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Distanciado de Ken Salazar a un mes de su salida como presidente. Foto: Daniel Augusto / Cuartoscuro.com.
EMEEQUIS.– El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que no existe un conflicto personal con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, pero fue enfático al señalar que “habrá una pausa en la relación con él” debido a lo que consideró una intromisión en asuntos soberanos de México.
En sus declaraciones, el mandatario expresó que “no vamos a pedir que abandone el país, pero sí que lea la Constitución, que es como leerle la cartilla,” enfatizando que no permitirá que ningún representante extranjero venga a dictar a México cómo debe manejar su reforma judicial.
Este posicionamiento surge tras las recientes críticas emitidas por la embajada de Estados Unidos respecto a la propuesta de reforma judicial en México, que incluye la elección popular de jueces, magistrados y ministros.
López Obrador consideró estas críticas como una afrenta a la soberanía nacional, argumentando que “es inaceptable que un país extranjero se inmiscuya en decisiones que corresponden exclusivamente al pueblo mexicano y a su gobierno.”
“Imagínese, viene aquí y, por decir, el presidente de México, y que de repente salga a decir ‘vine a darle mi opinión de que no debe el pueblo de México elegir a los jueces, magistrados y ministros’ porque eso, como llegaron a decirlo, es antidemocrático, complica más las cosas,” expresó con evidente molestia.
El presidente también arremetió contra la embajada de Canadá, calificando como “pena ajena” su postura en contra de la reforma judicial mexicana.
López Obrador denunció lo que describió como una especie de “nado sincronizado” entre Estados Unidos y Canadá para emitir declaraciones críticas de manera coordinada, lo que consideró un acto de injerencia orquestado y claramente imprudente.
“Nosotros no les andamos diciendo qué hacer o no en su país. Mientras yo esté, no lo voy a permitir,” afirmó con firmeza, subrayando que “la soberanía de México no está en discusión ni sujeta a la aprobación de gobiernos extranjeros.”
A pesar de la tensión evidente, López Obrador fue cuidadoso al aclarar que la “pausa” en la relación no se extiende al gobierno estadounidense en su totalidad, sino que está dirigida específicamente hacia la embajada de Estados Unidos en México. “Con la embajada porque él [Ken Salazar] está buscando que hablemos,” explicó, dejando claro que, aunque las relaciones diplomáticas generales entre los dos países se mantienen, no habrá diálogo directo con la embajada hasta que haya una muestra clara de respeto hacia la soberanía mexicana.
López Obrador fue más allá al sugerir que la relación podría normalizarse si tanto el Departamento de Estado como la embajada de Estados Unidos en México “reconocen la imprudencia de sus acciones y se comprometen de manera explícita a respetar la Constitución y las decisiones democráticas de México”.
“Mientras yo esté aquí, no vamos a permitir ninguna violación a nuestra soberanía,” aseveró, señalando que “la defensa de la autonomía de México es una prioridad que no está dispuesta a negociar”, dijo.
El presidente dejó claro que no planea establecer una comunicación directa con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre este tema, pero insistió en que cualquier acercamiento deberá estar precedido por un reconocimiento de los errores cometidos por las representaciones diplomáticas de Estados Unidos y Canadá.
“Fue una imprudencia manifestarse como lo hicieron,” sentenció, agregando que hasta que no haya una rectificación y una reafirmación del respeto a la soberanía de México, la pausa diplomática con ambas embajadas continuará.
Desestimó las críticas que han catalogado esta medida como “antidemocrática” y argumentó que son precisamente estas reformas las que garantizarán una justicia más cercana al pueblo y menos influenciada por intereses externos.
En conclusión, el presidente dejó claro que, mientras él esté en el cargo, la soberanía de México será defendida con firmeza ante cualquier intento de intervención externa, y que la relación diplomática con Estados Unidos y Canadá solo se normalizará cuando exista un claro compromiso de respeto hacia las decisiones internas de México.
@emeequis
