EMEEQUIS.– La Clínica de Especialidades “Dr. Alberto Pisanty Ovadía” del ISSSTE en la Ciudad de México no cumple con la norma oficial en materia de infraestructura, para que el personal de salud pueda contar con los medios suficientes para ofrecer atención de calidad a los pacientes.
De acuerdo con documentos oficiales en poder de EMEEQUIS, persiste la insuficiencia de materiales y equipos en las áreas de cirugía, lo que representa un riesgo para la salud y la integridad de los derechohabientes.
El incumplimiento de la normatividad vigente puede desencadenar en un cierre de áreas, con lo que se retrasarían las cirugías de decenas de pacientes.
“La problemática actual que se tiene en la CEQ Dr. Alberto Pisanty Ovadía es que sus áreas y espacios con los que se brinda los servicios de cirugía no cumplen con la normatividad vigente. Actualmente presenta observaciones de las autoridades competentes, la COFEPRIS en donde se solicita que se realicen las modificaciones necesarias para poder seguir operando, por lo que existe el riesgo latente de que cierren ciertas áreas de la CEQ y por lo tanto se deje de brindar los servicios de segundo nivel de atención a la población derechohabiente”, reconocen las autoridades de salud.
En el documento se admite que no se cumple con las normas.
FUERA DE NORMA
Las instituciones de salud además de cumplir con la normatividad establecida en NOM´s (Normas oficiales mexicanas) también deben cumplir con la calidad en los procesos de atención, la cual es certificada a través del Consejo de Salubridad General (CSG) mediante su Cédula de Estándares para certificar hospitales.
Esto implica que se deberán prestar los servicios en una buena infraestructura para que el personal de salud pueda contar con los medios suficientes para ofrecer calidad en la atención que brinda a los pacientes, pero esto no ocurre en el ISSSTE.
“Sin embargo, pese a lo que dictamina la Ley, se cuenta con irregularidades dentro de la infraestructura, el material y equipo dentro del área de quirófano; lo cual, se ve reflejado en la productividad de dicha área y afecta el diferimiento de cirugías por año, así como la calidad de atención prestada a los derechohabientes a esta institución”, admite la institución de salud.
Esta unidad médica, en particular no cumple con la Norma Oficial Mexicana NOM-016-SSA3-2012, que establece las características mínimas de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada, en donde se menciona los requerimientos mínimos indispensables para la adecuada funcionalidad de una unidad quirúrgica.
De acuerdo con la norma, la unidad quirúrgica es un área de circulación restringida, que, a su vez, se integra de áreas con diferentes características y grados de restricción en la circulación, que requieren estar claramente delimitadas para que se mantengan las condiciones de asepsia y ambiente estéril que demandan cada una de ellas en particular.
“En este aspecto, no se cuenta con puertas funcionales en el área que comunica el quirófano con el pasillo de tránsito de la sala general. No se cuenta con señalética especializada de circulación de personal y de pacientes, así como de tránsito de RPBI”, se expone.
También los pisos de las áreas de circulación y de sala de expulsión y quirófano no son de acuerdo a la normatividad, es decir, anti-derrapantes, además cuenta con tres tipos de tonalidades de color y superficies diferentes.
La normatividad además establece que la unidad quirúrgica requiere como mínimo de un área de transferencia, vestidores para el personal del área de la salud masculino y femenino, pasillo de circulación blanca, sala de operaciones, área gris y locales para guarda de ropa y equipos.
ESPACIOS CON RIESGO DE CONTAMINACIÓN
El ingreso y egreso de pacientes debe llevarse a cabo a través de un área de transferencia de camillas, misma que deberá contar con una barrera física, mecanismo o sistema, que permita controlar y conservar las condiciones de asepsia propias del área. Se delimitan áreas con el propio equipamiento de la unidad quirúrgica.
“No se cuenta con espacio físico de transferencia de pacientes que divida el área negra del área gris, por lo que solo se ha colocado una barrera con camilla para restringir el paso de un área a otra contaminando las áreas contiguas”, se admite.
Se cuenta con vestuarios antiguos, con regaderas de aseo de personal no funcionales, sin clima, con múltiples imperfecciones graves en paredes y techo, además de falta de mobiliario especial para dicha función.
Tampoco se cuenta con tarja de lavado de manos quirúrgico funcional, por lo que se improvisó una jabonera y lavabos manuales para realizar dicha técnica y garantizar una técnica estéril. No se cuenta tampoco con tarja de lavado de material por lo que se usa la de lavado de manos.
“La tarja que se utiliza para el lavado de material es la misma que se utiliza para el lavado quirúrgico (…) el lavabo quirúrgico está fuera de servicio”, señala el documento.
La normatividad mexicana establece que las salas de operaciones deben tener curvas sanitarias en los ángulos formados, entre los muros y de éstos con el piso, con la finalidad que favorezcan las labores de aseo del área, y en esta clínica el ISSSTE no lo cumple.
“Se cuenta con paredes con esquinas entre ellas. Se cuenta con paredes con mosaico cuadrado con bordes rellenos de pasta adherible, así con múltiples perforaciones en las que se muestra el polvo de los ladrillos”, señala el ISSSTE.
Otra norma obligatoria es que la ventilación debe sea artificial, instalada de tal forma que el aire sea inyectado en la parte superior y extraído en la parte inferior de la sala, y que el sistema no deberá recircular el aire para evitar la concentración de gases anestésicos y medicinales, preferentemente deberá tener capacidad para llevar a cabo de 20 a 25 cambios de volumen de aire filtrado por hora.
“No se cuenta con climatización central o general, por lo que se ha instalado un clima mini Split. Aumentando el riesgo de sudor en el equipo quirúrgico y por ende elevando el riesgo de producir infecciones asociadas al acto quirúrgico. El sistema de ventilación y circulación de aire no funciona”, reconocen las autoridades de salud.
En algo tan básico como las puertas, el ISSSTE no puede cumplir la norma que establece que las puertas de la sala de operaciones deben ser de doble abatimiento y requieren tener mirillas.
“Las puertas de quirófano y toco cirugía son de perilla, con una sola hoja, no cuentan con mirilla y se encuentran en malas condiciones”, reporta el ISSSTE.
En el área de recuperación post anestésica se registra otro incumplimiento de la normatividad.
“El área de recuperación no cuenta con tomas de gases medicinales suficientes, además de no contar con tomas de electricidad y luz empotradas suficientes, considerando que es un área crítica de valoración del paciente posquirúrgico”, se admite en el diagnóstico.
Para evitar infecciones la norma establece que el cuarto séptico deberá estar accesible pero fuera del área de recuperación post anestésica.
“El cuarto séptico se encuentra en el centro del área quirúrgica en el pasillo que comunica quirófano, con sala de expulsión y recuperación anestésica”, se detalla.
Mientras tanto, se agota el tiempo del presidente López Obrador para cumplir su promesa de un sistema de salud como los países nórdicos.
@Alatriste_III
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