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Tormenta perfecta: sobrevivir al VIH, Covid y desabasto de medicamentos

Muchos pacientes de VIH vieron sus suministros cortados por la falta de antirretrovirales en el IMSS y el ISSSTE. Alaín Pinzón, director de VIHve Libre, detalla que el mayor problema que fue el “seguimiento virológico”. El IMSS pagó medicamentos para VIH a distribuidores en 2020, pero se entregaron las cargas incompletas o con retrasos.

1 / 03 / 23

EMEEQUIS.– En teoría, lo peor de la pandemia ya había pasado. Era 6 de septiembre de 2022 y el presidente López Obrador daba su conferencia de prensa desde Palacio Nacional. Ahí, en medio de discursos sobre la mejora del sistema de salud mexicano, dijo que “nuestros adversarios están en una campaña de desprestigio, no de ahora, desde que iniciamos, porque no quieren la transformación del país”.

“Quieren que no cambien las cosas”. 

Por esos días, el usuario de Twitter Ricky/Ricardo le recordó que había una preocupación más, además de las batallas contra los enemigos de la Cuarta Transformación: 

“Tengo que comprar mis medicamentos para el VIH. Ya no puedo, son carísimos. En cualquier parte del mundo este medicamento es GRATUITO”. 

Un pocos días antes, en un video subido a la plataforma, el presidente dijo: “No somos iguales, durante los gobiernos neoliberales, por corrupción, se apostó a privatizar la salud”. La promesa: ahora que ya pasó la pandemia “estamos dispuestos a levantar el sistema de salud pública”. 

Ricky estaba desesperado: “Tengo VIH, vivo en Tamaulipas y tengo casi un año con desabasto de medicamento. Lo compro yo y me cuesta $8 mil al mes”. Tenía un problema en partida triple: las dificultades del VIH, la amenaza del Covid y el desabasto de medicamentos del gobierno federal.  

Como él, muchos pacientes de VIH vieron sus suministros cortados por la falta de antirretrovirales en el IMSS y el ISSSTE. Alaín Pinzón, director de VIHve Libre, programa permanente de apoyo comunitario para personas con VIH, detalla en entrevista para EMEEQUIS que el mayor problema que tuvieron las personas seropositivas en México fue el “seguimiento virológico”. 

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“Los estudios de seguimiento, carga viral, el CD4, todas las urgencias que se tenían, comorbilidades, hospitalización, fue una de las cosas que más se pararon durante toda la pandemia”. 

Pinzón resalta que también se detuvo el diagnóstico “a tiempo y por eso están teniendo bastantes diagnósticos tardíos, es un problema muy grande el que se tiene ahorita, porque todos los diagnósticos, la gran mayoría que llegan a los hospitales, son con un diagnóstico tardío, con alguna enfermedad definitoria de SIDA”. 

LOS NÚMEROS

Según el Informe Histórico de VIH en su tercer trimestre de 2022 (Secretaría de Salud), en 2022 se diagnosticaron 12 mil 374 contagios en México. Esto contrasta con la caída histórica de detecciones de 2020 (10 mil 380) y el repunte de 2021 (15 mil 850). 

Tampoco hubo visitas médicas para muchos de los enfermos: “Yo que me atiendo en el INER, las visitas fueron telefónicas, o más bien las citas ya fueron telefónicas, virtuales, en la Confesa, en el IMSS ni a eso llegaban”, continúa Pinzón. 

En el caso particular del IMSS, narra que “te sacaban de las unidades y ni siquiera tu medicamento podía surtir, una ridiculez total. Esa parte fue la que abonó muchísimo al abandono de tratamientos, a la falta de detección, a la falta de interés por parte de los directivos, a abrir consulta, abrir espacios”. 

Este desabasto se vivió a la par de la falta de medicamentos oncológicos en el país. A la fecha, no se sabe la cantidad de defunciones que ocurrieron por la falta de estos productos médicos que son esenciales para la vida de miles de personas en el país.  

IRREGULARIDADES EN LA ENTREGA DE MEDICAMENTOS

La magnitud del desabasto y sus consecuencias en la pandemia aún son opacas. En una auditoría revisada por EMEEQUIS, publicada el 19 de noviembre de 2021, se especifica que pese a que el Instituto Mexicano del Seguro Social pagó medicamentos para VIH a distribuidores en 2020 (cuando ya habían ocurrido algunos de los peores momentos de la pandemia), se entregaron las cargas incompletas o con retrasos: 

“Se verificó que de los 12 contratos revisados de medicamentos oncológicos y antirretrovirales para atender el VIH en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por 2,274,678.9 miles de pesos, sólo 1,664,688.0 miles de pesos correspondieron a ‘medicamentos atendidos’ efectivamente en 2020, integrados por 1,572,528.7 miles de pesos pagados en dicho ejercicio y 92,159.3 miles de pesos pagados en 2021, de los cuales se revisaron las notas de remisión y las altas en el Sistema de Abasto Institucional (SAI)”. 

El documento informa que, sobre la compra de medicamentos, se constató que el IMSS no acreditó contar con las “altas en el SAI por 98,875.9 miles de pesos y notas de remisión por 3,589.2 miles de pesos, en incumplimiento del artículo 42 de la Ley General de Contabilidad Gubernamental”.

 Penalizaciones de 13.8 millones de pesos a empresas por no entregar a tiempo antirretrovirales y medicamentos oncológicos (Auditoría Superior de la Federación). 

En la auditoría se menciona a la empresa Gilead Sciences México, S. de R.L. de C.V. como incumplidora (por retraso) en la entrega de medicamentos. Esta misma empresa no realizó la entrega de contrarrecibos por “2,260.3 miles de pesos (que) corresponden al contrato U200001 suscrito con Gilead Sciences México, S. de R.L. de C.V., en incumplimiento del artículo 42 de la Ley General de Contabilidad Gubernamental”. 

El documento también menciona que, en cuanto a la entrega de antirretrovirales y medicamentos oncológicos: “De los 12 contratos revisados, 9 cumplieron con los plazos previstos para su entrega, mientras que de los 3 restantes el Instituto proporcionó una relación de penalizaciones generadas por entregas extemporáneas y por incumplimientos por 13,801.3 miles de pesos”. 

Cabe aclarar que en las revisiones de la Auditoría Superior de la Federación las cantidades vienen expresadas en miles de pesos, por lo que 2 mil 260 miles son 2.2 millones de pesos y 13 mil 801 son 13 millones. 

Es para destacar que cuando una de las empresas de medicamentos oncológicos, Landsteiner Scientific, S.A. de C.V. del contrato U200510,   se había hecho acreedora a una sanción mayor “a pesar de los incumplimientos del 93.5% de las piezas solicitadas mediante las órdenes de reposición del 31 de diciembre de 2020, no se rescindió el contrato, en incumplimiento a los artículos 54 de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y 98 de su Reglamento, así como de los numerales 5.6.3 de las Políticas, Bases y Lineamientos en Materia de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social y 3 de la cláusula décima novena ‘Causales de rescisión administrativa del contrato”’. 

Protesta de integrantes de la comunidad LGBT+ y VIH positivo para exigir a las autoridades de salud atención y prevención respecto a los retrovirales y evitar la propagación de la viruela símica. Foto: Galo Cañas Rodríguez / Cuartoscuro.com.

LÓPEZ-GATELL, POCO EMPÁTICO CON LOS SEROPOSITIVOS  

Para Alonso Hernández, historiador y titular de la organización Archivos y Memorias Diversas (que rescata la memoria LGBTTTIQA+), su tratamiento cambió durante la pandemia: “Gran parte del tiempo encerrado en mi casa y en cuanto hubo vacuna me vacuné y me confié, salí a un evento y me enfermé de Covid”. 

Explica que “afortunadamente” no cuenta ni con ISSSTE ni con Seguro Social. Sus medicamentos para el VIH los consiguió a través de la Clínica Especializada de la Condesa (CEC): “Me dio medicamentos para cuatro meses y luego otros cuatro meses y luego otros cuatro y así fue hasta que se terminó el periodo activo de la pandemia”. 

Cuando inició el desabasto en el IMSS y el ISSSTE, cuando le dio Covid, la CEC le sugirió pedir el servicio de médico en casa “y estuve monitoreado”. 

“Fue muy bueno, me monitoreaban tres veces al día, me dejaron medicamento y me prestaron instrumentos para medir mis signos vitales”. 

También ve como una mejora que el ISSSTE abriera una clínica para el VIH en Tlalpan, sin embargo, “tenemos bastante miedo los usuarios de la Condesa de que, con la incorporación del INSABI al IMSS, se pierdan varios logros en cuestión de hacer más ágiles los trámites y la visión multidisciplinaría y centrada en la persona”. 

Para Hernández, que ha sido uno de los activistas clave en la conservación de la memoria de las poblaciones LGBT+ en México, la actual administración gubernamental “sigue maltratando a la clínica Condesa; si bien hay antirretrovirales, algunos servicios, como el dermatológico, ya no está; hay médicos que siguen siendo eventuales y no tienen base. Eso depende de la Secretaría de Salud”.

Durante la pandemia, Hernández observó que la información para las personas con VIH era poco clara. Sobre Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, opina que “no fue nada claro ni preciso para con nosotros. Tampoco fue empático con las poblaciones LGBT+”. 

“Le costó mucho tiempo nombrar a las personas que vivimos con VIH en sus informes, minimizó las muertes relacionadas con VIH”. Cuenta que “tardó mucho en responder a la falta de medicamentos en el interior de la República, y ha sido omiso con la viruela símica”. 

Lejos de que ese desabasto terminara con la peor parte de la pandemia, siguió de largo, afectando a las personas con VIH en la “nueva normalidad” post-pandemia. 

 Pruebas rápidas gratuitas de detección VIH y sífilis en la Glorieta de los Insurgentes Foto: Graciela López Herrera / Cuartoscuro.com.

AVANCES CONTRA EL VIH 

En los últimos años, la ciencia ha proporcionado más opciones para las personas seropositivas. La OMS institucionalizó desde 2016 el tratamiento TAR (terapia antirretrovírica). 

“Se utiliza una combinación de fármacos para aumentar la potencia y reducir la probabilidad de desarrollar resistencia. La TAR reduce la mortalidad y morbilidad entre las personas infectadas por el VIH, y mejora su calidad de vida”, detalla en un comunicado la OPS. 

En el panorama también ha aparecido el PrEP (Profilaxis Pre-Exposición, por su siglas en inglés), que según la Centers for Disease Control and Prevention de Estados Unidos (CDC), “reduce el riesgo de contraer el VIH a través de las relaciones sexuales en aproximadamente el 99% cuando se toma según las indicaciones”.

La institución señala que el PrEP son medicamentos que “reducen sus probabilidades de contraer el VIH a través de las relaciones sexuales o el consumo de drogas inyectables. Cuando se toman según las indicaciones, los medicamentos de la PrEP son altamente eficaces para prevenir la infección por el VIH”.

Asimismo, el 2020, la FDA aprobó el Rukobia, un nuevo medicamento contra el VIH: “La seguridad y eficacia de Rukobia, tomada dos veces al día por vía oral, se evaluó en un ensayo clínico de 371 participantes adultos con mucha experiencia en el uso de tratamientos que continuaron teniendo altos niveles del virus (ARN del VIH) en la sangre a pesar de estar tomando medicamentos antirretrovirales”. 

Por último, los avances para una vacuna dieron pasos agigantados usando las herramientas que Moderna y Pfizer utilizaron para crear la vacuna contra el Covid-19. Este medicamento experimental de ARN mensajero ya ha sido probado en primates no humanos con buenos resultados. 

Según el estudio: “Una vacuna multiclade env-gag VLP mRNA provoca anticuerpos neutralizantes de VIH-1 de nivel 2 y reduce el riesgo de infección heteróloga por SHIV en macacos”, publicado en la revista Nature: “La eficacia protectora de la vacuna se evaluó en función del tiempo hasta la infección en el transcurso de 13 inoculaciones semanales secuenciadas de dosis bajas”. 

Sin embargo, las innovaciones contra el VIH tendrán que ser distribuidas en México bajo un sistema de salud eficiente, que sea consciente de las problemáticas de las personas que viven con el virus, las cuales tuvieron que lidiar con un desabasto de medicamentos en medio del panorama de incertidumbre que generó el Covid-19 y la fragilidad de la atención médica en el país.

@Ciudadelblues

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