EMEEQUIS.– “Y siempre van a tener en nosotros aliados, les vamos a apoyar, sí vamos a tomar en cuenta que se incrementen becas para los investigadores, que aumente el número de investigadores, que actualmente hay 28 mil y que haya también equidad de género.”
Aunque ahora parecería mentira, esas fueron las palabras del entonces presidente electo López Obrador en agosto de 2018, cuando asistió a la entrega del documento “Hacia la consolidación y desarrollo de políticas públicas en ciencia, tecnología e innovación. Objetivo estratégico para una política de Estado 2018-2024”, en el Palacio de Minería de la UNAM. Ahí mismo se comprometió a aumentar el presupuesto destinado para ciencia y tecnología. O, en el peor de los casos, a no reducirlo.
¿Qué ha pasado desde entonces a la fecha? Cuestionamientos frecuentes por reducciones de becas y apoyo en general a la comunidad científica.
El más reciente capítulo tiene que ver con el anteproyecto –en revisión– del Reglamento de Becas para el Fortalecimiento de la Comunidad de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación enviado por el Conacyt a la Comisión de Mejora Regulatoria (Conamer), en el que estipula motivos de suspensión el que una becaria se encuentre embarazada, en parto o puerperio, así como también que un becario sea padre, como lo publicó El Universal. También se incluirían estudiantes en el extranjero que participen en manifestaciones políticas.
TE RECOMENDAMOS: VENTILADORES DE LA 4T: CON RETRASOS, SOBRECOSTOS Y REGALADOS A CUBA
Ante esto, Conacyt argumentó en un comunicado que “la propuesta de reglamento de becas se encuentra en un proceso abierto de análisis en la Conamer”.
Aseguró que “la comunidad y el público en general pueden hacer comentarios para mejorar y fortalecer su contenido”. Y que se dará a conocer la redacción final del reglamento tan pronto como se tenga.
El anteproyecto causó indignación en las redes sociales.
Esta no es la primera vez que se provoca indignación a la comunidad científica y académica del país.
En noviembre del 2020, académicos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) hicieron un llamado al presidente y a las autoridades correspondientes a reconsiderar la cancelación de estímulos económicos a mil 632 investigadores de universidades privadas por la reforma del reglamento de ese año. Esto los llevó a ampararse para mantenerse como miembros del sistema hasta que concluyera su contrato.
Otro golpe hacia la comunidad de investigadores e investigadoras ocurrió cuando se dio a conocer en septiembre de 2021 que se había interpuesto una denuncia por segunda ocasión el 10 de junio de 2021 contra 31 científicos, investigadores, académicos y personal administrativo por presuntos actos de corrupción relacionados a la utilización de recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
López Obrador los acusó de haber utilizado una asociación civil entre 2002 y 2018 para gastar alrededor de 100 millones de pesos para proyectos de ciencia y tecnología y casi medio millón para cubrir lujos como el uso de choferes, viajes, restaurantes, impuestos y más.
La primera denuncia fue rechazada por falta de pruebas contra los acusados. Y con relación a la segunda, hasta octubre pasado solo 10 investigadores comparecieron y no se ha registrado progreso.
TE RECOMENDAMOS: EL EMBATE A LA “CIENCIA NEOLIBERAL” Y LA VENGANZA DEL FISCAL GERTZ MANERO
Respecto al presupuesto que se ha destinado al Conacyt, en 2017 fue de 33 mil 412 millones de pesos, en 2018, de 32,148; en 2019, de 28 mil 077; en 2020, de 28 mil 289; en 2021, de 27 mil 559 y para este 2022 es de 29 mil 564 millones de pesos. Una reducción progresiva pero constante en este sexenio.
Y aunque parece no haber gran diferencia, los proyectos financiados por el gobierno federal han tenido una gran caída, pasando de mil 734 proyectos en 2019, a 758 en 2020, y a 108 en 2021.
Por último, una de las mayores manifestaciones de académicos y en este caso estudiantes, se dio por parte del Centro de Investigación y Docencia Económicas, conocido como CIDE, hasta el grado de cerrar la carretera México-Toluca el pasado lunes durante seis horas. Esto como protesta por la aprobación del cambio de estatutos en una asamblea extraordinaria convocada por la presidenta del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, en el que la comunidad del CIDE asegura que perderá autogestión, ya que el consejo directivo no tendrá voz ni voto ante la designación de futuros directores o directoras generales del centro.
@emeequis