía Cuauhtémoc visitaron la librería y la inspección ocurrió “sin mayores percances” según informó la propia librería. “Pudimos responder satisfactoriamente a los distintos pedidos de información, se nos hicieron algunas recomendaciones simples protocolarias que sin problema cumpliremos a cabalidad y se nos citó en 10 días para verificar algunos datos adicionales”, informó la Librería en un comunicado a través de sus redes sociales.
Asimismo, aclaró que es un espacio autónomo y apartidista, por lo que se negó al uso como botín político ni al apoyo de ninguna entidad gubernamental pues su fuerza está en el tejido colectivo y comunitario.
Comunicado de la librería.
Horas más tarde, al ser cuestionada en W Radio, Sandra Cuevas señaló que, terminando su gestión en la alcaldía Cuauhtémoc, se retirará de la política.
Cuevas dijo que su decisión no cambiará. Foto: Cuartoscuro.com.
¿QUÉ DERECHOS VIOLÓ LA ALCALDÍA?
En entrevista con EMEEQUIS, Carla Escoffié, activista, académica y abogada especializada en derecho a la vivienda, comenta que las acciones que está adoptando el gobierno de la Alcaldía Cuauhtémoc violan varios derechos constitucionales.
Los artículos que menciona Carla son los 4 y 6 de la Constitución Mexicana, así como el 12 de la Constitución de la Ciudad de México:
Artículo 4 constitucional: Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación cultural.
Los artículos que menciona Carla Escoffié son los 4 y 6 de la Constitución Mexicana, así como el 12 de la Constitución de la Ciudad de México. Foto: Cortesía.
Artículo 6 constitucional: La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado.
Artículo 12 de la Constitución de la Ciudad de México: La Ciudad de México garantiza el derecho a la ciudad que consiste en el uso y el usufructo pleno y equitativo de la ciudad, fundado en principios de justicia social, democracia, participación, igualdad, sustentabilidad, de respeto a la diversidad cultural, a la naturaleza y al medio ambiente.
“El derecho a la ciudad es un derecho colectivo que garantiza el ejercicio pleno de los derechos humanos, la función social de la ciudad, su gestión democrática y asegura la justicia territorial, la inclusión social y la distribución equitativa de bienes públicos con la participación de la ciudadanía”.
“Por supuesto que los derechos no son absolutos y pueden siempre ser restringidos por las autoridades siempre y cuando esa restricción cumpla con ciertos requisitos: que sea proporcional, que esté debidamente justificada y que esté respaldada por la ley, entre otros. En este caso, al menos de lo que ha comunicado a la alcaldía Cuauhtémoc no se está aplicando en ninguna disposición municipal, que prohíba la realización de bailes o ese tipo de manifestaciones”, explica la activista.
Por ejemplo, Carla Escoffié cita que en ningún momento la alcaldía ha informado si el baile está superando un número de decibeles. Ante esto, el propio Joel, de Sonido Sincelejo, señaló en una entrevista con Corriente Alterna que “conoce el nivel de decibeles permitido en una plaza pública, durante los fines de semana, en horario familiar, y se cuida de cumplir para no arriesgarse a una multa de la Secretaría de Medio Ambiente”.
Mientras que en materia del citatorio realizado a la Librería Volcana, la abogada y activista explica que aunque la inspección efectivamente puede ser aleatoria y ya que la Librería no incurrió en ningún incumplimiento jurídico, el hecho de que se citara horas después del resguardo a los músicos infiere en que es una medida arbitraria.
“Lo que busca es generar una intimidación en la librería para que justamente ya no vuelvan a dar algún tipo de apoyo a esas manifestaciones, pero también genera un efecto amedrentador contra otros locales, porque les está mandando el mensaje de que no no se va a tolerar que estén apoyando este tipo de manifestaciones”, dice.
Esto, continúa la activista, en términos jurídicos se conoce como “chilling effect” que es cuando no se prohíbe nada estrictamente, pero hay una amenaza a un riesgo o castigo a que tú expreses tu apoyo.
“Es un tipo de expresión que te lleva autocensurarte o autoinhibirte en apoyar una manifestación de ideas”.
La ubicación de la casa de Sandra Cuevas la convierte en juez y parte. Foto: Frida Mendoza.
MÁS ALLÁ DEL RUIDO, CLASISMO
“Se puede sospechar de una lectura totalmente clasista en la gestión de Sandra Cuevas, hay ejemplos con la prohibición de rótulos, el desalojo de puestos en la vía pública y en este caso del sonido”, reitera Carla.
En el caso de los establecimientos en la vía pública, EMEEQUIS realizó un recorrido hace unos meses en el que explicó que esta medida adoptada por el Gobierno capitalino se ha concentrado en la alcaldía Cuauhtémoc y personal de la alcaldía retiró los enseres de taquerías y algunos establecimientos populares mientras que en otros comercios se mantuvieron.
“En este caso vemos que precisamente se va contra el sonido de los sonideros, pero no han hecho absolutamente nada con el ruido que viene de antros y bares, que han teniido muchas quejas de vecinos en distintas colonias por el ruido que se están generando a altas horas de la noche en zonas residenciales entonces no es una cruzada contra el sonido es una cruzada contra el sonidero.
“Hay que cuestionar por qué se están tomando estas decisiones para cierto tipo de negocios y actividades, pero no a otras y no por un tema de que se aplica a todas por igual, sino cuestionarse si realmente lo que se está buscando es atender las problemáticas que supuestamente dicen que se quieren atender o si bien es simplemente para tener un efecto, pues clasista y arbitrario”, finaliza.
@FridaMendoza_
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