EMEEQUIS.– “Regresaremos”. La leyenda de letras blancas sobresale del fondo rojo de un espectacular en Avenida Insurgentes Norte, en la Ciudad de México. A un costado, el símbolo del partido que gobernó durante más de 70 años: PRI. Detrás, con la Torre Latino en segundo plano, otro espectacular de fondo verde: “Por la unidad y grandeza de México. PRI”.
Este par de espectaculares aparecieron cerca de la sede nacional del Partido Revolucionario Institucional en agosto de 2019, casi en sincronía con la elección de Alejandro “Alito” Moreno como su nuevo presidente.
Eran parte de las estrategias publicitarias que el partido esparció a lo largo del año en autobuses, centrales camioneras y redes sociales, para tratar de demostrar su “renovación”.
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La inversión, inédita: 88.8 millones de pesos, el mayor gasto en publicidad del partido en cinco años.
Pero su promesa fue lanzada al vacío. Ha pasado casi un año de su implementación y el partido que comanda el político campechano apenas ha dejado ver sus luces.
Ni la Covid-19, ni la crisis que el virus ha desatado en el país –y en el mundo–, al PRI no se le nota en la Cámara de Diputados ni en la de Senadores, tampoco figura como partido de oposición, salvo por el hecho de haber sido el último partido en el poder.
Su dirigente ha participado en foros internacionales, en presentaciones de libros, en reuniones con los 11 gobernadores que llevan al tricolor en sus venas, pero sus comentarios no proliferan.
“Es muy irresponsable culpar a la oposición de los malos resultados del gobierno federal. Intentar distraer la atención con ideas conspirativas como el Bloque Amplio Opositor es apartarse de lo verdaderamente urgente”, tuiteó el dirigente del PRI el mismo día que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó en su conferencia matutina un documento –no autentificado– en el que se revelaban supuestos planes para derrocar al gobierno en turno en las elecciones de 2021. Tuvo 821 retweets y mil 400 me gusta.
ALIANZAS EN PUERTA
No pasó ni un mes y, en el marco del arranque informal de la contienda electoral 2021, el dirigente declaró en una entrevista que siempre sí, que no descartan alianzas para derrotar a Morena, el partido en el poder.
“Vamos por las 15 gubernaturas, ya sea el PRI compitiendo solo o en coalición o alianza. (…) Con Movimiento Ciudadano (MC), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN) estamos construyendo alianzas, acuerdos o coaliciones parciales o totales, y habrá tiempo para definirlo”, dijo Moreno en entrevista con el periodista Juan Arvizu titulada “Morena será derrotado con alianzas en 2021: PRI”.
Lo que busca Moreno es que el PRI se quede con las gubernaturas de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. Además de tener presencia en congresos locales y alcaldías en otros estados de la República y recuperar la mayoría en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, pese a las expectativas que traía consigo la inversión en publicidad, las participaciones públicas y los mensajes en redes, nada ha surtido efecto visible.
Aquellos espectaculares que aparecieron hace casi un año despertaron suspicacia entre usuarios de redes sociales: “Narcomanta”, “Pesadilla: el regreso del PRI”, “Señores del PRI: Regresen lo robado”, “A estos espectaculares del @PRI_Nacional les faltaron las letras pequeñas… ‘Lo que nos robamos’”.
No fue la única ocasión. Para el cierre de año, “Alito” sorprendió con un nuevo spot. “Revolucionar es como una emoción y en el PRI las emociones nunca mienten. (…) Vamos a subirle a las revoluciones hasta volver a ganarnos tu confianza”, se le escucha decir al nuevo dirigente, que porta camisa blanca y habla a la cámara mientras camina de un lado a otro, simulando espontaneidad en sus ideas.
“Subir las revoluciones”. Lema de la campaña tricolor.
En Facebook los comentarios que acompañaron a los 944 “me divierte”, 42 “me asombra” y 23 “me enoja” –que contrastan con los 421 “me encanta”– no fueron los más positivos: “Ni locos regresamos con ustedes”, “yo fui un fiel sirviente priísta que se dio cuenta de la podredumbre”, “el pueblo no era arisco al PRI, los madrazos los alejaron”.
Los mensajes actuales del presidente y del partido conservan esa misma esencia, intercalados con mensajes de la militancia, coexisten otros de ciudadanos que no dejan de señalar los robos, los desfalcos, la impunidad. “El RIP”, les llaman.
1,200% MÁS DINERO PARA IMAGEN
En las redes sociales del PRI aparecen 12 imágenes con números de las nuevas misiones del partido para el 2019. El primero de ellos: “Aceptar nuestros errores, repararlos y trabajar el futuro”. El número 7: “Vigilar que nadie vuelva a manchar nuestro partido”. El 10: “Aprovechar cada día para recuperar la confianza de los mexicanos”. El último de ellos: “Hacer del 2019 el año de la renovación del PRI”.
Esta campaña es una de las que implementó el partido para su renovación, pero no lo hizo solo: tuvo la ayuda de dos empresas, las más beneficiadas del intento de purificación del partido.
Si ese año invirtió más de 88 millones de pesos en publicidad, casi el 99% de esos recursos los obtuvieron las empresas FMD Integradora de Medios, S.A. de C.V., con un contrato de 34.8 millones de pesos, y Cuarto de Guerra (CDG) Comunicación y Estrategia, con dos contratos que suman 52.7 millones de pesos.
Los pagos que hizo el tricolor a estas empresas fueron para replantear su imagen, crear una nueva estrategia de publicidad y colocar los productos en lugares de gran afluencia: Mexibús, Suburbano, Ecovía y centrales camioneras.
Los contratos que se otorgaron a CDG Comunicación y Estrategia tenían la misión de acompañar al partido en la implementación de la nueva estrategia, realizar análisis coyunturales, supervisar la campaña, así como capacitar a los miembros del PRI en coaching para la sensibilización y manejo de discurso frente a la cámara.
Esta empresa de estrategia política, especialista en campañas, además auditó la imagen del personal y realizó encuestas para conocer en dónde estaba parado el partido antes de implementar las acciones.
Mientras que FMD Integradora de Medios –una empresa que presume realizar eventos, tianguis turísticos, banquetes, conciertos y convenciones– se encargó de difundir la publicidad en 2 mil autobuses, 400 pantallas en terminales y otros espacios de transporte público. Estimaron tener así un alcance de 16 millones de personas.
El gasto en publicidad que el partido realizó en 2019 es 1,260% mayor que lo que invirtió un año antes, cuando sólo dio contratos por un total de 6 millones de pesos para publicitarse en medios digitales e impresos.
RENOVARSE O MORIR
La inversión en publicidad de 2019 no fue casualidad. Un año antes se habían llevado a cabo las elecciones presidenciales en el país, aquellas que le dieron el triunfo a Andrés Manuel López Obrador, que se presentaba por tercera ocasión a la contienda, ahora con un partido de reciente creación.
Aquel año, el PRI quizá calculaba que la Presidencia no se quedaría en sus manos, pero lo que no preveía era que su candidato, José Antonio Meade, terminaría en un lejano tercer lugar, con sólo el 16.4% de los votos de la elección en la que AMLO obtuvo más del 53% de los sufragios.
No fue sólo eso. Pasaron además a ser la tercera fuerza política en el Congreso y a gobernar sólo en 14 estados.
Ya para inicios de año, de cara a la celebración de los 90 años que el PRI cumpliría en marzo, el Comité Ejecutivo Nacional anunciaba cambios internos, una transformación que arrancaría con el nuevo dirigente.
Claudia Ruiz Massieu, entonces al mando del PRI, había dicho en febrero de 2019 que el aniversario “no es la ocasión para voltear al pasado (…), es el momento para recuperar todo aquello que hemos hecho y nos ha llenado de orgullo en nueve décadas y plantearnos el partido que queremos ser en el futuro”.
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Pero las cenizas ensombrecieron, incluso, la elección del nuevo dirigente. Otro síntoma de la decadencia del partido fundado en 1929 por Plutarco Elías Calles fue la baja participación de la militancia en la contienda interna. Sólo el 28.7% de los militantes registrados ante el Instituto Nacional Electoral (INE) participó en la renovación. Nueve de cada 10 de los que participaron votaron por el exgobernador de Campeche.
Lo peor vino este 2020. No fue suficiente la estrategia publicitaria para hacer que la militancia le fuera fiel, ni con la invitación a otros a afiliarse. Con Alito dirigiendo el partido, el INE confirmó que el PRI perdió el 76% de su militancia.
En el documento de validación de afiliados del INE, el tricolor pasó de tener 6.5 millones de afiliados a sólo 1.5 millones.
Pese a la inversión, aquella campaña de publicidad con el hashtag #RefrendaTuOrgullo, para sumar adeptos bajo el lema “Aquí la militancia manda”, no tuvo los resultados esperados.
Actualmente, el partido de “Alito” Moreno tiene 46 curules de 500; en el Senado tiene sólo 14 de 128 que conforman la Cámara Alta. Por eso, aún con los escuetos resultados de la campaña, el PRI mantiene la esperanza de regresar. El 2021, la elección para renovar la Cámara de Diputados, es su meta.
@AleCrail