EMEEQUIS.– Poco a poco fueron acumulándose las críticas a la 4T y a López Obrador, pero justo en el punto medio de su sexenio, pareciera que “el manto protector que cubrió al presidente durante estos primeros años de su mandato empezó a registrar las primeras rasgaduras”, expone en su columna para Opinión 51 la periodista Soledad Durazo.
Tras la revelación del estilo de vida exuberante de José Ramón López Beltrán, hijo el presidente; la caída en los rankings de popularidad, la renuncia de personajes importantes para Morena y la controversia alrededor de los concursos para ocupar puestos importantes del partido, parece que AMLO y su 4T “están ante una crisis que no habían experimentado antes”, opina Durazo.
Fuentes cercanas al presidente confesaron a Durazo que el tema de la “Casa Gris” no ha podido calmarse porque la relación padre-hijo-nuera es “poco fluida”. Incluso, hubo varias llamadas de AMLO que rechazó el hijo. Cuando por fin pudieron comunicarse predominaron reclamos que “fueron fuertes y muchos”.
“Baste ver cómo se refiere el presidente a su nuera con ese ‘al parecer la señora es la del dinero’ para darte cuenta de que la relación no es buena”, argumentan quienes dicen conocer de cerca la situación, menciona Soledad Durazo.
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El hecho es que ahora el presidente “la pensará dos veces para criticar a los aspiracionistas”, tal como expresa Soledad Durazo. Las repercusiones de lo sucedido ya son tangibles. Aún dándole el beneficio de la duda al presidente respecto a que no tenía idea de la forma de vida de su hijo, en la gente no ha caído bien la noticia de que el hijo del presidente contradice por completo su discurso de austeridad.
Los índices de aprobación de AMLO han registrado su valor más bajo desde que entró a la Presidencia. Según la evaluación semanal que hace Consulta Mitofsky para El Economista, Durazo explica que “el presidente trae una racha negativa desde diciembre y la semana del escándalo de la ‘Casa Gris’ sus números bajaron siete décimas”. De acuerdo con Roy Campos, presidente de Grupo Mitofsky, “no es poco, pues significa alrededor de medio millón de personas”.
Soledad Durazo: el presidente y Morena están ante una crisis que no habían experimentado antes. Foto: Opinión 51.
¿HASTA CUÁNDO SE FRENARÁ LA DEBACLE?
A pesar de que el partido se sentía fuerte y establecido con sus 18 gubernaturas en el país y una sana competencia entre Sheinbaum y Ebrard rumbo a 2024, Morena también ha comenzado a tener sus primeras fracturas importantes.
La salida de Ifigenia Martínez, personaje de izquierda emblemático para el país, fue uno de los primeros golpes duros para la 4T. Más aún por las formas: negó su voto y su firma para la carta de respaldo. También, como explica Soledad Durazo, fue complicado convencer a Monreal.
Otra de las fracturas importantes en el partido del presidente se dio durante la elección de su Presidencia (ganada por Mario Delgado). El perdedor Porfirio Muñoz Ledo no quedó conforme y soltó unas declaraciones controversiales: “Fue un cochinero… dicen que van por la cuarta transformación, lo que están haciendo es la cuarta malversación”.
Todo esto es un ejemplo de que “las divisiones en el interior comienzan a fracturar alianzas al grado que se tardaron más de siete días en manifestar apoyo”, opina Durazo. Y sentencia que “no es raro que el último tramo de mandato para un gobernante marque su declive”. Y es que toda esta recopilación de conflictos entre Morena, “son situaciones que se van acumulando y que tendrán su cúspide en la designación que haga el presidente del candidato o la candidata a sucederle”, pronostica la periodista.
No obstante, no todo son malas noticias para AMLO. Tiene próximos dos eventos que podrían recuperar su popularidad: la revocación de mandato y las elecciones en 6 estados (en 4 de ellos Morena parte como favorito). De salir bien librado en estos dos, la posibilidad de ganar en 2024 aumentarìa y mantendría el legado de López Obrador, situación que, tal como dice Durazo, “lo que interesa es que los principios de su 4T perduren más allá de su mandato; es su legado, su forma de trascender”.
A pesar de que “probablemente el presidente y Morena están ante una crisis que no habían experimentado antes y sus efectos empiezan a notarse en la narrativa que se ha expresado estos días en redes sociales”, el hecho de que cualquiera de sus posibles candidatos para la presidencia en 2024 (Sheinbaum, Ebrard e incluso Monreal) partan como grandes favoritos hace que “en cualquiera de los tres casos, el presidente gane”, finaliza Soledad Durazo.
@emeequis